A María Fernanda Álvarez Pérez le han hecho la “faena” del año. Al menos, así lo reconocen en su entorno cercano en Ribeira, donde tiene su despacho desde hace más de 20 años. Es a ella a quien le ha tocado, por lista de turno de abogado de oficio, ejercer la defensa de José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, asesino confeso de Diana Quer. Después de que Ramón Sierra abandonase la defensa del criminal, ningún otro letrado ha accedido a hacerse cargo de su defensa. La papeleta ha ido directamente a caer en el despacho que Fernanda tiene en la calle Uxío Novoneyra, en el centro histórico de la bella localidad de la comarca de O Barbanza. No hay otra opción.
Sin embargo, Álvarez se trata de una gran profesional del Derecho, tal y como aseguran a EL ESPAÑOL fuentes cercanas a su entorno. Pese a estar firmemente comprometida contra la violencia machista, asumirá el caso. Durante muchos años ha defendido siempre a los más débiles, a aquellos desamparados ante las injusticias.
El día antes de que se hiciera público que iba a ser designada como letrada de El Chicle, María Fernanda destacaba el enorme nivel de profesionalidad de todos los abogados del Partido Judicial de Ribeira, del cual ella misma es la presidenta. Luego llegó la noticia. Nunca habría imaginado que llegaría a su despacho un caso de esa magnitud. Y menos que le tocase defender al criminal.
Fernanda es una abogada de larga trayectoria en la profesión. Es de A Coruña, donde estudió Derecho entre los años 1984 y 1989. Después sacó allí las oposiciones. Comenzó a ejercer a principios de los 90. A Ribeira llegó pocos tiempo después, casi al final del siglo, y ya se quedó hasta el día de hoy. Conoce el pueblo como si hubiera nacido en él: sus calles, las dunas de Corrubedo, el faro, Axeitos, el paseo del Malecón, etc. Ya nunca se quiso volver.
Ahora, Fernanda es una de las más reconocidas juristas de la capital de la provincia. Desde hace cuatro años forma parte del exclusivo grupo de cinco miembros que forman la directiva del Colegio de Abogados de A Coruña. Se trata, además, de una de las juristas más antiguas de la región. Y eso que sobrepasa por poco la cincuentena. Y también de los juzgados de Ribeira, donde se está llevando el caso.
Allí podía haberle tocado casi a cualquiera. Ello es así porque, debido a los delitos de El Chicle, existen varios parámetros que deben cumplirse. El más importante es que el letrado que le defienda debe llevar, al menos, cinco años ejerciendo como tal. Y ella lo cumple a la perfección.
Álvarez es una abogada de sobrada experiencia y con una dilatada trayectoria. En 2005 fue elegida como decana de todos los abogados de Ribeira. Y ahí sigue desde entonces. Allí, en la localidad en la que lleva 20 años instalada, montó con su marido, también abogado un bufete en el que llevan todo tipo de casos.
El suyo es un despacho multidisciplinar en el que ella y Manuel gestionan procesos relacionados con: derecho contencioso-administrativo (por ejemplo, casos de contratos, despidos…), derecho penal (violencía doméstica, casos de menores, impagos de pensiones), casos de herencias, de arrendamientos, etc. “Atención individualizada. Trato personal con el cliente”, detallan en el anuncio.
Universidad e hijos
La vida de Fernanda es de lo más atareada. Las reuniones con el colegio de abogados de Ribeira. Las reuniones con el Colegio e Abogados de A Coruña. Da clases de Deontología Profesional en el Master de Abogacía de la Universidad de A Coruña. Los casos que gestiona desde el bufete que comparte con su marido. Pasar tiempo con sus dos hijos, una niña de 20 años, algo más de los que tenía Diana Quer cuando Abuín la secuestró, y un joven de 14. A ambos los quiere con locura.
Ella, sin embargo, puede perfectamente con todo. Y todavía encuentra tiempo libre. “Es muy buena persona. Es muy humilde y muy curranta, muy trabajadora”, aseguran a este periódico desde su entorno cercano.
Ahora le toca a ella gestionar la defensa de este un personaje que se ha convertido en un plato que pocos juristas quieren llevarse a la boca. La semana pasada, tras la confirmación de la autopsia, el abogado de El Chicle abandonó su defensa después de constatar que le había engañado sistemáticamente: "Para poder ejercer la defensa de un asunto penal es necesario creer total y honestamente lo que se hace, con pasión, y yo no puedo. Una vez que dejamos la defensa, habrá un montón de compañeros que se ofrecerán a ejercer la defensa".
¿Es posible renunciar a un representado cuando uno es abogado de oficio? Hay muy pocos supuestos en los que así pueda ser. Pocos letrados en la zona querrían hacerse cargo de El Chicle. Al menos así lo dicen algunos, siempre con la boca pequeña y sin querer revelar su identidad. Lo cierto es que todo ciudadano tiene derecho a defensa y, por tanto, el abogado de oficio al que le toca ha de aceptar el caso sí o sí.
Raro es el caso en el que se le permite al letrado renunciar a la defensa. Solo por un motivo personal y justo, según marca la ley de asistencia jurídica gratuita, se puede declinar la obligación que supone la representación del abogado de oficio en un juicio. Es muy complicado renunciar a esa defensa si te toca por el turno. Tendría que haber de por medio un conflicto de interés o un conflicto personal con el defendido. En este caso no lo hay. Fernanda, por tanto, no tendrá más remedio que asumir que será la abogada de El Chicle.
Este periódico ha podido saber cómo es Fernanda, al menos en las apreciaciones de su entorno local: que es una mujer “muy implicada en su trabajo”, que es de fiar, amiga de sus amigos. Afincada en Ribeira, gusta de sus calles empedradas, de las mañanas de vermú antes de la comida, una costumbre muy extendida en la pequeña y bella localidad que corona por el norte la ría de Arousa.
Este periódico se ha puesto en contacto con Fernanda Álvarez a través de su despacho. No ha querido hacer declaraciones al respecto.
Noticias relacionadas
- En el refugio del 'Chicle', el trapicheador de Rianxo sospechoso de secuestrar a Diana Quer
- El testimonio de la joven que escapó de 'El Chicle': "Estaba fuera del coche, esperando, con el maletero abierto"
- "Mi hermana Débora se parecía a Diana Quer. Queremos saber si la mató El Chicle"
- ‘El Chicle’, las tres vidas del monstruo: el “pringao” del cole, el delator y el asesino de Diana