Un progenitor del centro escolar recurre a EL ESPAÑOL para dar a conocer que se está estrechando el cerco sobre los niños que denuncian sufrir 'bullying'. "Hay que tener cuidado, porque te señalan”. Sobre la niña tinerfeña corren bulos: la dirección del colegio afirma que sufría anorexia.
“Todo el mundo sabía la situación de bullying que se vive en el colegio. Más en los últimos años. Pero aquí no se puede hablar. Todo se cuenta, todo se conoce. Hay que tener cuidado, porque te señalan”.
Está siendo un mes sumamente difícil para algunos compañeros del colegio de Zulima. Han pasado cuatro semanas desde que, desesperada, esta niña tinerfeña, que sólo sumaba dieciséis años, optara por quitarse la vida dada la situación de acoso que vivía. Pero lo que reconcome a sus compañeros, a sus amigos, es que su muerte haya sido en vano. Porque parece que, para la dirección del colegio, Zulima jamás existió.
Apunta a ser un problema endémico en su centro escolar, el Pureza de María de Santa Cruz de Tenerife. Tanto, que un progenitor ha acudido a esta reportera de EL ESPAÑOL para denunciar la situación que se vive entre las paredes del colegio. No quiere dar ningún detalle de su identidad con tal de preservarla. Tiene miedo de que el cerco se estreche sobre su vástago. Como sucedió con la niña Zulima.
“Desde el colegio acentúan que Zulima estaba 'malita', pero no es así. Es completamente falso”, expone. La joven canaria, que tenía una discapacidad física -le faltaba una de las piernas a raíz de una amputación-, sufría burlas por su prótesis ortopédica. Pero no tenía ninguna enfermedad, según enfatiza la fuente.
La directora del colegio, la Hermana Carmen Teresa Vilar, a preguntas de la reportera, niega este extremo. Asegura que Zulima tenía anorexia y que ése fue el origen de la fatal decisión.
Faltaba a clase por vergüenza
Zulima era una niña alegre e inocente. Pero la chica, que actualmente cursaba cuarto de la ESO, no era feliz. Ir a clase, una actividad que otrora le había supuesto grandes momentos de diversión, se había convertido en un suplicio. “Ella estaba faltando porque le daba vergüenza ir a clase”, relata, angustiada, la fuente.
El acoso llegó a extremos insoportables. Las risas, las burlas ya no se quedaban entre los muros del colegio: a Zulima una compañera la trataba de ridiculizar a través de Instagram. La niña, hija de una conocida familia hindú de Santa Cruz de Tenerife, subió una fotografía de la prótesis de su compañera. En ella se valía de una opción que da la red social de subir las imágenes durante 24 horas y poner una encuesta en la misma. Según la fuente, la pregunta era ¿Te la follarías? Sí o no. La directora del colegio sólo afirma que la frase “no era respetuosa”.
Por eso, la dirección del centro actuó: expulsó a la acosadora durante tres días e hizo desaparecer la imagen de la aplicación.
La Hermana Carmen Teresa Vilar explica qué motivó esa decisión. “Fue una acción puntual en el que una alumna con una fotografía que le había hecho ella a la menor posando. Porque era posando, no era de su prótesis ni nada, eso es una mentira”. También, que ellos, que hacían “un seguimiento muy cercano” a Zulima, jamás supieron que sufría acoso.
ー¿Y, si era posando, por qué la dirección del centro decidió expulsar a la otra alumna?
ーEso lo puso la otra alumna en Instagram en un momento determinado. Si tomamos la medida -que no fue una expulsión, fue una sanción de dos días- fue porque los tutores de la niña lo consideraron así. Yo la fotografía no la vi, lo resolvieron los tutores. El bullying está considerado un acoso constante y permanente. Esto era puntual. Nosotros estamos muy pendientes de los niños, esto era una cosa puntual.
Zulima, de hecho, no tenía cuenta de Instagram ni utilizaba mucho internet, según ha podido saber la reportera. Se enteró por compañeros, los mismos que dieron aviso a la dirección del centro. El resultado ya se sabe, la mencionada sanción.
Un colegio "bien" con mala fama
“El colegio no tiene nada buena fama con respecto al bullying a pesar de ser de gente bien. Cuando se ha sospechado que ha habido un caso de acoso, e incluso ante la evidencia, desde la dirección siempre se ha optado por silenciarlo más que por sacarlo a la luz”, cuenta la madre de un menor del centro que sufrió bullying hace tres años.
Así, el lunes 20 de noviembre, a las pocas horas de que Zulima decidiera quitarse la vida, la dirección de este colegio decidió echar balones fuera y emitir un comunicado por la megafonía del centro, al que tuvo acceso este periódico, en el que relacionaban la fatal noticia con que “la alumna sufría una enfermedad que le ha llevado a esta situación, además de graves problemas personales”. Que la chica “ha expresado, en diversas ocasiones, su gratitud hacia el profesorado, el equipo de coordinación y de tutores por la dedicación y el acompañamiento que se le ha procurado”. Que Zulima "ha contado en todo momento, y durante años, con el seguimiento cercano del Departamento de Orientación". Que se ruega "una oración por el descanso" de la chica. Que ellos, en definitiva, no tienen nada que ver con el acoso que sufría la menor.
Un mes después poco han cambiado las cosas. “Me da rabia. Hacen como que no hubiera existido Zulima, que nunca hubiera pasado por allí”, cuenta el progenitor que se puso en contacto con este periódico. “Faltan valores en el Pureza. Mantiene la fama porque es de gente de bien, porque van los hijos de las familias de jueces y altos funcionarios de Santa Cruz. Pero te señalan con el dedo si estás denunciando. La lucha que podemos hacer los padres contra eso es mínima”.
Zulima ya no estará nunca más sentada en esas aulas. Pero los acosadores ya tienen nuevas víctimas en el Pureza, según la fuente. Su única esperanza, la justicia. “A ver si conseguimos que se quiten los que hacen bullying a los demás ese halo de impunidad”.