Ni una, ni dos, ni tres. Hasta cuatro banderas han robado en cuestión de un mes de la fachada del Ayuntamiento de Matadepera (Barcelona). Dos de España y dos de la Unión Europea. Los delitos se han perpetrado en dos noches. La primera fue el 5 de octubre: alguien se encaramó a la fachada y las arrancó. Misteriosamente, las cámaras de seguridad que vigilan el Consistorio no registraron los hechos, porque en ese momento estaban apuntando en otra dirección. En la comisaría de la Policía Local, que está a pocos metros de distancia, tampoco nadie se percató del robo.
La segunda vez tuvo lugar el 2 de noviembre, cuatro días después de que el Ayuntamiento repusiera ambas banderas. En esta ocasión, los ladrones se llevaron hasta los mástiles. Aún y así, a día de hoy no hay detenidos. Ningún agente de policía vio nada y la grabación de las cámaras no clarifica lo ocurrido. Sigue el misterio: ¿Quién se ha llevado las banderas?
Mandan los independentistas
Matadepera es el pueblo más rico de Cataluña. Al menos, el que tiene la renta per cápita más alta. Alguna vez incluso ha liderado el ranking español. Matadepera es un municipio situado a los pies del parque natural de Sant Llorenç y está plagado de chalets y mansiones. Es el lugar de veraneo de la burguesía de Terrassa y Sabadell, que eligió este enclave a las faldas de una montaña para relajarse los fines de semana.
En Matadepera manda el nacionalismo catalán. Casi siempre ha gobernado la derecha catalanista. CiU primero y PdCat ahora, ganan por mayoría absoluta en casi todos los comicios municipales. La excepción tuvo lugar en las elecciones de 2003, cuando una coalición conformada por ERC, PSC y PAM (un partido local que ya no existe) le arrebató el bastón de mando a los convergentes. Curiosamente, el alcalde de ERC de aquella época, Jordi Comas, fue denunciado y juzgado por descolgar la bandera de España durante la fiesta mayor. Sea como fuere, de derechas o de izquierdas, el gobierno municipal siempre ha tenido un marcado carácter independentista.
Por otra parte, las altas rentas de sus habitantes han motivado que una de las grandes preocupaciones de los sucesivos gobiernos haya sido extremar las medidas de seguridad para evitar robos. Desde hace más de diez años, la prioridad de cada ejecutivo local ha sido instalar cámaras de vigilancia por todo el municipio. Se podría decir que es un pueblo especialmente seguro y videovigilado.
El primer robo
El pasado 5 de octubre, cuatro días después del referéndum ilegal, los matadeperenses se fueron a dormir y en la fachada de su Ayuntamiento ondeaban cuatro banderas: la de Europa, la de España, la de Cataluña y la de Matadepera. Cuando se despertaron a la mañana siguiente, ya sólo quedaban dos. Estaba la senyera catalana y la cruz blanca sobre fondo rojo que representa a Matadepera. Faltaban la de España y la de la Unión Europea. Las habían robado por la noche.
¿Quién había sido? Dos cámaras de seguridad vigilan en todo momento la puerta del Ayuntamiento. La respuesta estaría en dicha grabación… ¿no? Error. En el preciso instante en el que roban las banderas, las cámaras están, misteriosamente, apuntando hacia otro lugar. Eso no es normal. De hecho, es una anomalía. No se trata de cámaras rotativas. Siempre tienen que estar enfocando a la puerta del Ayuntamiento. Su rango de movimiento no se sale de ahí. No obstante, y nadie sabe el motivo, en el preciso instante del delito están orientadas hacia otro lugar.
Curiosamente, la comisaría de policía está muy cerca. A poco más de once metros del Ayuntamiento. A la distancia de un lanzamiento de penalti. Y en esta ocasión, los ladrones les metieron un golazo por la escuadra, porque allí nadie se percató del robo.
El gobierno local asegura que inició una investigación. El jefe de la Policia Local dice que reclamó a la empresa que lleva el mantenimiento de las cámaras. Pero a día de hoy, aún no hay responsables de lo sucedido y nadie ha conseguido dar con una explicación plausible de lo acontecido la noche del 5 de octubre.
El segundo robo
Como la bandera de España y la de la UE jamás aparecieron, el gobierno compró otras iguales y las restituyó. Eso fue la última semana de octubre. No se mantuvieron ahí colgadas ni cuatro días. El pasado 2 de noviembre volvieron a robarlas. Las mismas: la española y la europea. De propina, los ladrones se llevaron hasta los mástiles que las sujetaban, no vaya a ser que al gobierno le dé por comprar otras nuevas y tengan que volver a sustraerlas por tercera vez, que eso ya sería un follón tremendo.
En esta ocasión, las cámaras de seguridad sí que captaron las imágenes de varios individuos encaramándose hasta las banderas y retirándolas. El jefe de policía, Xavier Cabot, asegura que la grabación está a disposición del juzgado que las requiera, pero que las imágenes no son lo suficientemente nítidas y que los autores del delito iban encapuchados, por lo que no han podido ser identificados.
¿Manipularon las cámaras?
La alcaldesa, Mireia Solsona, lamenta lo sucedido. “No nos gusta que roben las banderas. Cada uno puede tener la ideología que quiera, pero las cosas no se pueden hacer así. Además, los autores se podrían haber hecho daño subiéndose ahí arriba”, ha declarado. Pero exime de culpas a la corporación. “Yo no sé si trucaron las cámaras o no, pero estoy segura de que no ha sido nadie de dentro del Ayuntamiento”.
El jefe de la Policía Local sostiene la misma versión. No sabe quién robó las banderas ni por qué las cámaras estaban apuntando a otro lugar en el momento del primer robo. “El más enfadado soy yo; te aseguro que cuando visioné la grabación y vi que las cámaras apuntaban hacia otro lugar, me cogí un buen cabreo”, pero también descarta que hayan sido manipuladas por alguien del Ayuntamiento: “Si eso hubiese sucedido nos hubiéramos dado cuenta, porque las cámaras hubieran grabado a las personas que las manipularon”, sostiene.
Todavía no hay banderas
A día de hoy, las únicas banderas que ondean en el Ayuntamiento de Matadepera siguen siendo la catalana y la del pueblo. Faltan las dos robadas. “No hemos vuelto a colgar las de España y Europa porque ahora estamos inmersos en una reforma integral del Ayuntamiento y no se puede acceder a esa parte, pero las volveremos a colgar”, asegura la alcaldesa.
Entretanto, las banderas siguen sin aparecer y los culpables sin identificar. Descolgar las banderas del Ayuntamiento es un delito tipificado en el código penal con penas de cárcel. De hecho, en el municipio vecino de Terrassa, un joven llamado Francesc Argemí Anglada y más conocido como ‘Franki’ entró en prisión en 2008 por haber descolgado la bandera de España del consistorio egarense en 2002. Aquel individuo fue identificado y denunciado a las autoridades. En el caso de las banderas de Matadepera, la autoría del delito sigue siendo un misterio que no tiene pinta de resolverse.