“Por dios, ¡basta! Por el abuelo Magí. No es democrático el 155. Desde cuándo se ha visto una cosa tan bestia como cesar las libertades”.
Este tuit -el original se escribió en catalán- encierra una curiosa historia detrás. Está dirigido a Manuel Valls, una de las grandes esperanzas de Ciudadanos. El ex primer ministro francés había lanzado varios mensajes respaldando el artículo 155 aplicado por el Gobierno español en Cataluña, y esta era la respuesta de alguien muy cercano.
La que apela al “abuelo Magí” (un antepasado catalanista) es concretamente su hermana. Se llama Giovanna Valls y no comulga con las ideas políticas de Manuel. Al menos con las actuales. Tampoco con el constitucionalismo. De hecho, Giovanna luce lazo amarillo, critica el artículo 155, protesta porque cree que su aplicación es “cesar libertades” y responde a algunos tuits de su hermano con mensajes de sorpresa del tipo: “Flipo pepinos”.
Es la guerra de los Valls. Manuel es un primer espada de la política europea y una de las grandes bazas de futuro del partido de Albert Rivera. Giovanna, su hermana pequeña y su gran apoyo… hasta la fecha. Ahora no tiene reparos en criticar la deriva del antes mandatario del país vecino, que ha pasado del partido socialista francés a pensar en naranja. Aunque siempre han presumido de ser una familia muy unida, ahora exhiben sus diferencias públicamente en las redes sociales.
Giovanna ha tenido que desvincularse públicamente del proyecto político de su hermano. Hace unos días que tuvo que pedir por favor en Twitter que la dejasen tranquila. Se refería a la gente que la criticaba en internet al relacionarla con Manuel Valls: “Si alguien quiere hablar con Manuel Valls, que hable con él. A Giovanna Valls dejadla tranquila. Por dios os lo pido de todo corazón. Respetad mi vida y mi salud”, escribía en un tuit al que acompañaba una foto suya con un lazo amarillo en la solapa.
La historia de los Valls
La familia Valls se mueve a caballo entre París y Barcelona. Manuel Valls nació en Barcelona en agosto de 1962. Un año más tarde, llegó Giovanna, pero en París, residencia habitual de la familia. En más de una ocasión, la propia Giovanna ha explicado que el ex primer ministro fue alumbrado en la ciudad condal porque su familia veraneaba allí, debido al origen de su padre, pintor de prestigio el pasado siglo. Xavier Valls, pincel en mano, dejó Cataluña en dirección a Francia gracias a una beca. "Ni siquiera era republicano. En tiempos de Franco, si querías ganarte la vida como pintor tenías que tener apellidos", rememora Giovanna Valls".
Por ese motivo fueron a parar los Valls a Francia. Porque en realidad su origen está en Horta, Ahora barrio barcelonés, otrora municipio independiente. Fue un pueblo aparte hasta 1904, y de allí era originario "el abuelo Magí" al que que se refiere Giovanna en su tuit y para el que pide respeto. Magí Valls fue un banquero, religioso y catalanista, que se arruinó. Hablaba en catalán y acabó dando clases de esa lengua en la clandestinidad. Es decir, que aunque los hermanos Valls se criaron en Francia, sus raíces están en Barcelona y aquí han pasado gran parte de su vida. Sobre todo Giovanna, que sigue residiendo aquí.
Dos veces enganchada a la heroína
Giovanna pide respeto por su salud ya que ha tenido serios problemas en ese aspecto. Y es que es una persona con un duro pasado. Ahora está rehabilitada, pero pasó varios infiernos con las drogas. Varios, porque recayó. Su historia con los estupefacientes empezó muy pronto y está directamente vinculada a relaciones sentimentales tormentosas. Con sólo 20 años estaba pasando una mala racha por culpa de un desengaño amoroso. Un día, en una fiesta, unos amigos le pusieron una raya de heroína y ella se la metió. “Tardé 24 horas en engancharme”, confesó a la publicación gala “Le Telegramme”.
