Este viernes, la prisión permanente revisable volverá a ser la protagonista en el Congreso de los Diputados. Se trata de la máxima pena de privación de libertades para delitos especialmente graves contemplados actualmente en el Código Penal. El PP presenta una iniciativa para ampliar el número actual de supuestos de 8 a 11. De ese modo, otros delitos en los que concurra una especial gravedad puedan también penarse con esta condena.
El Código Penal fue reformado en 2015 con tan solo el respaldo del PP. Fue entonces cuando se incluyó esta pena para ciertos delitos. Los ocho supuestos en los que se aplica son: cuando la víctima del asesinato es menor de 16 años o especialmente vulnerable, cuando el asesinato se trata de un delito subsiguiente a un delito contra la libertad sexual, en los asesinatos múltiples, en delitos perpetrados por una organización criminal, en delitos contra la Corona, en delitos contra el derecho de gentes y en delitos de genocidio.
El Partido Popular ahora quiere que en ese listado estén incluidos otros tres crímenes de extrema gravedad: cuando el asesino trate de ocultar el cadáver de una persona o no colabore en el hallazgo, cuando el secuestro termine en asesinato, en los casos de los pirómanos que provoquen incendios a sabiendas de que exponen a la muerte a decenas de personas y aquellos en los que se utilizan elementos químicos o nucleares.
Siguiendo estas pautas, ¿qué criminales ya condenados se irían hoy a la reja con esta condena? El año pasado se aplicó esta pena por primera vez: se trata del caso de David Oubel, el parricida de Moraña que mató a sus dos hijos pequeños con una sierra radial. En los últimos días, se ha hablado de que el descuartizador de Pioz podría ser el segundo condenado de la historia por esta pena. El tercero, quién sabe, puede ser El Chicle, José Enrique Abuín. O no. Quién sabe. Depende de si mañana se incluyen o no estos supuestos. Unos supuestos nuevos en los que el PP se queda solo en su defensa, así como de la ley. ¿Qué pasaría con alguno de los casos más mediáticos en nuestro país en los últimos 30 años?
El Chicle
El cuerpo de Diana Quer estuvo oculto durante 500 días en una nave industrial en la parroquia de Asados (Rianxo), a decenas de metros de la casa en la que nació José Enrique Abuín Gey, alias El Chicle. Durante todo ese tiempo, jamás reveló el paradero del cuerpo de la joven madrileña de 18 años a la que mató en agosto de 2016.
Estos días, a la espera de los resultados finales de la autopsia, la condena de prisión permanente revisable sobre El Chicle solo sería efectiva en el supuesto de que se demuestre que Diana fue violada. La autopsia tiene que determinarlo y de eso dependerá los delitos que el juez le impute a Abuín. Sin el delito de violación, hasta ahorra en este caso no se podía pedir la prisión permanente revisable.
Sin embargo, entre los nuevos supuestos que se barajarán mañana en el Congreso de los Diputados, está el de ocultación del cuerpo. Este supondría un agravante que haría que, al final, El Chicle fuese condenado igualmente a esta pena por el crimen de Diana Quer.
Miguel Ricart
Miriam, Toñi y Desirée eran las niñas de Alcàsser. Desaparecieron el 13 de noviembre de 1992. Sus cuerpos se hallaron meses después, el 27 de enero de 1993. El asesinato de las tres chicas quedó desde entonces inserto en el imaginario social como uno de los más macabros hitos de la historial criminal reciente en España.
Miguel Ricart es, junto al desaparecido Antonio Anglés, el único culpable condenado por el brutal crimen perpetrado contra las niñas de Alcàsser. A Anglés se le perdió la pista el día que se hallaron los cuerpos y nunca se ha vuelto a conocer su paradero. Su localización es y ha sido uno de los principales misterios de las últimas décadas. No cumplió pena de cárcel. Por su parte, Ricart fue condenado a 170 años de prisión por rapto, violación y asesinato. En la sentencia se tuvo también en cuenta el agravante de ensañamiento y de despoblado. No cumplió ni un tercio de la condena.
Este sería uno de los casos en los que, con la aprobación de los nuevos supuestos, se aplicaría la prisión permanente revisable. Miguel Ricart fue excarcelado el 29 de noviembre de 2013 tras la derogación de la doctrina Parot, generando un gran revuelo a su alrededor debido a que solo había pasado 21 años encarcelado desde su detención. Durante meses, los cuerpos de las jóvenes asesinadas estuvieron en paradero desconocido. El suyo sería, por tanto, uno de esos casos que entrarían en los nuevos supuestos de la permanente revisable, en este caso por la ocultación del cuerpo.
Violador de La Paz
Pedro Luis Gallego, de 59 años, dos asesinatos y más de 18 violaciones a sus espaldas, era antes conocido como "el violador del ascensor". Tras salir de la cárcel en el año 2013, excarcelado también por la derogación de la doctrina Parot, estableció su nueva guarida en Segovia y volvió a actuar. El pasado mes de junio, varias mujeres de edad comprendida entre los 18 y los 30 años denunciaron haber sido secuestradas y violadas en los alrededores del hospital de La Paz (Madrid). Semanas después, se descubrió la identidad del violador cuando fue detenido por la Policía. No era otro que el violador del ascensor. Ahora tenía otro nombre. El violador de La Paz.
El violador asesinó a dos chicas jóvenes un año después. En enero de 1992, asesinó a la joven burgalesa Marta Obregón. En julio de ese mismo año, acabó con la vida de Leticia Lebrato, de 17 años. Pero no eran los primeros crímenes que se le conocían. Venía sembrando el terror desde, al menos, diez años atrás.
El perfil de criminal reincidente, los secuestros que perpetró, los asesinatos y violaciones de decenas de mujeres… Su caso habría sido, claramente, otro ejemplo de prisión permanente revisable tanto en los supuestos que mañana pueden aprobarse como en los ya aceptados en el Código Penal.
José Bretón
El delito de asesinato de menores de 16 años o de personas especialmente vulnerables por su edad, enfermedad física o discapacidad mental está ya recogido como uno de los supuestos en los que se aplica la prisión permanente revisable. El caso de José Bretón, que asesinó a sus hijos Ruth y José el 2011 en Córdoba es uno de los más paradigmáticos de un asesino que hubiera sido condenado a la prisión permanente revisable.
En el caso entra también en juego el supuesto de secuestro y de ocultación de los cuerpos de los niños. Un agravante más que incidiría de nuevo en la condena que pide Ruth Ortiz, la madre de los dos pequeños que fueron asesinados ese año en Córdoba por Bretón. Ortiz solicita que la prisión perrmanente revisable no sea derogada.
Caso Asunta
Rosario Porto y Alfonso Basterra fueron condenados a 18 años de prisión por delito de asesinato con agravante de parentesco por el crimen que perpetraron contra su hija adoptiva, Asunta Basterra Porto, en septiembre de 2013. En aquel entonces, la acusación popular, ejercida por la Asociación Clara Campoamor, exigió la pena máxima antes de que entrase en vigor la prisión permanente revisable: 20 años de cárcel.
Sin embargo, si en aquel entonces hubiera estado vigente, la pena máxima aplicable hoy en día en estos casos, lo cierto es que ambos podrían haber sido condenados a ella por el hecho de la vulnerabilidad de Asunta como menor. Hoy en día, también habría sido condenada a esa pena por el modo en que la asesinaron con las pastillas de Orfidal. Es uno de los nuevos supuestos que recoge este viernes el PP su propuesta que lleva al Congreso.