Aparece Nerea, la niña de Asturias: "Un delincuente gitano la tenía retenida"
"Nerea viene en malas condiciones, está ida completamente, está en manos ya de médicos y de la Justicia", explica su tía en redes sociales. La Policía Nacional de la comisaría de Langreo-San Martín del Rey Aurelio la buscaba desde que su familia interpusiera una demanda el pasado sábado al ver que no volvía a casa.
3 abril, 2018 13:17Noticias relacionadas
Nerea Jiménez, la chica de 13 años desaparecida desde el pasado sábado en Ciaño (Langreo, Asturias), ya ha aparecido. Así lo ha comunicado su círculo familiar en distintas redes sociales, de las que se valieron para intentar localizarla.
La Policía Nacional de la comisaría de Langreo-San Martín del Rey Aurelio la buscaba desde que su familia interpusiera una demanda ese mismo día al ver que no volvía a casa. Aseguraban que se trata de una joven “muy responsable”, “que nunca se había separado de su hogar, ni es problemática” y que siempre está con su madre y su hermano pequeño.
Quiero comunicar y dar las gracias a todos los que os volcasteis con la búsqueda de mi sobrina. En la mañana de ayer martes nos llegaron pistas de un delincuente de etnia gitana que tenía a la niña en Candás, retenida en contra de su voluntad. Tras haber estado llamando y haciendo arreglos con gitanos y pastores evangélicos, negando en todo momento que su propia familia tenía nada que ver con la niña, que ni tan siquiera la conocían, cuando ya sabíamos fijo que ya la tenían porque un familiar se le escapó por miedo a que hubiera una ruina. Por fin la soltaron, mandando una razón y nos la dejaron a altas horas de la madrugada en la estación de tren de Candás, donde fue recogida por unos pastores evangélicos para evitar enfrentamientos con nosotros.
La niña venía en malas condiciones, el móvil se lo extrajeron, la niña dice que no la dejaban llamar a su familia, está ida completamente, está en manos ya de médicos y de la justicia.
Gracias a todos. Por lo menos está viva, que ya teníamos las esperanzas perdidas, que fueron 3 noches sin noticias.
La Policía investigaba la desaparición, aunque por las pruebas que manejaban la catalogaban como no "inquietante". De todos modos, la alarma había saltado entre los 3.500 habitantes de esta parroquia asturiana.