Lo ha visto con corbatas de todos los colores y dibujos y en casi la totalidad de los canales de televisión generalista en abierto. Durante el desayuno, a la hora del almuerzo e, incluso, después de cenar. En los últimos 22 meses puede que usted haya visto su rostro casi a diario en las tertulias matutinas de televisión, en los informativos del mediodía o en algún que otro programa de sucesos de la noche.
Agustín Martínez, abogado de tres de los miembros de 'la Manada', ha aparecido en TVE, Telecinco, Antena 3, Trece Tv, La Sexta... Eso sí, siempre a través de alguna entrevista en directo en plena calle o estando presente en plató. Nunca -salvo en contadas excepciones- ofrece declaraciones grabadas: se siente incómodo, piensa que en la edición posterior se pueden tergiversar sus palabras y que no tiene opción a la réplica.
Hoy está en Pamplona para conocer el fallo de la Sección Segunda de la Audiencia de Navarra. Una sentencia que, en gran medida, también es la suya ya que ha sido el letrado de la defensa que mayor exposición ante los medios de comunicación ha tenido desde que detuvieron a cinco jóvenes sevillanos por violar a una chica de 18 años en los Sanfermínes de 2016. Si ganan sus defendidos y quedan absueltos, habrá ganado él y su forma de proceder durante este tiempo. Si son condenados por agresión sexual, él habrá... ganado también.
Porque Agustín Martínez vio en el caso de 'la Manada' la catapulta perfecta para abrirse un hueco entre el star system de los abogados televisivos. En el fondo, salir victorioso del juicio o no no era lo esencial. Lo prioritario era hacerse hueco, dejarse ver: eso es publicidad gratuita y, por tanto, clientes llamando a la puerta de su despacho en Sevilla. Incluso este texto lo es.
Si lo pretendía, lo ha logrado: ha conseguido abrirse hueco entre los personajes públicos más reconocibles de los últimos tiempos. Su vestimenta y aderezos, siempre cuidados hasta el último detalle, le acompañan: corbatas coloridas o con motivos estridentes, gafas de distintos colores y tamaños… “Desde hace años quiere protagonismo. Y este caso le ha venido como anillo al dedo”, decía hace unos meses sobre Antonio Félix, ex redactor jefe de Deportes de EL MUNDO- Andalucía.
Sobre todo antes del juicio, pero también durante las dos semanas de sesiones en la Audiencia de Navarra, este letrado sevillano y sevillista hasta la médula ha acaparado flashes y micros y ha llenado de titulares los periódicos españoles. Ante ellos se muestra a gusto, tranquilo. Ha sido la única persona que ha convertido el caso de la Manada en algo que por momentos ha mostrado tintes de show. Lo ha hecho con su estrategia de defensa, basada en cierta medida -más allá de su labor profesional en la sala de vistas- en su continua aparición en los medios de comunicación.
Para ello, durante todos estos meses Martínez no ha dudado en entrar a la gresca dialéctica con periodistas y, en ocasiones, ha adoptado más la figura de tertuliano entrenado que la de un abogado que ha defender a tres jóvenes acusados de haber agredido sexualmente a una chica dentro de un portal.
Pero, ¿quién hay detrás de este letrado convertido, por voluntad propia, en una cara conocida para la mayoría? Este es el relato publicado por EL ESPAÑOL en noviembre de 2017 de cómo un simple aficionado al fútbol se coló primero en debates deportivos de medios locales sevillanos y luego pasó a defender a los presuntos violadores en medios de comunicación de toda España.
Adriano, su alter ego
Agustín Martínez estudió Derecho en la Universidad de Sevilla. Su afán de protagonismo, como explican a EL ESPAÑOL varias personas de su entorno, lo hizo patente hace en torno a una década, cuando todavía las redes sociales no tenían la importancia de hoy en día.
Ahora Agustín Martínez se muestra activo en ellas y en su perfil de Twitter se define como “abogado sevillista y crítico” hasta consigo mismo. Pero por aquel tiempo , bajo el pseudónimo de Adriano, se mostraba “ultracrítico” en el foro oficial del Sevilla FC con el por entonces presidente del club hispalense, José María del Nido.
A Del Nido se le condenó en dos juicios a un total de diez años de prisión por cobros irregulares al Ayuntamiento de Marbella. Hoy disfruta de un tercer grado que le permite tener que aparecer por su celda solo para dormir. Aquella sentencia, aunque no tenía nada ver con su gestión al frente del club sevillano -al que llevó a su época más dorada- Martínez la vendió como una victoria personal.
Aquella actitud frontal con Del Nido lo catapultó a varias televisiones y radios de Sevilla. En él veían a un tipo que se expresaba bien, que no rehuía el envite verbal con los periodistas y que era capaz de defender a su Sevilla FC a capa y espada.
