No se recuerdan tantos 'vivas' a España en Barcelona. Ni los más viejos del lugar. La celebración del Día de la Hispanidad ha sido la más participativa de los últimos años en la ciudad condal. Circunstancias obligan: los partidarios de la unidad de España tomaron las calles para mostrar su rechazo al independentismo catalán. Lo hicieron desde las once de la mañana en dos puntos emblemáticos de la ciudad: unos, los más radicales, tomaron Montjuic en un acto convocado por Democracia Nacional. No asistieron más de 300 personas. Otros, los más moderados, abarrotaron la plaza de Cataluña en la manifestación convocada por Societat Civil Catalana. En ambas concentraciones, una misma idea flotando en el ambiente: “Vamos derechos a otra guerra civil”.
El miedo a que el proceso catalán convierta a España en una nueva Yugoslavia subyace en el ambiente. En la manifestación de Montjuic, unos doscientos ultras de extrema derecha, ataviados muchos con banderas franquistas, cruces célticas y uniformes militares, se concentran en la plaza Sant Jordi de Montjuic “tal y como llevamos haciendo 25 años”, puntualiza Gonzalo Martín, portavoz de Democracia Nacional y uno de los organizadores de a concentración.
El acto se desarrolla en un clima de armonía hasta que se disuelve a las dos de la tarde. Curiosamente, la manifestación más radical acabó sin incidentes, mientras que la moderada acabó con pelea. Ultras de extrema derecha se enfrentan a otros ultras de extrema derecha en la puerta del Café Zurich de la plaza Cataluña en torno a las dos y media de la tarde. Ambos bandos comparten ideología, pero deciden resolver sus diferencias a puñetazos y a sillazo puro. La policía tiene que intervenir y el caos desluce la manifestación. Los manifestantes moderados piden calma, pero el ambiente está muy enrarecido. Entre las peleas, la petición de cárcel para Puigdemont, la ambigüedad de la Generalitat y la ministra de Defensa advirtiendo de que el ejército está preparado para intervenir en Cataluña, el ambiente es irrespirable. Tal vez no vayan tan desencaminados los agoreros que adivinan en este proceso otra guerra civil.
“Nadie está contento con el papel de los políticos contra el desafío del independentismo. Rivera hace su papel de moderado, Rajoy su papel de presidente meapilas y Pedro Sánchez su papel de traidorzuelo. El resto, que son Podemos y los separatistas, directamente quieren romper España”, resume el portavoz de DN.
Miedo a la balcanización
La posible 'balcanización' de España es uno de los temores que aglutinan a los manifestantes. Creen que “si esto no se ataja con contundencia, vamos derechos a otra guerra civil. El ambiente es parecido al de 1934 y ya sabemos cómo acabó”, recuerdan desde Democracia Nacional, que creen que la solución pasa únicamente por meter a Puigdemont y los cabecillas del proceso en la carcel. El gobierno no tendría que haber cometido los errores de meter a los policías, permitir al referéndum, etc. Lo que tenía que haber hecho es detener a los responsables”, sentencia.
Entre los asistentes, unos cuantos recuerdan que asisten a la manifestación para “defender a España de las consecuencias de este referéndum ilegal”. A pesar de su defensa férrea de la legalidad, los asistentes entonan el 'Cara al sol', así como otros cánticos agresivos como “Artur Mas, a la cámara de gas”. También abundan las banderas franquistas, que son tan ilegales como el referéndum por la independencia: “Nosotros siempre recomendamos la bandera lisa y sin escudos, por una cuestión de sensibilidades. Pero hay gente que se siente representada por la bandera del Águila de San Juan (la bandera de Franco), que fue autorizada directamente por el Papa y fue la bandera legal de España hasta 1981”, se justifica Martín.
En Plaza Cataluña piden el 155
La concentración ultra de Montjuic arrancó a las 11:30 de la mañana. Media hora más tarde empezó la manifestación más multitudinaria, la de plaza Cataluña. Mucha más gente, mucho más ambiente y muchas más banderas; en este caso, ninguna franquista. Y un número para unirlos a todos: 155. Los moderados también quieren que el gobierno de Rajoy actúe cuanto antes “Llevamos 18 semanas concentrándonos en la delegación de gobierno de Barcelona para pedir la aplicación del artículo 155”, defiende Enric Martínez, portavoz de Unidos Sí. Es una escisión de Podemos, descontenta con la gestión de Pablo Iglesias y cuyos miembros se sienten profundamente españoles. “Si esto sigue así, estamos abocados a una nueva guerra civil”, avisa Martínez.
Detrás de una pancarta que pide la aplicación del 155 también posa Francesc Hoya, catalán de nacimiento, profesor y miembro de Progesores por el Bilingüismo; una entidad que denuncia la marginación del idioma español en las aulas catalanas y que ahora también advierte del adoctrinamiento separatista en las escuelas de Cataluña. “Les han dado muchas concesiones a los independentistas; tantas como le dieron a Hitler en los años 30, hasta que ya fue imposible echar marcha atrás y todos sabemos lo que pasó: una guerra mundial mucho más terrible que la primera”.