Joaquina, de 46 años y natural de Málaga, tenía una manera muy particular de ganarse la vida. Se dedicaba a estafar a distintas compañías de seguros para cobrar cuantiosas indemnizaciones haciéndose pasar por víctima de accidentes de tráfico. Hasta que el miércoles fue detenida por la Policía Nacional.
La malagueña podría haber obtenido más de 22.000 euros en siete años. El primer presunto siniestro reportado fue en junio de 2011 y el último el 3 de enero de 2018. En total, Joaquina ha sido la supuesta víctima de diez accidentes de tráfico, la mayoría de ellos atropellos. Fuentes de la Policía Local de la ciudad andaluza confirman a EL ESPAÑOL que la detenida ha engañado a “más de cuatro aseguradoras” diferentes. He aquí una relación de sus principales hazañas:
Junio de 2011: accidente sin especificar.
Abril 2012: un vehículo en doble fila golpea el de Joaquina al dar marcha atrás. La mujer fue indemnizada con 13.784,14 euros.
Octubre 2014: atropello que le obliga a visitar el hospital en tres ocasiones.
Mayo 2015: atropello en un paso de peatones.
Mayo 2015: accidente en Algeciras (Cádiz). Joaquina es atendida en un hospital malagueño por cervicalalgia.
Diciembre 2015: colisión por alcance.
Febrero 2017: la mujer es atendida en un hospital malagueño por un accidente sin especificar.
Abril 2017: atropello en el que sufre policontusiones.
Septiembre 2017: atropello en el que sufre latigazo cervical.
Enero 2018: atropello en la avenida Miraflores de los Ángeles (Málaga).
La regularidad con que la mujer se veía implicada en accidentes terminó por llamar la atención del Grupo de Investigación de Accidentes y Atestados (GIAA) de la Policía Local. Esta unidad se encargó de la gestión de los tres últimos percances reportados por Joaquina: dos en 2017 y uno en 2018.
Los agentes abrieron una investigación para determinar las causas de cuatro de estos siniestros y concluyeron que podría tratarse de un delito continuado de fraude a varias compañías aseguradoras. Trasladaron la cuestión a la Policía Nacional y la operación acabó con el arresto a la mujer. Joaquina “vivía de esto” y era una “profesional”, según las citadas fuentes.
Los 'accidentes' de Joaquina
Las cuantías que Joaquina R. C. se embolsaba por cada accidente iban desde 3.000 a más de 10.000 euros, dependiendo de los daños que le causaran. El siniestro que más dinero le reportó sucedió en abril de 2012. Un vehículo aparcado en doble fila supuestamente golpeó el suyo mientras se desplazaba marcha atrás. La malagueña fue indemnizada con 13.784,14 euros por su aseguradora.
Tras un parón de dos años desde dicha colisión, Joaquina volvió a las andadas. En octubre de 2014 denunció haber sufrido un atropello que le obligó a visitar el hospital hasta en tres ocasiones distintas. Siete meses después, en mayo de 2015, tuvo dos más: otro arrollamiento en un paso de peatones y un siniestro sin especificar, esta vez en Algeciras (Cádiz).
En diciembre de 2015 -de nuevo tras siete meses de inactividad-, reportó una colisión por alcance en una carretera de Málaga, ciudad en la que se registraron nueve de los diez siniestros. 2016 fue un año sin percances: la calma que precede a la tormenta.
Sólo en 2017 sufrió tres accidentes en febrero, abril y septiembre. Estos dos últimos pertenecen a los investigados por el GIAA y ambos fueron atropellos. En el de abril sufrió policontusiones por todo el cuerpo y en el de septiembre un latigazo cervical, según los informes médicos que la presunta estafadora aportó como prueba para la aseguradora.
El detonante de la investigación fue el último siniestro: otro presunto atropello, también estudiado por el GIAA. Sucedió el miércoles 3 de enero de este año, en la avenida Miraflores de los Ángeles, Málaga. Según fuentes de la Policía Local, en estos tres últimos informes la versión de los conductores implicados coincidió: la mujer “se dejaba caer” sobre los vehículos “para simular accidentes”.
Resbalones y dolores de espalda
Joaquina no se conformaba con los siniestros de tráfico. Según su historial médico, consultado por la policía durante las pesquisas, la mujer había sido atendida por dos resbalones en la acera con el suelo mojado, una caída en un aeropuerto de Canarias, un traumatismo en la espalda por el desplome de una máquina de bolas y otro golpe en la misma zona por una sombrilla metálica que cayó sobre ella.
Las lesiones en todos los casos reportados coinciden: dolores de cuello, lumbalgias, latigazos cervicales, problemas de espalda, molestia en una de las mamas, etc. Esto también llamó la atención de los investigadores del caso y les sirvió para afirmar que podían encontrarse ante una estafadora “profesional”.