Agustín Martínez pasó por Tele Sevilla, Onda Local, Cope… La radio de los obispos lo fichó como comentarista para los partidos de su equipo en el estadio Ramón Sánchez Pizjuán. Durante ese tiempo dejó de pagar su abono para acceder al campo. Al final, el club le retiró la acreditación de prensa porque no era periodista y le invitó a que volviera a pagar la cuota si quería volver a la grada, como el resto de la afición.
Agustín Martínez, dueño de dos de las alrededor de 100.000 acciones que posee el Sevilla FC, también hace gala de sus dotes oratorias durante las juntas generales de accionistas del club de sus amores. Normalmente, suele coger el micro y extenderse en sus alocuciones. Muchos otros socios del conjunto hispalense le critican por sus largos monólogos.
Gracias a su confrontación buscada con Del Nido se convirtió en persona próxima a Biris Norte, la peña radical del club con la que el expresidente sevillista siempre tuvo sus más y sus menos, pero cuya relación acabó por torcerse cuando a mediados de julio de 2012, durante un partido amistoso del Sevilla en Rota (Cádiz), varios de sus integrantes protagonizaron una batalla campal con otros aficionados que estaban en el campo.
“"¡Son unos hijos de putas! ¡Yo me mataba con ellos!", llegó a decir un enfurecido Del Nido. Martínez se mantuvo al margen de aquella polémica, pero varias fuentes confirman que en privado se posicionó a favor de los radicales.
Por ese tiempo Martínez ya era amigo de José María Aguilar, alias Goku, miembro destacado de Biris Norte y autor del libro Mi vida ultra. Precisamente, Goku es el nexo de unión entre Martínez y los tres miembros de la Manada. José María Aguilar es amigo íntimo de José Ángel Prenda, uno de los cinco hombres hoy conocerá desda la cárcel si sigue en ella durante varios años o puede salir a la calle de forma inminente.
'Goku' le envía a Pamplona
José María Aguilar y Agustín Martínez mantuvieron una conversación sobre el caso de la Manada al día siguiente de la detención de los cinco jóvenes sevillanos en Pamplona. Fue el 8 de julio de 2016. En ese momento en Sevilla ya se sabía que la jornada anterior cinco vecinos de la ciudad habían sido detenidos por una presunta violación.
Goku pidió a su amigo abogado que viajase raudo hasta la capital navarra para poder personarse en el caso, acceder a la documentación y poder ver los seis vídeos que la Manada se grabó con la chica dentro del portal número 5 de la calle Paulino Caballero. José María Aguilar lo conminó a estudiar el caso por su amistad que le unía con José Ángel Prenda. Martínez aceptó y viajó a Navarra.
El 10 de julio del año pasado, 72 horas después de la detención, que se produjo tras el primer encierro de San Fermín, Agustín Martínez se plantó en la cárcel de Pamplona y asumió la defensa de tres de los acusados: Ángel Boza, Jesús Escudero y José Ángel Prenda. Éste último, miembro también de Biris Norte, había participado junto a Goku años atrás en una pelea en Asturias entre radicales del Sevilla y del Sporting en Gijón.
Reconciliado con Del Nido
En los ambientes judiciales y deportivos de Sevilla es vox pópuli que José María del Nido se encuentra detrás de la denuncia interpuesta por Agustín Martínez, otrora su archienemigo, contra José Castro, sucesor del propio Del Nido al frente de la presidencia del club de Nervión.
El abogado de tres miembros de la Manada denunció al actual presidente del Sevilla por un presunto delito de corrupción entre particulares. La Fiscalía ha abierto diligencias de investigación y ha solicitado documentación a la entidad hispalense. El letrado de Prenda acusa a José Castro, entre otras cuestiones, de autoadjudicar a una empresa en la que él tiene participaciones las obras de reforma del marcador del estadio Ramón Sánchez Pizjuán y de hacer un uso indebido de los gastos de representación del club.
No se sabe qué recorrido tendrá la denuncia en los juzgados, pero fuentes del club sevillista explican a este periódico que la propuesta de la empresa participada por Castro era la más económica para reformar el videomarcador y que por ese motivo se le adjudicó, y que los 30.000 euros que el presidente adeudaba eran como anticipo por su labor como máximo mandatario. Dichas fuentes explican que, a fecha de hoy, dicha deuda ya se ha saldado.
Cuando a Agustín Martínez le llegó el turno de exponer sus conclusiones ante el tribunal, se notó que dominaba el tempo del relato. La experiencia ante los medios ya la tenía. Hoy se sabrá si también era valedor de la razón.