La suerte del sorteo del Gordo de la Navidad ha viajado hasta la localidad sevillana de Lebrija para repartir un quinto premio entre los 800 gitanos que forman la Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Ecce Homo y Nuestra Señora del Mayor Dolor. El número agraciado es el 37.872 y está premiado con 6.000 euros.
Su hermano mayor se llama Juan José Vargas. Cuenta que la hermandad que él dirige es muy querida en Lebrija y que llevan 20 años suscritos al mismo número. "Hemos vendido más de 1.000 décimos. La mayoría de nuestros hermanos, por no decirte todos, llevan al menos uno. Ha sido una alegría muy grande para todos nosotros", explica a EL ESPAÑOL apenas una hora después de ver salir el 37.872 del bombo del sorteo de la Lotería que se celebra este viernes en Madrid.
Juan José compró cinco décimos y los repartió entre sus cinco hijos. Ahora les ha tocado a todos gracias a la bondad de su padre. También han sido agraciados todos sus hermanos, sus cuñados... "No es gran cosa, pero a mucha gente que lo está pasando mal seguro que le viene de lujo. Y a nadie le amarga un dulce, y mucho menos en Navidad".
En 2018 la Hermandad Nuestro Padre Jesús del Ecce Homo y Nuestra Señora del Mayor Dolor cumple 50 años procesionando ininterrumpidamente por las calles de Lebrija. Aunque su origen data del siglo XXVIII, desde 1969 no han dejado de salir en Semana Santa. "Parece que nuestro cristo nos ha dado la suerte para un año próximo que va a ser especial", dice Juan José, emocionado.
El padre de Moisés le ha despertado para darle la noticia
Moisés Vargas, de 29 años, es miembro de dicha hermandad. Cuando coge el teléfono de fondo se escucha algarabía, canciones y palmas. En ese momento, sobre las 12.30 de la tarde, está celebrando con sus hermanos en un bar donde suelen reunirse los gitanos de Lebrija. Él también tiene un décimo premiado con 6.000 euros.
Moisés cuenta que se ha enterado de que había sido agraciado cuando aún estaba durmiendo. Su hijo ha pasado sin dormir toda la noche por culpa de la fiebre y él aún estaba en la cama cuando su padre le ha llamado para darle la noticia. "Es la mejor forma de despertar que te puedas imaginar", dice eufórico.
Una jornalera del pueblo vecino que recogía calabazas
Los décimos premiados también han viajado hasta el pueblo vecino, El Cuervo, situado a una decena de kilómetros de Lebrija. Ambas localidades tienen mucha vinculación familiar y comercial, por lo que muchos cuerveños compraron también el 37.872. Entre los agraciados hay amas de casa, la dueña de una floristería, una churrerra...
Precisamente, Josefa Vargas tiene una churrería en la localidad cuerveña, aunque este viernes, "como entre semana la cosa está más floja", estaba trabajando en el campo en la recogida de la calabaza. En pleno tajo se ha enterado de que el décimo que reparte su hermandad era el premiado. Se lo ha dicho una compañera, aunque pensaba que le estaba tomando el pelo. "Nos ha tocado a mis tres hermanos y a mí. Somos miembros de la hermandad desde recién nacidos. Ahora podré ayudar a mi hija a que termine su carrera".