Judit vuelve a Almería. Ella, la hija de Ana Julia Quezada, la autora confesa del asesinato del niño Gabriel, ha vuelto a pisar las calles de la ciudad andaluza en las que comenzó su infierno. Desde que se conociera la implicación de su madre -con la que ya apenas mantenía relación-, la joven burgalesa ha sido diana del odio más primitivo que anhela venganza. Mensajes en redes sociales, acoso en su ciudad natal. Ahora, este jueves declara como testigo ante el titular del Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, Rafael Soriano.
La veinteañera comparece en sede judicial en Almería, aunque reside en Burgos. El magistrado rechazó tomarle declaración, tal y como solicitó, por videoconferencia, según indicaron desde el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a Europa Press.
Ella, Judit, es una víctima más del terremoto provocado por su propia madre. La relación entre ambas no era boyante. De hecho, según explicaron fuentes cercanas a la chica a EL ESPAÑOL, era "prácticamente inexistente". Aun así viajó a Almería cuando se conoció la desaparición del pequeño Gabriel para ayudar en la búsqueda y apoyar a su madre. Se alojó en la casa de la abuela del niño, pero su madre incluso la llevó a la finca de Rodalquilar donde había ocultado el cadáver.
Crisis de ansiedad
Según trascendió tras la detención de Ana Julia en la Puebla de Vícar el pasado 11 de marzo cuando transportaba el cuerpo sin vida del pequeño en el maletero de su coche, la hija, de 24 años, sufrió una crisis de ansiedad por la que precisó atención hospitalaria en su ciudad natal.
Al margen de ella, están citados a declarar como testigos a partir de las 10.00 horas un hermano de Ángel Cruz, el padre de Gabriel y expareja de la autora confesa de la muerte, y otras dos personas relacionadas con su entorno.
Esta nueva ronda de testificales llega después de que el juez haya prorrogado el secreto decretado sobre las actuaciones por un mes más y haya aceptado la personación como acusaciones populares de las asociaciones 'Clara Campoamor' y Andaluza de Estudios Penales en la causa, decisión que ha sido recurrida por el letrado que ejerce la acusación particular, Francisco Torres.
"Difícilmente nos podemos sentir representados"
Precisamente este lunes Patricia Ramírez, la madre de Gabriel, solicitó a ambos colectivos que se retirasen del procedimiento y aseguró que esta situación les había resultado "un poco invasiva" porque ninguna se había puesto "en contacto" con ellos para hacerles llegar "su intención de participar en el proceso" así como tampoco con su representante legal.
"Difícilmente nos podemos sentir representados por estas dos iniciativas desconociendo además cuáles son sus intenciones o su posicionamiento", indicó Patricia, para quien "si hubieran pretendido ayudarnos, la vía esperable hubiese sido comunicarse con nosotros y con nuestro abogado" antes de solicitar su entrada en el procedimiento que se sigue contra la autora confesa del crimen.
La madre del menor trasladó su "preocupación" por que la aceptación de estas peticiones de acusación popular puedan hacer que "se dilate aún más el juicio en el tiempo" o que incluso llegue a "entorpecer la línea de acusación" así como que "puedan hacerse públicos debates sobre aspectos" que "ya no resultan relevantes tras la pérdida de Gabriel". "Nos encontramos bien representados por la Fiscalía y la acusación particular", destacó.
El juez celebró una primera tanda de testificales los días 10 y 19 de abril en la que participaron el exnovio de Quezada -con quien regentó un establecimiento hostelero ubicado en Las Negras después de que ambos decidiesen trasladarse desde la ciudad de Burgos en la que residían y al que intentó implicar colocando una camiseta del niño en las inmediaciones de la depuradora de Las Negras-, un amigo de la pareja, una menor que es prima Gabriel Cruz y su madre.
En la segunda jornada prestaron declaración en calidad de testigos una amiga de Ángel Cruz, el padre de Gabriel, otra persona relacionada con su entorno, el jefe del parque de bomberos de Almería y un agente de la Policía Local de Níjar que confirmó que la zona donde se encontró la citada camiseta había sido registrada horas antes del presunto hallazgo sin que diera resultado alguno. Todos sin excepción se ratificaron en sus manifestaciones ante la Guardia Civil.