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Es fácil reconocerle. Casi siempre traje, bufanda y corbata a cuadros. Mirada azul fuerte, espalda cuadrada. Es la sombra de Carles Puigdemont en Bruselas. También en Copenhague, si se tercia. Se llama Lluís Escola Miquel, sargento de escoltas de los Mossos d'Esquadra, último patriota de la difunta república. Dispuesto a sacrificar sus "vacaciones" para guardar las espaldas del expresident.
Su involuntaria puesta en portada coincidió con el viaje de los alcaldes independentistas a la capital belga vara de mando en mano. Era 7 de noviembre de 2017. Un periodista advirtió que Escola lucía una insignia que lo identificaba oficialmente como miembro de las fuerzas de seguridad del Estado. "No me saquéis, que me metéis en un follón, estoy de vacaciones". ¿Qué hacía un policía en Bruselas escoltando a Puigdemont cuando la Justicia española ya había dictado una orden de captura contra el dirigente catalán? ¿Quién lo pagaba?
Escola también apareció en la foto el día que acompañó al expresident a la presentación de un libro sobre Cataluña en la Guerra Civil. Y sigue formando parte de casi todas las imágenes que retratan la huida europea de Puigdemont. Allí está en el aeropuerto de Bruselas, entre los selfies de Copenhague, en el coloquio universitario, a la salida y a la entrada de las reuniones... "No es ningún cantamañanas, es un profesional serio, sabe muy bien lo que hace", le describen sus compañeros en conversación con este diario.
La investigación de Interior
El último 23 de noviembre, quince días después de que se detectara su actividad en Bruselas, era interrogado en una comisaría de Barcelona. La División de Asuntos Internos de los Mossos (DAI) le había abierto una Información Reservada (IR), el paso previo a la apertura del expediente. Un caso cuya resolución -tras la aplicación del artículo 155 en Cataluña- corresponde al ministerio del Interior.
Pero aquel interrogatorio ponía sobre la mesa una duda de mucho más calado que las meras "vacaciones" de Escola empleadas en cubrir a Puigdemont. A pesar de que no debería haber utilizado aquella insignia identificativa si realmente estaba "de libranza". ¿Ayudó este sargento de escoltas al expresident en su huida a Bruselas el pasado 29 de octubre?
La huida de Puigdemont
Es sábado 28 de octubre, primer día tras la fallida independencia de Cataluña. Puigdemont, todavía impune, se deja ver sonriente junto a su familia y amigos en Girona. El domingo desaparece del mapa. Y el lunes, por arte de magia, pasea por el centro de Bruselas. ¿Qué ocurrió aquel fin de semana? ¿Qué papel jugó Lluís Escola?
Este sargento de escoltas no estaba adscrito a la figura de Carles Puigdemont, pero según La Vanguardia, se dejó ver junto al expresident a las puertas de su domicilio a lo largo del sábado. El domingo guardó un coche no oficial en un aparcamiento cercano. ¿Fue Escola quien condujo el vehículo privado que llevó a Puigdemont hasta el aeropuerto de Marsella previo aterrizaje en Bruselas? Ese es el principal asunto abordado durante el interrogatorio de mediados de noviembre.
Pero el misterio, lejos de aclararse, ha ido in crescendo. Aunque Escola viajó a Bélgica disfrutando de sus vacaciones, ¿en calidad de qué trabaja ahora? ¿Está recibiendo algún sueldo a cambio? En este caso, sí que se produciría una incompatibilidad, un rejonazo al reglamento. Algo que no ocurriría si este sargento de escoltas todavía hiciera uso de sus días libres, habiendo renunciado a la placa y a la pistola. Entonces colea la insignia oficial que utilizó aquel día en Bruselas, la misma que le delató. Han pasado más de dos meses desde el primer servicio internacional prestado por Escola al expresident.
¿Quién es Lluís Escola Miquel?
Mucho se ha especulado con el nexo de unión entre Puigdemont y su actual escolta, que trabaja ayudado por otros guardaespaldas de nacionalidad belga. Hay quien apunta a Artur Mas como amigo en común. En plena cincuentena, es uno de los rostros ineludibles de la camarilla del expresident. El otro es el de Jaume Matamala, apodado Jami, un empresario dedicado a las ferias alimenticias y de producto que no se ha separado del dirigente catalán durante su periplo europeo.
Xavier Martorell es otro de los nombres clave a la hora de trazar la semblanza de Lluís Escola. Este ex director general de los Mossos y luego alto cargo en los Ejecutivos de Artur Mas fichó al actual escolta de Puigdemont cuando ingresó en la estructura de mando del Fútbol Club Barcelona. Martorell fue quien mostró la intención de "crear el CNI catalán".
Tras solicitar una excedencia, Escola se ocupó de blindar a las grandes estrellas azulgranas. Acabado el mandato de Joan Laporta, y por ende el de Martorell, el ahora protector del candidato de Junts Per Catalunya regresó a las comisarias para convertirse en sargento de escoltas.
Cuando se resuelva el expediente en manos de Interior, se dilucidará si Lluís Escola pudo, puede o podrá seguir escoltando a Carles Puigdemont.