Pamplona vive estos días una campaña anónima en contra de los miembros de la Manada, el grupo de cinco jóvenes sevillanos que desde el lunes 13 de noviembre se sientan en el banquillo de los acusados por la presunta violación de una chica de 18 años. La víctima denunció los hechos la madrugada del 7 de julio de 2016, primer día de los Sanfermínes del pasado año. A las pocas horas un juez los envió a prisión sin fianza.
A principios de esta semana aparecieron repartidos por varios puntos de la capital navarra carteles con los rostros de los presuntos violadores junto a lemas como "si tocáis a una respondemos todas" o "pena máxima para los cinco".
Sin embargo, durante la tarde de este jueves alguien colgó cinco muñecos envueltos en plástico de color blanco en un puente que cruza por encima de una carretera. Junto a ellos había una pancarta con la palabra 'justizia' (escrita en euskera). Sobre esta estaban las fotos de los cinco acusados, José Angel Prenda, el guardia civil Antonio Manuel Guerrero Escudero, Ángel Boza, Jesús Escudero y el militar Alfonso Cabezuelo Entrena. La Fiscalía reclama para cada uno de ellos 22 años y 10 meses de prisión.
Dicha imagen circula por grupos de Whatsapp durante las últimas horas. Los cinco muñecos que representan un ahorcamiento grupal aparecieron en un puente del barrio pamplonés de San Juan. A última hora de la noche de ayer la Policía Local de Pamplona retiró la performance.
Según publicaba El Confidencial, en varios parques de la ciudad pamplonesa aparecieron carteles pegados en troncos de árboles con los rostros de los encausados y la frase "No queremos violadores en las calles".
Protesta mientras comparecían
Este pasado miércoles, mientras los cinco acusados comparecían ante el tribunal que los ha de juzgar, varios centenares de personas también se manifestaron frente a la Audiencia de Navarra para defender a la víctima de la supuesta violación. Al grito de 'Yo sí te creo' o de 'Nosotras somos la Manada', obligaron al juez a detener la sesión del juicio durante una hora.
La aparición de estas imágenes se suma a la otra campaña impulsada en las redes sociales para viralizar los rostros de los cinco encausados tras la petición de sus abogados de preservar su identidad durante el juicio.
La gente está usando plataformas como Twitter, WhatsApp o Facebook para, entre otras cosas, denunciar la estrategia de la defensa de los acusados de espiar a la denunciante contratando un detective que la siguió durante los días posteriores a su denuncia.