El Ayuntamiento de Ullastrell dice que se va de España. Que ya se está yendo. Que ya se ha ido. Se acaban de autoproclamar pueblo fuera de España. Por eso lo han puesto en la puerta, para que se vea. A la entrada al pueblo hay un cartel en el que pone 'Ullastrell'. Justo debajo se acaba de incorporar otro en el que se puede leer 'Municipi de la República Catalana'. Esta placa ha sido pagada con dinero público y la decisión no ha pasado por pleno, ni ha sido consultada con nadie.
Esta medida ha sido tomada de forma unilateral por el gobierno local, formado por siete concejales de Esquerra y la regidora Mercè Rodó; una histórica del PSC que rompió su carnet del partido el día del referéndum del 1 de octubre. Fue su forma de protestar. Renunció a su filiación socialista, pero no a su acta de concejal.
La entrada al colegio se llama “Subida 1 de octubre”
No es el único cartel separatista que ha instalado el gobierno del pueblo en los últimos días. Ahora, la entrada al colegioen el que se votó el referéndum ilegal se llama 'Pujada de l'1 d'octubre” (Subida del 1 de octubre). Allí mismo se ha instalado una placa en la que se puede leer (en catalán) lo siguiente:
“En esta subida, los vecinos y vecinas de Ullastrell defendieron el colegio electoral del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre de 2017. Resultado: 1236 Sí – 93 No – 23 En blanco”.
Extraña no obstante lo de la defensa del colegio. ¿Es que acaso hubo altercados en Ullastrell el 1 de octubre? ¿Alguna carga policial tal vez? Contesta el alcalde: “No, aquí no pasó nada. Pero sí que pasó en el pueblo de Castellbisbal, que está cerca. También en el de Sabadell. Podría haber pasado aquí. Es lo mismo que sucede con los presos políticos: Oriol Junqueras está en la cárcel por hacer lo mismo que hubiera hecho yo en su lugar. Así que yo también podría ser el que estuviese en la cárcel. Nos podría haber pasado a cualquiera. Han empleado la violencia contra todos nosotros, y eso es algo con lo que yo me levanto y me acuesto cada día”, concluye.
Con dinero público y sin consultar
La instalación de las placas no ha pasado por pleno, ni ha sido consultada a la ciudadanía. Se trata de una medida unilateral que han decidido entre los miembros del gobierno local. El alcalde, Joan Ballbé (ERC), confirma que “sí, la hemos pagado con dinero público; con fondos del Ayuntamiento. No sé cuánto habrán costado, pero creo que no haya pasado de los 200 euros”, explica con orgullo, porque entiende que esa medida representa al pueblo: “Aquí en Ullastrell nadie ha protestado; ni siquiera el dueño de la casa de enfrente, que tiene una bandera de España puesta. Al contrario: recibimos decenas de mensajes al móvil que nos felicitan y nos dicen que da gusto entrar a un pueblo que se pronuncia tan claramente a favor de la independencia”.
No obstante, nadie en el municipio cree que a la oposición le parezca mal la medida, porque está formada por dos concejales de PDCat (partido independentista) y un regidor de un partido local que siempre ha votado a favor de todas las mociones relacionadas con el derecho a decidir. De hecho, nadie en el pueblo ha entrado ninguna moción en el Ayuntamiento para que se retiren dichas placas. “Yo no puedo hablar por boca de ellos, pero aquí nadie ha protestado”, reitera el alcalde.
No hay bandera de España desde hace 10 años
¿Significa esto que se sienten fuera de la legalidad española? Joan Ballbé dice que es tan sólo una cuestión simbólica. “Tan simbólica como lo de poner un lazo amarillo en la puerta del Ayuntamiento, de esos que ha prohibido la junta electoral a petición del PSC. Ahí se va a quedar el lazo amarillo aunque lo prohiban. Tan simbólico como que en el Ayuntamiento no tenemos puesta la bandera de España desde hace 10 años”; asevera Ballbé, que cree que ese tipo de gestos “son necesarios para protestar contra un gobierno que apresa y apaliza a gente por sus ideas y por poner unas urnas”.
Ullastrell un pueblo de 2 mil habitantes en los que ni PP, ni Ciudadanos, ni los comunes, ni (ahora) los socialistas tienen representación. Allí se ha votado siempre en cuestiones relacionadas con la independencia. “Votamos en la primera consulta, la de 2009. También votamos en 2014. Y lo hemos hecho en 2017. No le tenemos miedo a las urnas, como sí que parece que le tienen miedo los españoles”, sentencia el concejal Jaume Puig, de ERC.
“Si quitan la placa… algo haremos”
Tampoco le tienen miedo a que vengan a quitar la placa. “A lo único que yo le tengo miedo es a fallarle a mi pueblo. Estamos recibiendo muchas felicitaciones por lo que hemos hecho, Lo único que nos interesa es estar a la altura de nuestros habitantes. Si nos mandan quitarla, no la quitaremos. Si viene la policía y la quita, no usaremos la violencia porque no es lo que nosotros defendemos, pero algo haremos”.
Ullastrell no es el único pueblo que ha tomado esta medida. También Sant Fruitós de Bages (Barcelona) y Esterri d'Aneu (Lleida) han colocado, en sus respectivas entradas, placas iguales, del mismo tamaño y con la misma tipografía. Se entiende que, también, pagadas con dinero público.