Suena el timbre. Es un repartidor con una caja de Amazon en brazos. El cliente la rasga y se hace con su producto. Acaba de poner fin a un ciclo que no sólo enriquece al gigante del comercio electrónico. Con cada paquete, una familia aragonesa -Balet Aragüés- engrosa su millonario patrimonio. ¿Cómo? Gracias al cartón, materia prima de un negocio que se ha tornado éxito con la irrupción del dinosaurio alumbrado por Jeff Bezos.
Junio de 2010. Eduardo Aragüés y Ramón Alejandro Balet se estrechan la mano ante la cámara. Un periódico local ha elegido la sala de juntas de la empresa más importante de Aragón para ilustrar la noticia. Saica -Sociedad Anónima Industrias Celulosa Aragonesa-, el trasatlántico del cartón en España, cambia de presidente. De tío a sobrino. En las paredes, los retratos de quienes les precedieron. Todos miembros de la familia. Línea de sangre. Ramón, recién "investido", todavía no sabe que su papel como principal fabricante de las cajas de Amazon le convertirá en el rey Midas del envase.
Ocho años después, sus factorías producen a velocidad de crucero. Se lucran de las 8.500 toneladas de cartón que se consumen cada día en España. Aunque Amazon no desvela cuántos paquetes diarios -aproximadamente- entrega, miles de ciudadanos abren su puerta cada minuto a los repartidores. Con todas las cajas de Jeff Bezos, valga la redundancia, las familias Balet y Aragüés hacen caja.
Cada uno de estos dos apellidos ostenta un patrimonio de 800 millones de euros. Figuran en los puestos 29º y 30º del ranking con el que Forbes glosa los españoles más ricos del mundo. Su parentesco se halla en la creación de la papelera: los Balet fundadores eran cuñados del Aragüés también fundador. Ya pisan los talones a Julio Iglesias. Saica, con 9.000 empleados repartidos en Francia, Holanda, Inglaterra, Irlanda, Italia, Portugal, Reino Unido, Luxemburgo o Turquía, ya ha alcanzado el podio de las empresas europeas más grandes de su sector. En 2015, facturó 2.500 millones de euros, la mitad de lo que emplea el presupuesto de Aragón en bienes y servicios.
Según ha sabido EL ESPAÑOL, Smurfit Kappa, Europac y Grupo Hinojosa -otras de las grandes del cartón- no trabajan para Amazon. Sí lo hace Saica, que por tanto acumula un alto porcentaje de la cuota de proveedores del líder del e-commerce, aunque prefiere ocultar ese dato. "No es fácil tener un cliente como Amazon. Están todo el día apretándote las tuercas, exigen muchísima producción a una velocidad muy alta. Eso sólo lo puedes cumplir con una estructura enorme, como la de Saica", relata alguien que lleva mucho tiempo trabajando en el cartón.
Esta misma fuente explica que la llegada del comercio electrónico ha permitido, prácticamente, doblar el número de cajas a producir: "La gran mayoría de productos ya llevaba un envase por sí sólo. Ahora se le pone otro para enviarlo". Y Saica fabrica tanto la primera caja como la segunda.
¿De dónde sale el cartón? A grandes rasgos, ocurre así: las bobinas de papel entran en una máquina llamada onduladora, que lo expulsa ya convertido en planchas. Después, otro mecanismo les da forma y las pega en sus distintas caras.
¿Una amenaza para Saica?
En el oasis que dibujan actualmente los análisis DAFO de Saica, quizá figure la siguiente amenaza: International Paper. Se trata de la papelera -y cartonera- más grande del mundo. También, principal proveedor de cajas para Amazon en Estados Unidos. En 2016, IP anunció la compra de una fábrica en Madrid. Se hizo con Holmen, dedicada al papel prensa, para convertirla en una factoría de cartón ondulado reciclado -el componente que necesitan las cajas de Amazon-.
Un operario de la antigua Holmen, en conversación con EL ESPAÑOL, reconoce que las máquinas todavía no funcionan a pleno rendimiento, por lo que Saica puede respirar tranquila.
El silencio de Saica
El gigantes aragonés ha declinado en reiteradas ocasiones contestar unas preguntas para este reportaje. "Son bastante opacos, casi nunca dicen nada, salvo lo típico, cuando sacan algún producto nuevo o abren una fábrica", critica uno de sus rivales. Otro empresario aragonés describe a los Balet y Aragüés como "gente agradable, simpática, muy presente en los actos institucionales, pero con la intención de pasar desapercibidos".
