El día de su proclamación ante las Cortes, el 19 de junio de 2014, Felipe VI dejó claro que su reinado iba a ser una Monarquía eco preocupada por el medio ambiente, siendo el primer Monarca que valora este tema en la Historia de España. Pensando que los cambios tienen que empezar por casa y que ellos son los primeros en dar ejemplo, el Rey y la Reina Letizia comenzaron la conversión de Zarzuela en un palacio más respetuoso con el planeta.
La Reina tiene una agenda marcada por ciertos temas en los que la política y la economía no entran. Sus actos se centran en salud, educación, infancia y medio ambiente. Y como con todo lo que hace en la vida, Letizia se lo toma muy en serio. El 7 de julio de 2016 en un Congreso de la FAO en París sobre Salud y cambio climático, la esposa de Felipe VI lanzaba al aire una serie de preguntas: "¿Hemos llegado al límite del planeta? ¿Deberíamos modificar nuestros sistemas alimentarios? ¿Es nuestra mentalidad la que debemos cambiar, el modo en que nos relacionamos con la naturaleza?". Y concluyó con un "la lucha contra el cambio climático podría estar en las respuestas a esas preguntas que acabo de lanzar".
Así que tomando nota de sus propias palabras la Reina ha empezado por todo lo que le rodea y por sí misma el cambio para lograr la Monarquía más verde de Europa. Una nueva normativa ha llegado a todos los trabajadores del Palacio de la Zarzuela y a todo el personal. Las nuevas normas pasan desde el servicio de limpieza hasta los despachos de los más altos funcionarios de la Casa. Afecta a la energía, a las cocinas, a los chóferes, a los jardines… Nadie en el recinto se libra de la nueva marea verde que afecta al recinto del Pardo.
Ha sido un cambio silencioso, como casi todos los acometidos durante el nuevo reinado. Felipe VI no quiere publicidad por hacer las cosas como cree que se tienen que hacer. Así ocurrió con la nueva ley interna de transparencia y la publicación y desglose de todos los gastos de la Casa Real.
1. Cambio de las bombillas. En el desglose de cambios, en su primer año como Rey, vimos la primera pista de que el espíritu eco había llegado a Zarzuela. En esos primeros presupuestos con su desglose de gastos había una pequeña pista: una partida de 4.000 euros destinada, en el apartado de mantenimiento, a cambiar todas las bombillas de Zarzuela por unas de bajo consumo. Este tipo de luz dura hasta 10 veces más que las convencionales y consumen un 80% menos de energía. En este pequeño detalle, hace ya tres años, comenzó la revolución eco en Zarzuela.
2. Paneles solares. Pero el tema de la energía no se quedó sólo en un cambio de bombillas. Las renovables también han entrado en palacio. El recinto de la Zarzuela está ubicado en una superficie enorme dentro del monte de El Pardo, una gran extensión de campo lo rodea, dónde ciervos y jabalíes viven tranquilamente sin que los domingueros les molesten, cosa que ocurre cada fin de semana en el resto de la zona. En este gran espacio se ha montado un recinto con paneles solares para abastecer parte de las necesidades del palacio.
Una vez conseguida esa energía llega el momento de cuidarla y ahorrarla. En el documento interno que se pasó a los trabajadores se les pedía que tuvieran especial cuidado con el tema del "derroche" de luz, lo que ayudaba a contener gastos y a ser más respetuosos con el medio ambiente.
3. Papel reciclado.En esas mismas normas que tienen todos los trabajadores se les anunciaba que a partir de ese momento, el proveedor de papel de la Casa cambiaba hacia una empresa que sólo trabajaba papel reciclado. Hay que tener en cuenta que cada vez que los Reyes dan un discurso en cualquier acto, este se imprime cientos de veces para repartir entre la prensa. Desde hace algún tiempo, las palabras del Rey van impresas en un papel de color marrón clarito. Además está prohibido nada que no sea estrictamente necesario.
Guerra a los químicos
4. Limpieza de Palacio y jardines. Uno de los temas que más obsesiona a la Reina es el uso cotidiano de productos con elementos químicos nocivos para el cuerpo y para el medio ambiente. Por eso decidió dar un cambio a todos esos productos que se usan por ejemplo en el departamento de limpieza o en los jardines. Los jardineros que trabajan en el recinto de la Zarzuela pertenecen a Patrimonio Nacional. Pueden ser destinados a los distintos espacios que gestiona Patrimonio. Pero los que trabajan en la residencia privada de la Familia Real tienen normas especiales impuestas por la Reina para tener un jardín más sostenible y ecológico.
