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La mandíbula de una adolescente muerta hace 25 años. Es lo que se ha encontrado en un pantano de La Población de Yuso (Cantabria). Ahora toca esperar las pruebas de ADN, pero las familias de Virginia Guerrero y Manuela Torres, ya están alerta. Son las dos adolescentes de Aguilar de Campoo que desaparecieron hace 25 años.
"No vamos a hacer declaraciones hasta que no haya resultados de los análisis", se disculpa Emilio Guerrero, hermano de Virginia y portavoz de la familia. Probablemente dichos resultados se conozcan a principios de la próxima semana. "Hasta entonces, respeten el dolor de la familia. Llevamos un calvario de 25 años. Podremos esperar unos días más", pide Karima Bougeffa, la madre de Manuela, que asegura que se enteró del hallazgo "leyendo la prensa. Me saltó una publicación en Facebook con una foto de una mandíbula y decía que podía ser mi hija. No se pueden publicar esas cosas sin contrastar. No se imaginan el dolor de unos padres", se queja.
Las familias de las niñas se enteraron del hallazgo por la prensa el pasado jueves y enseguida se pusieron en contacto con la Guardia Civil. El Juzgado único de Reinosa, según informa Diario Palentino, esperará los resultados de ADN que se están llevando a cabo estos días, para reabrir el caso.
La Población de Yuso es una pequeña pedanía cántabra de poco más de 130 habitantes a orillas del Embalse del Ebro, un enorme pantano que suministra agua a toda Cantabria. Se inauguró en 1952 y dividió en dos el pueblo. Bajo sus aguas quedó sumergido parte del patrimonio de La Población, como un viejo cementerio. El pasado 12 de octubre, unos vecinos que paseaban por la presa hallaron esos restos humanos.
La Guardia Civil de Torrelavega acudió a su llamada. En un primer momento consideraron que serían restos procedentes del viejo cementerio, pero los primeros análisis lo descartan: apuntan a que serían los restos de una chica de entre 13 y 16 años fallecida hace un cuarto de siglo.
La Población de Yuso se encuentra a 53 kilómetros de Aguilar de Campoo, el municipio en el que desaparecieron hace 25 años Virginia y Manuela, que fueron vistas por última vez a la salida de una discoteca del pueblo.