Ama Lara, la madre del líder de los jóvenes del PP en Oviedo que daba azotes a 200 euros la hora
David Mérida es el dirigente de las juventudes del partido desde 2013. A través del teléfono que está a su nombre, su madre recibía las llamadas de los clientes interesados en su burdel sadomasoquista. Ella está acusada de diversos delitos relacionados con el mundo de la prostitución.
16 febrero, 2018 03:20“ Haz realidad tus fantasías. Ama Lara; bella y cruel, domina en Oviedo, Asturias. Atrévete a entrar en mi mazmorra. Humillación verbal y física, disciplina inglesa, bondage, tortura genital rol play, iniciación de esclavos, spanking, transformismo, dog training, etc. Sumisa a tus pies. Vísitame en...”. Tras el anuncio, un número de teléfono. Tras el número de teléfono un piso, situado en el número 20 de la calle Pumarín, Oviedo. Tras el piso, mejor dicho, dentro de él, chicas jóvenes, hacinadas, algunas de ellas sin papeles, sometidas a “condiciones inhumanas, obligándolas, en contra de su voluntad, a ejercer la prostitución en casas o pisos de contactos”. Era el territorio de Ama Lara, la reina de los prostíbulos de sadomasoquismo en Oviedo.
Así ocurrió durante varios años. Bajo el seudónimo de Ama Lara se esconde Marta Fernández Pérez, una mujer que regentaba pisos en los que presuntamente explotaba sexualmente a mujeres a las que traía desde Paraguay. En Oviedo se conoce bien el caso. La mujer fue detenida con su pareja y el resto de la banda en el año 2016. La dejaron en libertad provisional y fue detenida de nuevo al año siguiente por montar otro piso en condiciones parecidas. El proceso sigue abierto y se les acusa de tráfico ilegal de personas, delitos de prostitución y delitos contra los derechos de los trabajadores, además de fraude fiscal. Pero hasta ahora, había algunos detalles que se desconocían.
Ama Lara ofrecía “azotes” a 200 euros la hora. En el sumario del caso, al que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, se puede comprobar cómo también ofrecía otras cosas: “tortura genital, infantilismo, cera, entrenamiento canino, etc”. Todo lo que había que hacer para obtener tales placeres era llamar a los números de teléfono que aparecían en las páginas de contactos. Uno de ellos estaba a nombre de su hijo, David Mérida Fernández. ¿Quién es David Mérida Fernández?, se preguntará el lector. Se trata, según ha podido saber este periódico, del presidente de las Nuevas Generaciones del Partido Popular en Oviedo.
Según los investigadores, la madre de David era toda una experta en la gestión de estos establecimientos. Llevaba más de diez años dirigiendo otro piso de contactos en la calle Campomanes. Los agentes le atribuyen un delito relativo a la prostitución, pertenencia a Organización o Grupo criminal y contra los derechos de los trabajadores. El caso sigue abierto debido a la detención de la líder del principal burdel sadomasoquista del norte de España. Al reincidir, el caso continúa en plena investigación.
Todo se destapó gracias a la colaboración de un testigo protegido que narró a los agentes lo que allí estaba ocurriendo. Así es la historia, según aparece en el sumario del caso, de la reina de los prostíbulos de sado en Oviedo. De ella y de su hijo. De ella y de su caída.
El teléfono del hijo como reclamo
El 27 de enero del año 2016, aparece un anuncio en la página web pasión.com. Se trata de una oferta de “trabajo” en un club de alterne de Oviedo. Se promete clientela. Es uno de esos cientos de pequeños mensajes que antes aparecían en las páginas al final de los periódicos. Ahora Ama Lara los utiliza en su propio beneficio. “1000 euros semana. Superables. Prestigioso piso de relax en Oviedo centro busca chicas jóvenes, entre 18 y 30 años. Para plaza de 24 horas, ambiciosas, responsables, con ganas de trabajar, imprescindible delgadas y muy buena presencia… Contamos con clientela fija de la casa, mucho trabajo. Si eres educada, con clase, tranquila y atractiva, ganarás dinero desde el primer día. Alojamiento gratuito, ambiente familiar, publicidad personalizada, material a cargo de la casa, todo lo necesario para que trabajes con la mayor comodidad. Edad, 25 años”.