5. Plantas nuevas. Lo primero que se hizo fue cambiar parte de las plantas y flores de los jardines reales, buscando especies que necesitaran menos riego y situándolas en zonas dónde se pueda aprovechar los cambios de luz natural y las lluvias. Se eligieron para replantar todo semillas bio, que garantizan que no han sufrido modificaciones genéticas ni alteraciones a causa de fertilizantes, pesticidas u otros tratamientos artificiales.
6. El agua. Se cambió todo el sistema de riego y se pasó al de goteo, adecuado para el tipo de suelo de Zarzuela. Y se habilitaron una serie de espacios para la recolección de agua de lluvia para regar con esa agua. Está prohibido el uso de agua potable para los jardines.
7. No a los pesticidas. Para combatir las posibles plagas sin usar pesticidas, se utilizan las alternativas verdes con productos ecológicos que hay en el mercado. Y además han creado un sistema de autodefensa de las propias plantas, mezclando especies que ahuyentan a ciertos tipos de insectos que atacan a otras plantas.
8. Detergentes. Pero la prohibición de ciertos productos químicos también ha llegado a la lavandería del recinto de Zarzuela. Además de intentar que los trabajadores hagan un uso responsable del agua, se han cambiado los detergentes y suavizantes que se usan en el proceso de lavado. Hay que tener en cuenta que no sólo se encargan, ciertas personas dentro de la lavandería, de la ropa de la Familia Real, sino que Zarzuela tiene muchos uniformes, mantelerías y cortinas que lavar. Ahora todos los jabones son eco y respetuosos con la salud planeta.
La 'dieta Perricone' es para todos
9. El yoga. Como todo el mundo sabe, la Reina es una aficionada al yoga y como ella confirmó hace un par de años practica un tipo de esta disciplina llamado Yoga Iyengar. Es un método de hatha creado por el maestro B.K.S. Iyengar, encaminado a la transformación integral del individuo. Está basado en la combinación de asanas o posturas de yoga, con el pranayama, disciplina meditativa de respiración yóguica y el pratyahara o actitud de introversión de los órganos sensoriales.
El perfil encaja como un guante en la Reina ya que esta disciplina recomienda una dieta extrema, y ella vigila estrictamente la suya y la de todo el personal de la Casa. Su "biblia" es la dieta ayurvédica de Robert Shovoda, libro que se ubica en un lugar preferente de la biblioteca de la Reina.
10. El menú y el azúcar. Por eso el siguiente paso fue el menú de la Cantina -cómo llaman en Zarzuela al comedor del recinto-. Como fan acérrima de la dieta mediterránea y de los ingredientes orgánicos y ecológicos, le encargó el menú para todo el personal a uno de los nutricionistas que ella sigue con devoción basado en la dieta Perricone. En los platos no faltan pescado azul en todas sus versiones, con sopas, verdura de hoja verde (acelgas, espinacas…) aliñados con aceite de oliva extra y zumo de limón.
Que ella se toma muy en serio todos estos aspectos quedó claro con el vídeo que grabó la Familia Real con motivo del 50 cumpleaños del Rey. La Reina se encarga de personalmente de servir una sopa con verduras verdes y champiñones y de segundo plato hay filetes de caballa, es decir, pescado azul.
Todos los ingredientes que se usan en la cocina, tanto la de la residencia privada como los de la cantina son alimentos ecológicos, cultivados de forma responsable, sin aditivos, sin químicos y con packaing 100% biodegradable. La misma Reina supervisa la compra y recomienda los supermercados eco que a ella más le interesan.
Por supuesto, nada de azúcar. Para la esposa de Felipe VI este es un ingrediente prohibido. Nada de zumos envasados, nada de refrescos azucarados, nada de bollería industrial. Antes, cuando se recibía alguna visita en la Casa se le ofrecía un café con pastas: ambas cosas han desaparecido de las cocinas, ahora se ofrecen muchos tipos de té y algo de fruta.
Las nuevas normas para respetar el medio ambiente han llegado a Zarzuela y la Reina vigila para que todos y cada uno de los funcionarios que trabajan en ella las cumplan. Alguna vez les ha pillado saliendo a comer a algún restaurante de El Pardo porque no podían más con las espinacas y la sardina, y se han llevado una reprimenda. Aunque con cariño.