Grande-Marlaska rompe el "techo rosa" de Moncloa: primer gay visible tras 206 ministros
- El juez de la Audiencia Nacional dirigirá a la Policía Nacional y la Guardia Civil, dos de los ámbitos con menos visibilidad LGTB en España.
- "Hay que salir del armario para ayudar a otros", ha explicado en reiteradas ocasiones el nuevo titular de Interior desde que lucha por los derechos del colectivo.
Cuando este viernes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reúna a su Gobierno en Moncloa habrán pasado por la escalinata del Palacio -en lo que llevamos de Democracia- un total de 206 ministros y ministras. En torno al jefe del Ejecutivo se sentarán por primera vez en la historia más mujeres que hombres (11-6): roto otro gran techo de cristal. Pero también será histórico que una de las carteras ministeriales la ocupará un homosexual visible. Es decir, un gay que ha reconocido en público su orientación sexual para "visibilizar" al colectivo LGTBI: el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, romperá mañana el "techo rosa".
Grande-Marlaska (Bilbao, 1962) será el primer ministro gay visible que ocupe un sillón en el Consejo que se celebra cada viernes en Moncloa. Hasta la fecha, en el mismo lugar en el que se fraguó el matrimonio igualitario -que situó a España como uno de los países más avanzados en defensa de los derechos LGTB del mundo- ningún miembro del Ejecutivo se había atrevido a salir públicamente del armario.
Ahora -cuatro décadas y 206 ministros después- el que fuese juez estrella de la Audiencia Nacional rompe el llamado "techo rosa" para ponerse al frente de Interior. De él dependerá la Policía Nacional y la Guardia Civil, dos de los ámbitos con menos visibilidad LGTB de la sociedad. Desde que hace 12 años reconociese en una entrevista su homosexualidad, el magistrado se ha convertido en un fiel defensor de los derechos de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales.
"Que alguien gay dirija a guardias civiles y policías nacionales es un mensaje contundente para todas las víctimas de la homofobia que siguen sin atreverse a acudir a una comisaría o cuartel a denunciar", explica a EL ESPAÑOL Rubén López, director del Observatorio Madrileño contra la LGTBfobia. Pero va más allá: "Esto es sólo el mensaje, ahora se trata de desarrollar las políticas necesarias para erradicar el odio hacia el colectivo".
Gran parte de la carrera profesional de Grande-Marlaska ha estado vinculada a ETA. Fue él quien procesó a Arnaldo Otegi, quien instruyó el chivatazo a la banda terrorista y quien envió a la cárcel a Segi. Este combate judicial continuo le costó el ser objetivo de ETA, que planeó un atentado contra él en La Rioja. Pero su proyección pública cobró mayor protagonismo cuando reconoció en una revista que estaba casado con Gorka Gómez, su actual marido. Desde entonces, ha sido uno de los mayores activistas LGTBI del país.
¿Por qué cuatro décadas después?
Hace poco menos de un año, coincidiendo con que Madrid se preparaba para ser sede mundial del Orgullo Gay, este periódico preguntó a Jesús Generelo, presidente de la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales (FELGTB) si la sociedad española estaba preparada para tener a un ministro gay o una ministra lesbiana, como ya estaba ocurriendo en otros países europeos. Generelo afirmó entonces que "sin género de dudas": "La sociedad española está muy por delante de las políticas efectivas que se realizan para erradicar la discriminación".
Sin embargo, estas declaraciones chocaban con las fotografías en la escalinata de Moncloa con todos los ministros de los Gobiernos de la España reciente. España es el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de población gay, según un reciente estudio. El informe dice que el 6,9% de los españoles son gays, lesbianas o bisexuales. Si atendemos a estos datos, los números no cuadran: ninguno -hasta Grande-Marlaska- ha reconocido públicamente su homosexualidad mientras ocupaba un sillón en el Consejo de Ministros.
“Ser LGTB sigue siendo un tabú en muchos espacios de la vida política y hay la creencia de que puede perjudicar en unas elecciones”, explica el activista López, del colectivo Arcópoli. Por eso, valora como "excelente noticia" el nombramiento del nuevo titular de Interior: "Tener un referente político al más alto nivel siempre es un ejemplo que ayuda a esas personas que están a punto de salir del armario y que tienen miedo de un entorno hostil o de que se les juzgue sólo por clichés".