Carlos, Roberto y Joaquín Mauricio, los tres hermanos de Antonio Anglés, que se cambiaron el apellido tras la condena a su hermano por el crimen de las niñas de Alcasser, han sido detenidos esta semana acusados de extorsionar, agredir y retener durante horas a un empresario en Massanassa (Valencia).
Según el testimonio de la víctima, el hermano pequeño le tendió una trampa, al citarle en una gasolinera de la que ambos son socios. Desde allí fueron a una casa en Massanassa donde se encontraban los otros dos hermanos y una tercera persona.
Entre los cuatro inmovilizaron al empresario y le agredieron según bajó del coche, llegando a amenazarle con un arma de fuego para que firmase una contrato de cesión de sus acciones de la gasolinera, dejando al hermano de Anglés como único propietario.
Después de agredirle y amenazarle, llevaron al empresario a una notaría para certificar el cambio de propiedad logrado bajo coacción. La víctima denunció posteriormente los hechos a la Policía, a pesar de las amenazas de los hermanos Anglés en caso de hacerlo. Los acusados, supuestamente, trataron con esta acción y traspaso de propiedad de redimirse de las pérdidas por robo.