Ana Belén Abuín Gey está desolada. La Guardia Civil encontró el domingo el cadáver desnudo de Diana Quer en un viejo almacén situado en una de las calles en las que creció con su familia, donde echó a andar y donde aprendió la vida por primera vez. Su hermano también se forjó allí como persona. Una persona de la que ya queda poco. Es 31 de diciembre de 2017. Esta misma mañana, bien temprano, Ana Belén se ha enterado de que el asesino de la joven era él, Quique, José Enrique Abuín Gey, 'El Chicle'.
Tras derrumbarse en la madrugada del sábado, el autor confeso del crimen ha perdido la poca confianza que su familia tenía depositada en él.
Ahora, Ana Belén y su hermana María relatan a EL ESPAÑOL cómo vivió la familia la caída del velo que ha descubierto la verdadera identidad de Enrique Abuín, ya un monstruo y "un miserable" a ojos de su familia y de toda la sociedad: “Son momentos muy duros. La familia no va a defenderlo. No sabíamos nada ni nunca sospechamos nada. Lo creíamos inocente hasta que supimos la verdad”.
“Tiene que pagar por lo que hizo”
Ana Belén no quiere cámaras y tampoco fotos. Como para quererlas. La vergüenza desborda a los Abuín Gey. Hace días que no salen de casa, dice. No se atreven a ir con la cabeza levantada por el pueblo después de que se haya desvelado lo que hizo su hermano el 22 de agosto de 2016 y los 500 días posteriores. Quién sabe si antes también ejerció la violencia de la misma forma que con la joven madrileña de 18 años. La UCO ya lo está investigando.
Lo peor para Ana Belén es ver cómo está repercutiendo todo en la salud de la familia. La mañana del domingo 31 de diciembre, Ana Belén Abuín Gey llama a una ambulancia y pide que se acerque a la casa de su tía en Rianxo. La mujer entra en shock antes de que lleguen los sanitarios, que la recogen y la transportan hasta el centro médico de día. Allí le suministran unos tranquilizantes. La parroquia de Asados, en la que vive toda la familia, se encuentra en plena revolución. El cadáver desnudo de Diana Quer acaba de aparecer en un aljibe lleno de agua a menos de 200 metros de la casa familiar donde todos los hermanos nacieron. Donde se crió 'El Chicle'.
“Tiene que pagar por lo que hizo. Es muy duro para la familia de Diana, y tanto yo como los míos le damos apoyo. Y mi hermano, que lo pague”. Ana Belén y otros miembros de su familia trabajan en la zona en distintas fábricas de la industria conservera. Su trabajo es como el de muchos otros trabajadores de una zona que vive de lo que ofrece el mar cada mañana.
Enrique llevaba toda la vida viendo frente a la casa de sus padres ese enorme almacén que un día fue la fábrica local de gaseosas La Pitusa. “Conocía bien el sitio. Se había criado a tan solo unos pocos metros junto al resto de sus hermanos”, relata Ana Belén.
'El Chicle' era la nota discordante dentro de la familia: repartidor ilegal de marisco y gasóleo a domicilio, adicto al running, en ocasiones trabajador, como los días en los que se empleó en un taller de la zona como mecánico de coches. Eso fue durante un breve lapso de tiempo: acabó desapareciendo con uno de los vehículos. Le despidieron al momento.
Su cara b también tenía que ver con el tráfico de drogas del clan de su tío, el clan de Os Fanchos. También entonces las hizo pasar canutas a quienes le querían y le apreciaban. Salió condenado en aquel entonces por la descarga de un alijo en 2007. En casa de sus padres, en Asados, el pequeño clan local de narcos había escondido 17 kilos de cocaína que luego la Guardia Civil encontró.
Ni siquiera era del agrado en ese mundo sórdido de quienes lo gobernaban y partían el bacalao. Después de que les atrapasen a todos, 'El Chicle' colaboró con las autoridades y delató a su tío con la esperanza de no acabar entre rejas. Pasó cuatro meses en prisión provisional y le cayeron más de dos años de cárcel que no ha cumplido todavía.
-¿Cuando trapicheaba con droga, durante todos estos años, qué le decían?
-Cuando lo cogieron y estuvo preso, yo no fui a verlo; le dije que si lo cogían por eso no iría a verle a la cárcel porque el que con fuego juega, con fuego se quema. Y no fui. Pero él nunca hizo caso a nadie.
"Estamos muy avergonzados"
Los padres de 'El Chicle' no salen de su casa de Asados desde el sábado. Ese día, las calles aledañas a la vivienda se convirtieron en un hervidero de vecinos que se reunieron para increpar al asesino confeso y para repudiar un crimen machista que ha desolado a una villa marinera tranquila y apacible. “Están mal, muy mal. Yo solo espero que con esto no entren en depresión, ni mi madre ni mi padre ni nadie de la familia, es un golpe muy duro. No sabemos qué decir. Estamos muy avergonzados y no tenemos palabras”. Ana Belén transmite el estado de ánimo de una familia rota en mil pequeños trozos por la perversión de uno de sus hijos.