El actual presidente, Ramón Alejandro Balet (Comodoro de Rivadavia, 1961), ya ha cumplido más de dos décadas de trabajo en Saica. Se licenció en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Zaragoza en 1985. Después completó un máster en Deusto. En 1988, comenzó a trabajar en una planta mexicana de la empresa que ahora dirige. Luego alcanzó el grado de gerente tanto en Sudamérica como en Portugal. Su tío Eduardo, ya jubilado, formó parte de la corporación durante más de cuarenta años. Dos currículums que denotan la importancia de la genealogía en esta sociedad.
No cotiza en bolsa, capital nacional
Saica no cotiza en bolsa y su capital es 100% nacional. Su máximo órgano de gobierno se rige por un protocolo familiar, el mismo que en 2010 suscribió el paso de la segunda a la tercera generación con el apretón de manos entre Eduardo Aragüés y Ramón Alejandro Balet. Sobrino y nieto, respectivamente, de los creadores. Saica crece vigorosamente desde su fundación, en 1943, pero la irrupción de Amazon es uno de los factores que la permite volar como lo hace ahora.
La salida de la crisis y el brutal incremento del comercio electrónico dibujan una solvente pista de despegue para Saica y sus competidoras. Según los datos que facilita Aspapel -Asociación de Fabricantes de Papel y Cartón- a este periódico, cada español consume 143 kilos de papel y cartón al año, de los cuales 88 ya se refieren a los envases y el embalaje.
La inversión en el sector durante 2017 se ha incrementado un 130% respecto a 2015. Carlos Reinoso, presidente de esta plataforma, resume: "Nadie invierte si no cree en el futuro. Al tremendo aumento del comercio electrónico se suma la mejora general de la economía. Las fábricas son conscientes y la tendencia pasa por dejar de fabricar papel prensa para dedicarse al cartón ondulado". También sopla en favor de este negocio, apunta Reinoso, la entrada de Inditex y El Corte Inglés en el envío a domicilio de cajas.
Historia de Saica: de 6 a 9.000 empleados
Entre todos los tipos de cartón, destaca el ondulado, con el que se fabrica la inmensa mayoría de las cajas entregadas por Amazon -y fabricadas por Saica-. La empresa aragonesa fue fundada por Manuel y Jaime Balet, su cuñado Ramón Aragüés, y algunos amigos más. Aprovecharon una antigua estructura textil para fabricar papel en Zaragoza. Sólo contaban con seis trabajadores.
A mediados de los setenta, adquirieron algunas plantas de embalaje de cartón y gestión integral de residuos. En los noventa, aterrizaron en Francia. En 2012, abrieron una planta muy avanzada tecnológicamente en Reino Unido. Y ahora... Saica es ese gigante que aúna todos los eslabones de la cadena y que, a tenor de las últimas entrevistas concedidas por su actual presidente, pretende "seguir creciendo". El último gran hito tuvo lugar el pasado febrero. Los Balet y Aragüés decidieron comprar Emin Leydier, una corporación francesa especializada en el cartón ondulado que empleaba 1.030 personas y facturaba 378,4 millones de euros cada año. "Nos consolidamos como productor en Europa y el norte de África", celebró la sociedad maña.
¿Cómo se hacen las cajas de Amazon?
Las cajas de Amazon son cómodas, se abren rápido. A veces incluso alojan productos que no parecen necesitar una caja. Según varios estudios extranjeros, se emplea este envase porque garantiza privacidad al cliente y, al mismo tiempo, aporta seguridad. Hace mucho que dejaron de llevar cuerdas y plástico. En concreto, más de una década. Todas las decisiones en torno al embalaje se toman en un laboratorio especializado que Bezos tiene en Seattle.
Esas cajas que se desbaratan en un abrir y cerrar de ojos responden al nombre de "Cajas libres de frustración". Según cuenta un portavoz de Amazon a este diario, "fueron ideadas con material 100% reciclable y ya envuelven más de 750.000 productos". Además, permiten prescindir de esa segunda caja interior, lo que ha ahorrado más de 500 millones de envases en los últimos diez años.
¿Y el medio ambiente?
¿Y qué pasa con el medio ambiente? ¿Cómo influye tanta caja en la salud del planeta? "En eso, Amazon no tiene mucho que ver ni que hacer", saluda Carlos Arribas, de Ecologistas en Acción. "Todo queda en mano de los consumidores. El material de esas cajas es muy sostenible, pero si luego no se tiran a la papelera adecuada... Según los últimos datos, sólo un 15% llega al contenedor aconsejable. Tengamos en cuenta que, de lo no reciclado, las plantas de basuras no consiguen rescatar más de un 10%. Casi todo va al vertedero".
Aquel día de junio de 2010, Ramón Alejandro Balet dijo: "Nos dejan un reto difícil de superar". Pero Saica sigue prosperando caja a caja. Envase a envase. Sea amor o negocio, mientras Amazon crezca, la sociedad aragonesa hará lo propio. Simbiosis.