Ese fue uno de los motivos por los que se mudó junto a su familia a Barcelona. Con 21 años ya estaba rehabilitada y se integró a la vida de la Ciudad Condal. Pero la droga siempre vuelve a llamar a la puerta. En 2001 empezó una difícil relación sentimental con un toxicómano que un día la puso otra vez de cara frente a la tentación. Y la llevó a Can Tunis. Para el que no lo recuerde, Can Tunis fue el último asentamiento chabolista de Barcelona y el gran supermercado de la droga de la ciudad hasta su derribo en 2004. Giovanna recayó. Todo empezó cuando se inyectó una dosis de speedball o 'rebujao' (heroína mezclada con cocaína) y sufrió una sobredosis de la que casi no sale.
Le contagiaron VIH
No fue el único problema derivado de aquel mal chute. Asegura Giovanna que le contagiaron hepatitis C y VIH. Además, volvió a engancharse a las drogas duras durante cinco años más. Y recayó con más virulencia que nunca. Residía en Can Tunis porque vivía pendiente de un chute. Había días que necesitaba quince dosis. Para conseguirlas tuvo que dedicarse a robar. Hurtaba productos en las tiendas de Barcelona y luego los malvendía. Al final la pillaron y fue encarcelada.
Su estado de salud fue tan precario que estuvo a punto de morir. En 2004 sólo pesaba 35 kilos y los médicos le daban dos semanas de vida. Fue entonces cuando recurrió de nuevo a su familia, su gran apoyo, y gracias a ellos consiguió salvarse. Su padre, el pintor Xavier Valls, y su madre, la profesora suiza Luisangella Galfetti, la ingresaron en una clínica privada de Barcelona en la que pasó ocho meses. Luego fue enviada a un centro de rehabilitación en el Amazonas (Brasil). Así consiguió recuperarse. Su padre Xavier murió en Horta (Barcelona) de un cáncer. En su lecho de muerte, Giovanna le prometió que nunca más se drogaría. Corría 2006 y desde entonces se mantiene limpia.
“Voy a ser yonki toda mi vida”
Ahora es una persona totalmente rehabilitada, aunque en una charla que dio en la Agència de Salut Pública Catalana reconoció: “Voy a ser yonki toda mi vida”. Sabe de lo que habla, puesto que de las drogas uno nunca está a salvo y ella recayó muchos años después de su primera adicción. Pero de momento parece tenerlo controlado. Giovanna escribió un libro titulado “Aferrarse a la vida” para explicar su experiencia e intentar concienciar a la gente de los peligros que entrañan las drogas duras. Sus apariciones públicas se han limitado a entrevistas en las que habla de eso, de su libro… hasta hace unos meses.
Ahora, su hermano Manuel Valls ha irrumpido por sorpresa en el panorama político catalán. Pocos imaginaban que una persona que fue primer ministro francés por el partido socialista fuese a revolucionar la política local barcelonesa de mano de la formación de Albert Rivera, la misma que le echa en cara al Partido Popular que no sea lo suficientemente duro con las medidas aplicadas en Cataluña. Pero la política hace extraños compañeros de viaje, y Manuel ha acabado siendo la gran esperanza naranja para el asalto al Ayuntamiento de Barcelona, actualmente en manos de Colau.
Su madre era suiza, pero independentista
Por ese motivo ha tenido que salir a desvincularse de su hermano, del mismo modo que él se desvinculó de ella cuando su carrera política en Francia se hallaba en plena efervescencia. En una entrevista que le concedió a la periodista Silvia Taulés, Giovanna Valls reconocía que su hermano Manuel nunca le ayudó, pero que ella lo entiende porque él se tenía que proteger, dada la situación en la que estaba él y en la que estaba ella.
Del mismo modo, Giovanna ahora quiere protegerse de posibles malos entendidos. Ella también confesó que su madre, a pesar de que era suiza, se consideraba independentista catalana. Y en esa línea está Giovanna, muy alejada de la de Manuel. Giovanna está en contra del 155, de la ideología de Ciudadanos, de la deriva política de su hermano y de que haya políticos catalanes encarcelados. Por eso, aunque siempre se ha mantenido al margen de la vida pública de Manuel, y aunque siempre hace hincapié en que guarda una excelente relación personal con su hermano, ahora sale a reivindicarse con un lazo amarillo en la solapa.