Una jueza de lo Penal de Ourense ha condenado a un año y nueve meses de cárcel a la madre y a la hermana de una mujer discapacitada -que tenía una edad mental similar a la de un menor de 8 años- tras considerar acreditado que sufrió un maltrato físico y psíquico continuado por parte de ambas. La víctima residía en el domicilio familiar de Freade, en el concello ouresano de Sarreaus.
El maltrato no se limitaba a la agresión física: la resolución da por probado que, buscando menoscabar a la víctima de manera psicológica, la madre le decía frases como “tienes que morir, estás de más en el mundo”. La progenitora también golpeaba a la víctima en la cara y en los brazos. Incluso llegó a agredirla con el palo de una escoba, tal y como publica La Voz de Galicia.
Teresa Rúa, la madre, y Purificación Pazos, la hermana, desarrollaron hacia la víctima “un trato claramente vejatorio con la finalidad de menoscabar su integridad física y psíquica”, afirman los hechos probados de la sentencia judicial, que aún es recurrible ante la Audiencia Provincial. Pese a que la hermana no residía habitualmente en el domicilio familiar, puesto que vivía en Alemania, pasaba temporadas en la casa de Frase. En esas épocas también participaba en los insultos y agresiones, con empujones, gritos, humillaciones, tirones de pelo o golpes en los brazos, según recoge la resolución de la jueza.
La denuncia fue interpuesta por una vecina de la víctima, que se refirió a los malos tratos físicos y a distintos insultos como “subnormal”. También que la agredida se quejaba de tener hambre. Fue sólo el inicio de la investigación: una trabajadora social del ayuntamiento de Sarreaus acudió al domicilio de la familia junto con la Guardia Civil y hablaron con la víctima, que reconoció las agresiones. Pero matizó algunos extremos de la denuncia inicial, como que el padre de la familia también participaba en los malos tratos, pero de manera ocasional. El progenitor no fue, finalmente, procesado.
La jueza tomó en todo momento como creíble la declaración de la agredida, a pesar de sus limitaciones mentales, por ser persistente a lo largo del tiempo y porque, por esta minusvalía psíquica, no es posible que la víctima mienta. La magistrada afirma en el texto que la mujer contó de manera “clara y rotunda”, las agresiones y vejaciones por parte de su madre y su hermana. También que la víctima decía que quería a sus familiares y no quería llevarse mal con ellos, por lo que la juez no apreció resentimiento en su declaración. El fallo condena a ambas a estar alejadas de la víctima cuatro años y la madre pierde la patria potestad durante este tiempo.