El mensaje lo cuelga Ama Lara, Marta Fernández, tratando de atraer distintas jóvenes a su negocio. Cuelga también otros ofreciendo los servicios de las jóvenes que viven en sus pisos. Al final, un número de teléfono: el de su hijo David. Es uno de los que utiliza habitualmente. A él llaman todo tipo de clientes interesados en los servicios que ella sugiere por internet.
Ama Lara lleva años regentando pisos especializados en sadomasoquismo en Oviedo. Uno de ellos es “el de más renombre de Oviedo”. En él, el cliente podía hacer realidad cualquier filia sexual que se le antojase.
El joven David Mérida Fernández tiene 31 años y es desde el año 2013 el presidente de las Nuevas Generaciones del PP de Oviedo. Abogado de profesión, ya fue presidente del Consejo de Juventud de Oviedo años atrás de su elección como líder de los jóvenes populares ovetenses.
El día en que el hijo de la Ama Lara se presentó en sociedad con su nuevo cargo lo hizo al lado de Agustín Iglesias Caunedo, exalcalde de Oviedo, implicado en el caso Aquagest. Caunedo realizó distintos viajes a todo trapo en los que realizó gastos cuyos conceptos detalló luego en las facturas como “putas y varios”. Lo contó la revista Intervíu en el año 2015. Él siempre lo desmintió pero la revista publicó toda la información al respecto.
El joven en su primera intervención como líder de los jóvenes del PP, destacó que se sentía orgulloso de pertenecer al PP de Oviedo porque “cuenta con un gran Presidente. Sus tempranos pasos al servicio de los ciudadanos, le han situado como un político de referencia, además de un líder dentro del PPOvd. Su forma de hacer política, siempre se ha caracterizado por la cercanía, el diálogo y el consenso, valores que lo definen hoy, como Alcalde de Oviedo”. Este texto se puede leer todavía en la página web de las Nuevas Generaciones del partido.
Este periódico trató de ponerse en contacto con David Mérida este mismo jueves desde primera hora de la mañana para obtener una respuesta acerca de que su teléfono aparezca en el centro de la trama en cuestión. Se hizo de cuatro maneras diferentes: a través del número de teléfono que aparece a su nombre en las diligencias policiales, a través de la secretaría de prensa del PP a nivel regional en Asturias, a través de la oficina de Nuevas Generaciones y con mensajes a sus redes sociales. Algunas horas antes del cierre de esta edición, la última novedad sobre su posible respuesta ante la información que publica hoy EL ESPAÑOL fue recibida por este reportero a través del gabinete de prensa del partido a nivel autonómico. Dijeron que estaba avisado y que llamaría en breve. Todavía no hemos recibido contestación alguna.
La testigo protegido que lo destapó todo
En el burdel de Ama Lara todo era ilegal. Y de todo se enteró la policía a través de la declaración de una de las jóvenes que trabajaban en la casa.
El verano de 2015, Alejandra (nombre ficticio) empezó a planear el que iba a ser el primer viaje en avión de su vida. Desde su casa en Paraguay, tenía el sueño de irse a España en busca de una oportunidad. Apenas tenía 18 años, estaba casada y quería prosperar. Había oído a su hermana hablar de lo bien que vivía en el piso en el que estaba en España, del alto nivel de vida que llevaba. Su hermana le dijo que podría trabajar como niñera o como interna. Le dijo que lo primero era preparar 1.000 euros para cubrirlo todo. Así que se convenció y empezó a organizarlo. Alejandra cogió un avión a España con 2750 euros en el bolsillo. Buena parte de ellos se los había prestado su padre. Nunca los volvió a recuperar.
