El varón de 37 años, César F.M, detenido el pasado día 31 de enero en un hotel de Benidorm (Alicante) donde confesó que había acabado con la vida de su madre, Sacramento M, de 73 años, vecina del barrio de Parquesol, ha negado la existencia de asesinato u homicidio doloso y ha precisado que el día de autos se limitó a cooperar en el suicidio de la víctima.
Ingresado en la actualidad en la Enfermería del Centro Penitenciario de Valladolid, el presunto matricida, a través de su defensora y utilizando a Europa Press como altavoz, muestra su malestar por las distintas informaciones que le colocan como un asesino y, en cambio, sostiene que existía un "pacto" con su madre, a la que se encontraba muy unido, para que ante los graves padecimientos físicos de la septuagenaria él la ayudara a morir, como así hizo finalmente en el domicilio ubicado en el número 15 de la calle Federico Landrove Moiño.
La versión ofrecida por el detenido sobre la cooperación al suicidio será la línea de defensa que su letrada mantendrá a lo largo del proceso del que se ha hecho cargo el Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid, que ya cuenta con numerosos documentos y vídeos en los que, al parecer, tanto César como su madre hacen pública la existencia de este acuerdo que incluía también el posterior suicidio de él.
"Los dos deseaban morir, ella por su grave situación física y él por los problemas psiquiátricos que padece", han apuntado su abogada, Carmen Hedrosa, quien recuerda que tras el óbito de la madre el detenido viajó hasta Benidorm y se alojó en el Hotel Bali, donde protagonizó un fallido intento de suicidio mediante la ingesta de pastillas.
El pasado día 12 de febrero el Juzgado de Instrucción 2 de Valladolid ratificó la prisión provisional, comunicada y sin fianza de César F.M. que había sido dictada anteriormente por el Juzgado de Instrucción 1 de Benidorm (Alicante).
El hombre está investigado en una causa abierta por homicidio, aunque la calificación definitiva del delito que finalmente se le impute dependerá del resultado que arrojen las diligencias que se practiquen durante la instrucción. En su primera testifical en Benidorm durante más de una hora, a petición de su abogado, fue sometido a una evaluación psiquiátrica por los forenses.
En el auto de prisión dictado por la juez alicantina, posteriormente confirmado, la instructora consideraba que existen "motivos racionales para creer responsable criminalmente" al sospechoso. La instructora estimó la petición del fiscal y ordenó la prisión por entender que existe riesgo de que intente eludir la acción de la Justicia "por la gravedad del hecho y de la pena asignada al delito".
Asimismo, la jueza rechazó la petición de su primer abogado para que fuera internado en un centro psiquiátrico, de modo que quedó disposición del Juzgado de Instrucción 2 de Valladolid, competente para investigar los hechos.