En Rianxo todo es consternación y más dentro de la casa de la familia de Abuín, que se dirige así a los Quer: “Solo decirles que lo sentimos mucho y que su hija no tenía que haber pasado por esto porque a mí me quitan a una hermana así, de esa manera, y no sé cómo lo llevaría. Estamos muy avergonzados".
El silencio de la familia de la esposa de 'El Chicle'
Mientras, la familia de Rosario Rodríguez Fraga se mantiene en silencio. Esta misma mañana, la UCO volvió a explicar cómo la mujer sostuvo la coartada de 'El Chicle' en el primer interrogatorio que se le realizó el año pasado. Este sábado, el cuento era otro diferente. Cuando la mujer confesó que aquella coartada era falsa, la terminaron dejando en libertad. Horas después, esa misma noche, los agentes volvieron sobre Abuín Gey y le mostraron la revelación de su mujer. Ahí definitivamente se derrumbó. A las dos menos veinte de la madrugada les dijo a los agentes en la Comandancia de A Coruña que les iba a llevar hasta donde estaba el cuerpo de Diana.
La mujer del autor confeso ha resultado fundamental para la resolución policial del caso. Que se sepa, la familia de Rosario no tiene, como la de su marido, ninguna relación con clanes de droga locales o de otros turbios negocios. Se trata de un grupo social apacible y tranquilo.
Sin embargo, Rosario no fue la única que le encubrió con respecto a lo ocurrido en A Pobra el 22 de agosto de 2016. “Es muy duro, nos duele mucho porque no esperas algo así. Hubo un cuñado de él que le encubrió. Se trata del cuñado de su mujer, el marido de una de sus hermanas. Esa hermana también le encubrió. Enrique tiene que pagar por lo que hizo”, señala su hermana.
Ambas familias apenas tienen trato entre sí. La de 'El Chicle' vivía en Rianxo y la de Rosario en Catoira, que son municipios vecinos de la misma región. Sin embargo, tan solo coincidían en los cumpleaños de la hija de ambos, de unos diez años, que vivía con los abuelos maternos.
Esa misma familia repudió y no apoyó a la hermana gemela de Rosario cuando denunció, en 2005, que Enrique la había violado. Rosario le protegió a él, sus padres no le creyeron ni tampoco la respaldaron. La joven acabó retirando la denuncia. Chicle quedó libre de toda culpa, judicialmente hablando. Ahora las miradas de todos en la familia de ella se dirigen a ese suceso del pasado.
“Es un asesino”
Decenas de carteles en contra de la violencia machista plagan estos días las calles empedradas del centro de Rianxo. Más abajo, a la orilla de la ría de Arousa, casi bañándose en el mar, hay una mujer descalza, esculpida en bronce y que sostiene una cesta de peces en la cabeza. Está ahí desde hace 15 años, obra del artista ourensano Manuel García de Buciños. Es la Rianxeira, la personificación de ese famoso canto popular cuya letra pocos desconocen y que hace referencia a algo hermoso aquí: la reivindicación de la mujer, de la mujer gallega, libre, de la trabajadora del mar, esencia y fuerza de la tierra. Esta tarde llueve y la mujer de bronce parece que llora.
El sábado por la mañana 'El Chicle' todavía no ha confesado. En ese momento, sus padres y sus hermanos le respaldan. Por ejemplo, su hermana María, cuando habla con EL ESPAÑOL. Son las siete menos cuarto de la tarde, llueve en Rianxo, la Guardia Civil registra la casa de 'El Chicle' y este se encuentra ya detenido como principal sospechoso. Todavía no ha dado el brazo a torcer a los agentes.
-La familia, mal, destrozada. Pero el tiempo dirá todo -dice a EL ESPAÑOL-.
-¿Cree que es inocente?
-Mi hermano no es capaz de matar a nadie. Yo no sé nada. La verdad saldrá a la luz. Que hable la justicia. Que la justicia haga lo que tenga que hacer.
Tres días después, el martes por la tarde, la situación da un giro de 180 grados. 'El Chicle' confiesa, explica a los agentes cómo estranguló y maniató a Diana Quer. La Guardia Civil halla en el pozo el cuerpo de la joven con dos bloques de hormigón atados a sus piernas. También hay varias bridas de plástico. El cadáver de la joven está, pese a los 500 días que han transcurrido desde su muerte y desaparición, conservado en un estado que va a permitir a los forenses saber muchas cosas.
En los últimos días, María lleva recibiendo por las redes sociales cientos de mensajes de todo tipo de personas a las que no conoce. En todos ellos la increpan y la señalan, como si tuviera algo que ver -"Que asco de familia", "Quedasteis marcados de por vida" vomitan algunos en su perfil de Facebook- con el horrible crimen de su hermano. Pero María no quiere saber nada de él.
-Es un monstruo. Es un asesino y punto. Es mi forma de pensar. Que pague. No me da pena ninguna.
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