El avión en el que se subió la joven la dejó en Barcelona. Desde allí se cruzó todo el país de camino a Ferrol. Una vez en la localidad gallega, se encontró a su hermana y a una amiga suya esperándola. Era el 28 de septiembre del año 2015. Ambas mujeres se llevaron a Alejandra a dormir al piso en el que las dos convivían.
Ya al día siguiente se disiparon todas las esperanzas de Alejandra de estar en España con el trabajo que ella había imaginado. Al despertar su hermana no estaba. Fue la otra chica la que la cogió por banda, se la llevó a un aparte y le dijo lo que había: que tenía que ponerse a trabajar de prostituta. Que tenía que hacerlo “sí o sí”. Que tenía que pagar la deuda del viaje que le habían organizado hasta España. Que se lo debía. Que no había otra opción. Entonces se la llevaron a Oviedo. La condujeron hasta el piso en el número 20 de la calle Pumarín. El piso de Ama Lara. El piso de Marta Fernández. El piso del sadomasoquismo, uno de los más concurridos de todo el norte del país. Era allí donde iba a ejercer la prostitución.
El piso de Ama Lara tenía tres habitaciones para los clientes y dos para las chicas. Las jóvenes convivían de cuatro en cuatro en cada uno de los pequeños cubículos. El espacio era tan reducido que no tenían ni armarios. Tenían que meter la ropa debajo de la cama. Así vivió Alejandra durante algo más de tres meses.
El primer día que trabajó como prostituta, uno de los clientes pagó por estar con ella durante una hora. Le dijeron, tienes que hacer todo lo que él te pida. A los 20 minutos de estar en la habitación, la joven salió corriendo despavorida. El hombre le pedía que le hiciera un griego, que le hiciera sexo oral. Alejandra no quería. Cuando se salió, una de sus compañeras se enfadó con ella. Así empiezas mal, le dijo. Ese día no le pagaron nada.
Alejandra era la más joven de todas las chicas del piso de Ama Lara. Casi todos los clientes la elegían a ella. Cada día estaba con seis o siete hombres. La joven acabó cediendo a las presiones y empezó a trabajar como su jefa le decía. Pasaron los meses. Alejandra siguió hacinada, teniéndose que levantar en cualquier momento para atender los servicios de los clientes. Le dijeron que tenía que estar disponible las 24 horas del día.
A Alejandra también le prometieron que cobraría 30 euros por cada 15 minutos trabajados. De esos 30, la mitad iban para la casa y la otra mitad para ella. Media hora eran 40, en una hora, ganaría 80. La casa siempre se llevaba un porcentaje. La primera semana le pagaron 800 euros. Desde entonces fue a menos: 500, 400 hasta que luego al final ya nada. Pese a ello, se vio obligada a seguir trabajando.
Allí daba igual que Alejandra tuviera la menstruación. Tenía que trabajar igual. La número dos del piso, la subordinada de Ama Lara, le gritaba. “Viniste aquí como puta y como puta tienes que trabajar”. Así fue su vida durante tres largos y aciagos meses junto al resto de compañeras que estaban en la misma situación que ella. Envarias ocasiones, los clientes la obligaron a meterse cocaína con ellos. No pudo negarse.
El 23 de diciembre, al filo de la Navidad, se marchó del piso de Ama Lara. Solo una vez le habían obligado a realizar prácticas sadomasoquistas con los clientes. Y así se enteró la policía de todo el tinglado.Del hacinamiento. De las sesiones de sado. De la evasión de impuestos y del maltrato a las jóvenes que allí vivían. Todo fue a través de la joven Alejandra. La policía recabó toda la información. Al año siguiente procedieron a desmontarlo. Y a detener a la Ama Lara. Y a desmantelar su negocio.