Cuando la barricada son los niños: esperando a los Mossos en el colegio... electoral
La policía llegará a las seis de la mañana. Les estarán esperando centenares de personas en pijama que han ocupado las escuelas para dificultar su cierre.
30 septiembre, 2017 20:47Noticias relacionadas
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Los niños van entrando en los colegios. No deberían, porque es sábado. No hay clases. Pero esta semana celebran, entre el viernes y el domingo, la 'Festa de la tardor' (Fiesta del otoño). Un evento que no se había organizado jamás, al menos en este formato. En realidad no es más que una excusa para que las escuelas catalanas donde se tendría que votar el referéndum estén en todo momento ocupadas por gente. Principalmente por niños.
Las puertas de gran parte de los centros de enseñanza catalanes están abiertas de par en par. El que dice abiertas dice arrancadas, como ha sucedido en alguna escuela. Todo para evitar el cierre de los centros de cara al referéndum del domingo. El plan es el siguiente: Mossos d'Esquadra tienen órdenes judiciales de clausurar todos los colegios a las seis de la mañana. Por eso, en la pancarta que preside la Festa de la tardor del colegio Joanot Alisanda de Sabadell pone “Demà tothom a les 5:30 a dins de l'escola” (“Mañana todos a las 5:30 dentro del colegio”). Es decir, que los niños ya saben a qué hora les tocará el despertador mañana. Y justo al lado, un apunte: “Resistència pacífica”. Saben que habrá que resistirse a la policía. Aunque haya niños.
Nadie sabe lo que sucederá a esa hora. Cuentan fuentes próximas a Mossos cuentan que el operativo será el siguiente: a las seis de la mañana se desplazarán hasta cada colegio dos agentes de la policía autonómica catalana. Si a la patrulla le resultase imposible cerrar, avisarán a la BRIMO, los agentes de la brigada móvil de la policía autonómica. Cada patrulla está conformada por 8 efectivos. Si aún y así, la 'Festa de la tardor' se complicase y fuese imposible cumplir el mandato judicial de cerrar, recurrirían a refuerzos de Policía Nacional o Guardia Civil.
Escasez de efectivos
En Sabadell hay más de 40 centros de votación, de los cuales, 36 son escuelas que han permanecido abiertas todo el fin de semana con motivo de esta inédita fiesta de otoño. Terrassa, que es la ciudad vecina, tiene 33 en estas condiciones, Se antoja complicado que haya efectivos suficientes como para clausurar todos los centros de Cataluña.
Los niños, de forma indirecta e involuntaria, se han convertido en protagonistas de este referéndum. Van a estar presentes en el momento en el que se produzca la inevitable confrontación entre policías que van a cumplir órdenes y personas que quieren resistirse, aunque sea de forma pacífica. Es poco probable que la mayor parte de esos chavales que estudian secundaria sepan con certeza lo que va a estar sucediendo a su alrededor en plena madrigada, pero ellos serán parte.
¿Qué piensan los críos de todo esto? “Los niños están jugando. Totalmente al margen. Es una fiesta y nada más; lo que tienen que hacer es divertirse. Esto no es un acto político”, aclaran desde el AMPA del Joanot Alisenda. Insisten en que nadie los está adoctrinando. “Ellos están disfrutando con sus compañeros. No los verás pintando esteladas, pegando carteles o cantando independencia”. En efecto, dentro de las instalaciones no hay símbolos políticos. No hay esteladas, propaganda de partidos ni consignas a favor del sí o el no. Sólo listas en las que cada uno se puede apuntar a las diferentes actividades a realizar hasta el domingo por la noche.
No hay gritos de independencia ni pro-referéndum. Se cuida mucho el lenguaje para que no se les pueda acusar de adoctrinamiento. Los 'vivas' se han canalizado hacia el otoño, el nuevo héroe: en el colegio Teresa Claramunt, también de Sabadell, hay una gran lámina en blanco pegada en la pared; allí cada uno puede pegar una hoja seca caída de los árboles junto a lemas como “Visca la tardor” (“Viva el otoño”). Jamás esta estación del año tuvo unos partidarios tan entregados.
Al lado está el programa de actividades. Destaca la celebración, a las cinco y media de la tarde, de un 'Torneo Internacional de fútbol'. En realidad serán los propios alumnos jugando entre ellos, pero no está de más dar el matiz de 'Internacional'. Si algún niño pregunta, ya le explicarán cómo va esto de las naciones. El personal del colegio explica que "es sólo una broma".
¿No les parece raro a los críos tener que ir al cole en fin de semana? En Sabadell se defienden aclarando que forman parte del proyecto municipal 'Escoles obertes' ('Escuelas abiertas'). Consiste en abrir los centros de enseñanza fuera del horario lectivo para que haya un aprovechamiento de los espacios por parte de la ciudadanía. “El colegio suele estar abierto cada día hasta las ocho de la tarde y los vecinos vienen a pasear por aquí. Están encantados. Para los niños no es raro pasar horas aquí jugando con sus amigos y sus padres”, cuentan desde el Joanot Elisenda.
El centro de operaciones está en el interior. Ahí se organizan muchas de las actividades, como sesiones de cine o partidas de cartas. También se cocina, porque el fin de semana es largo y algo habrá que comer. Han hecho varias ensaladas para 600 personas. A la entrada hay voluntarios que custodian una caja de cartón. 'La guardiola' ('La hucha'). “Es para costear la comida. Y si sobra algo irá a unas cuentas corrientes que todos sabemos cuáles son. No es la mía personal”, bromea un profesor que indica a los asistentes el menú de mediodía.
La noche va a ser larga… y muy corta a la vez. Larga porque se ha organizado una fiesta de pijamas que requiere inscripción previa. Chicas y chicos van a estar despiertos, jugando y divirtiéndose durante largas horas. También va a ser corta porque va a acabar muy pronto. A las cinco y media de la mañana está programado un campeonato de petanca, una hora poco habitual para cualquier torneo deportivo. Así van a recibir a los Mossos d'Esquadra. En pijama y con las bolas de petanca.
Entretanto, los niños permanecen ajenos a la situación real. Al menos los más pequeños. Para ellos no es más que un día más en el colegio, pero sin los agobios de las clases y los deberes. No tienen ni idea de lo que es un referéndum ni de por qué están allí ellos en realidad, Ríen, corren, hacen manualidades al sol o juegan al fútbol. “La idea es que se sientan cómodos, tranquilos y a gusto. Es una fiesta para ellos”, indican desde el AMPA del Joanot Alisenda. Una fiesta que se acabará cuando unos señores uniformados lleguen de madrugada a despertarlos, cortarles el rollo y mandarlos a todos para casa. No hay banderas ni cánticos, pero lo que permanecerá para siempre en la mente de esos críos es que aquel año de la fiesta de otoño, vinieron unos señores armados a acabar con la fiesta de madrugada, cuando mejor se lo estaban pasando.