25 diciembre. Diez en punto de la noche. Una fina niebla cae como un manto sobre las calles desiertas de Boiro. La intersección entre la rúa do Cruceiro y la calle Bao forma una pequeña plaza de apenas 20 metros de diámetro. Una joven pasa por allí a esa hora cuando va al encuentro de sus amigos para tomar algo. Mientras camina, envía mensajes por whatsapp. En una de las esquinas de la plaza, pegado al lado de una peluquería, está aparcado un Alfa Romeo de color gris. Dentro está José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle, autor confeso del crimen de Diana Quer.
Es una plaza pequeña en la que hay varios edificios, algún que otro bar y una casa particular. Un poco más allá, siguiendo por la calle de O Cruceiro, pasando el bar Vegas, hay un pazo con una enorme reja de hierro. Tras ella, una cámara de vigilancia en la parte baja de la cuesta. Ahí quedó registrada la imagen de El Chicle en la noche de Navidad de este año, tratando de dar caza a su última víctima.
Este intento fallido de perpetrar un nuevo crimen fue el instante en el que El Chicle vio el principio del fin de sus días en libertad. Desde entonces, todo se precipitó hasta su detención y el hallazgo del cuerpo de Diana Quer 500 días después de su desaparición.
Cámara de vigilancia
Eran las 22:30 de la noche. Las cámaras del pazo captan el coche de Abuín deambulando por delante de esa calle y tratando de aparcar en ese lugar apartado de la zona vieja y alta de la localidad de Boiro. Sin embargo, no encuentra sitio. Hay muchos coches aparcados pero nadie en la calle.
Es entonces cuando las cámaras, según imágenes de Antena 3, captan cómo El Chicle termina aparcando más adelante, en el lateral de la plaza, al lado de una peluquería. Dos Diez minutos después, la víctima, la joven de Boiro, aparecía en la calle. La chica resistió con uñas y dientes los intentos de Abuín de introducirla en el maletero del vehículo.
Joven, morena y con el pelo largo. En su declaración, describió lo ocurrido: "Pude ver a un hombre apoyado en un coche gris, creo que era un Alfa Romeo. Al pasar por su lado el hombre me dijo que le diera el móvil y, como me negué, me agarró del cuello por detrás. Le dije que si quería le daba todo el dinero que llevaba, pero al negarme a darle el móvil el hombre me amenazó con clavarme el puñal si no me metía en el coche y le daba el teléfono". Los testigos que presenciaron la escena corroboran su versión: "Cuando llegamos lo vimos intentándola meter en el maletero".