"No sé cómo aguantaron tanto". Ocurrió este pasado fin de semana. Jugaban el Ribadedeva como local y el Nalón, de visitante. El partido terminó con empate a uno, pero el fútbol, tristemente, no fue el protagonista. El público local decidió tomarla con Asnake Wolde, el árbitro del encuentro, y con sus dos asistentes, Sonia Güeva Rodríguez y Aser Fernández de la peor forma posible: con el racismo y el machismo por delante. Con el primero de ellos, por el color de su piel. Con ella, por ser mujer.
Todo está recogido en el acto del partido de la jornada futbolera asturiana en la división de Regional Preferente. "Negro de mierda, qué puta pena que no se te pinchó la patera, puto negro de mierda, hijo de la gran puta", es uno de los insultos. No se detuvieron ahí: "Te debió joder la vista el salitre de la patera, negro de mierda, debes de pitar tan mal por la mierda de raza, puto negro", rebuznaron varios aficionados.
No fue una, ni dos veces. En el acta del partido, según el programa Tiempo de Juego, estos se produjeron en repetidas ocasiones. Asnake Wolde es un conocido árbitro de la zona en la categoría preferente asturiana. En el acta del partido, hizo constar también los insultos que recibieron sus asistentes, los linieres, Sonia y Aser. "Pasaron un auténico infierno desde el minuto uno".
"Estabas mejor fregando en tu casa"
A Sonia, un aficionado se le dirigió en los siguientes términos: "Mira a las bandas, hostia, que no sacan ni una bien. A ver, nena, nena, espabílate de una puta vez". O así: "Qué coño haces, vete a tu casa, subnormal, estabas mejor fregando en tu casa". "A lo largo del partido", cuenta el acta, la asistente recibió otras ofensas: "Céntrate en el partido, no tienes ni puta idea. Os habéis cargado el partido, vete para tu casa, pitáis como el culo, os cargáis el partido, solo venís para cobrar".
"Línea, y la putita esa de la otra banda que viene contigo, ¿cuánto cobra? Me la voy a llevar hoy para casa a la muy zorra". La frase iba dirigida al otro árbitro asistente, Aser Fernández, en referencia a su compañera. A Aser también le llegaron a decir, según el acta arbitral: "Me cago en tus putos muertos hijo de la gran puta, te vamos a arrancar la puta cabeza, me cago en el coño de tu puta madre".
Todo eso a lo largo del partido. No se detuvieron ni un instante en sus insultos. Al descanso, el Ribadedeva tenía el marcador 1-0 en contra a favor del Nalón. En ese momento, un aficionado del equipo local alzó la voz hacia los tres colegiados cuando se marchaban por el túnel de vestuarios. "Fijaros en las putas bandas, hostia, que estáis para algo joder, qué no estáis haciendo nada, hostia".
"Ningún directivo fue consciente de los insultos"
Entretanto, desde el club han emitido ya un comunicado a modo de respuesta. El Ribadedeva dice que en su campo "nunca se vieron comentarios de este tipo. Estamos sumamente apenados de que se pudieran haber realizado durante este partido, ya que ni el machismo ni el racismo tienen cabida en el Ribadedeva, donde esta temporada tenemos un jugador de color que no tuvo ningún problema ni en entrenamiento ni en partidos. En nuestra directia hay varias mujeres que tienen un puesto relevante dentro del club".
Desde el equipo se ha querido justificar que en "ningún momento del partido ningún directo fue consciente de tales insultos, solo en el momeno de recibir el acta nos vimos sorprendidos por los hechos relatados en el mismo".
Más adelante, el club señala al árbitro diciendo que los insultos "se podrían haber cortado si el árbitro se hubiera dirigido al delegado de campo avisando de tales hechos y desde luego en ese mismo instante se hubiera expulsado del recinto a cualquier persona que los hubiera realizado. Los energúmenos no tienen cabida en nuestro equipo".
"Queremos pedir disculpas al trío arbitral que pudieron ser motivo de estos insultos y asegurarles que intentaremos identificar al posible maltratador que los haya realizado para expulsarle como socio".
El Ribadedeva se encuentra clasificado en mitad de la tabla de Regional Preferente, y el Nalón, camina en la parte alta. Los visitantes fueron ganando casi todo el partido, desde que se adelantaron en el minuto 13, hasta que recibieron el tanto del empate en el 87. El árbitro expulsó a un jugador del equipo local y también a su entrenador. Enseñó siete cartones amarillos: dos a los jugadores del Ribadedeva y cinco a los del Nalón.