Una soldado destinada en el cuartel aéreo de Antequera (Málaga) ha denunciado -hasta en tres ocasiones- haber sido drogada y violada por varios compañeros suyos en el propias dependencias militares. Los hechos denunciados tuvieron lugar el pasado 10 de diciembre -Día de la Patrona del Ejército del Aire-, cuando la soldado volvió al cuartel tras una noche entre cervezas "que tenían un sabor amargo": ha dado positivo en el test de detección de sustancias de abuso.
La soldado militar ha presentado tres denuncias distintas a medida que, según relata, ha ido recordando lo sucedido el pasado día 10 de diciembre. En la denuncia inicial, asegura que estuvo aquella tarde celebrando el día de la Patrona Virgen Loreto con unos compañeros. "Las cervezas tenían un sabor amargo pero no le di importancia en ese momento. Fui al baño y dejé mi botellín allí en la barra junto con mis compañeros el cabo mayor y el sargento primero", relata la soldado en la denuncia adelantada por Espejo Público.
La militar tenía "planeado" dormir esa noche en la habitación de una compañera pero esta, siempre según su relato, se fue sin darle las llaves. Sobre la una de la madrugada, llegó a la base militar con el cabo mayor que la acompañó "porque estaba un poco perjudicada".
"La habitación tenía la llave puesta en la puerta. El cabo mayor me puso el pijama y me acostó, luego se fue", recuerda. "Todo lo sé porque él me lo contó porque desde las 12 más o menos no me acuerdo de nada", añade.
A partir de ese momento, la denunciante de 'La Manada militar' dice "no recordar nada más, salvo ir al baño del cuartel de madrugada": "Me di cuenta de que tenía las medias puestas y me las quité".
Al día siguiente, en el que presentaba un "fuerte dolor de cabeza", habló con una de sus compañeras y el cabo mayor le contó lo ocurrido la noche anterior. Ambos le preguntan que si la habían drogado. El cabo mayor tenía un test de detección de drogas o sustancias de abuso, a lo que accede y realiza la soldado dando "resultado positivo en sustancias barbitúricos".
En una denuncia posterior, la soltado avisa que "poco a poco" le están viniendo recuerdos de lo que sucedió aquella noche. "Tengo vagos recuerdos, con la luz de mi habitación encendida, un hombre de tez morena me movía mientras me cogía del brazo y me decía cosas, no recuerdo de momento nada más".
"También recuerdo a otro hombre, con una respiración muy profunda, notaba el contacto en su costado izquierdo y su cara era muy desagradable. Puede ser que eso me hiciera el moratón en el pecho izquierdo y el bulto en el labio. Creo que la habitación estaba a oscuras", sentencia. "Me sentí como un cacho de carne".