“Ángel ha matado a Maribel”. Los vecinos del barrio de Puerta del Rey en Astorga aún no dan crédito a lo ocurrido. Eran las 2:40 horas de la madrugada de este martes cuando Ángel Arias, policía nacional jubilado de 69 años, descerrajó varios disparos contra su esposa, de 62, arrebatándole la vida.
La sala de operaciones del 112 recibía entonces una llamada de alerta. Para cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar de los hechos, a las 2.49 horas, María Isabel, la primera de la víctimas, ya había muerto y el supuesto asesino se encontraba forcejeando con el vecino de la planta superior a su domicilio, Jesús González, de 60 años. Éste también recibió un impacto de bala en el acromion, la parte superior del hombro, poco certero, que no le ocasionó heridas graves. Aún así, el servicio de Emergencias Sanitarias (Sacyl) le trasladó en una UVI móvil al Complejo Asistencial de León. “Ha tenido que ser por celos”, aseguran quienes fueron testigos de esta madrugada negra frente al número 7 de la calle Santa Colomba.
La investigación policial
Según han confirmado fuentes policiales al EL ESPAÑOL, el asesino habría empleado su propia arma –ya que al jubilarse habría optado por conservar la que fue su pistola reglamentaria– para acabar con la vida de su mujer. La pareja se encontraba, según fuentes cercanas a la familia, en periodo de separación desde el pasado mes de mayo, aunque ambos residían en el domicilio conyugal. El piso tiene unos 100 metros cuadrados y se encuentra cerca del museo del Chocolate y de la iglesia parroquial, Puerta del Rey, donde tendrá lugar el miércoles la misa funeral.
“Aunque había una separación acordada, todavía no estaban divorciados. Tampoco se registraron denuncias previas por malos tratos”, confirman fuentes de la Subdelegación del Gobierno en León a EL ESPAÑOL. La misma fuente consultada afirma a este medio que María Isabel mantenía una relación estrecha, de amistad, con su vecino, que es la segunda víctima herida en la reyerta.
Consternación en el barrio
“Se sabía que los dos tenían muy buena relación pero desde luego nadie se esperaba que algo así pudiera ocurrir. Al parecer él era muy celoso. A ella es cierto que se le veía menos por el barrio, era más reservada, pero él no. Era una persona conocida en Astorga, no sólo por ser policía sino porque cantaba muy bien las saetas a la Virgen de la Soledad. Venía a comprar sus décimos cada semana”, explica a este periódico la dependienta del puesto de Loterías y Apuestas del Estado situado frente al domicilio donde ha tenido lugar el suceso.
“Yo no me creo que estuvieran separados. Sí se les veía juntos... De vez en cuando venían por el bar, desde luego divorciados no estaban. Ella era una mujer muy elegante, siempre bien vestida, educada. Era ama de casa, ahora mismo no trabajaba. Ángel se dedicaba a la apicultura desde que se jubiló, tenía varias colmenas... Mi casa está justo frente a la suya, compartimos patio y la verdad es que ha sido una noche horrible. Los vecinos... te puedes imaginar como están, deshechos; a los dos se les conocía de toda la vida, aunque no eran nacidos en Astorga”, explica a EL ESPAÑOL el dueño del bar Carrera, ubicado a unos 50 metros del domicilio. A las puertas del mismo, en el número 6, una vecina solloza en el portal. Las lágrimas resbalan por su rostro recordando “el infierno” que ha vivido: “¡Y su familia! ¡Qué va a ser de su hija! Cómo ha podido pasar esto...”
“Nunca nos los hubiésemos esperado -comenta Mariluz, propietaria de un comercio-, y menos que sea un policía que ha trabajado durante tantos años en la Comisaría de Astorga quien cometa un crimen así. Ha sido un palo muy grande. Esto es un pueblo pequeño y aquí nos conocemos todos y claro, la gente comenta: 'Es que le han pillado en la cama con otro'... pero en realidad no lo saben. Aprovechan cualquier chismorreo para hablar mal de ella. No hay derecho a que se hable así. ¡Dejadla descansar en paz!”.
María Isabel se ha convertido en la víctima mortal número 26 en lo que va de año a causa de violencia de género. Su esquela, empapela ahora las calles de Astorga. En los bares, en los comercios y a las puertas de la iglesia los pocos viandantes que hay comentan lo sucedido. Un ciclista se para a mirar, a comprobar la fecha y la identidad de la víctima: “Doña María Isabel Alonso López falleció en Astorga en día 24 de julio de 2018 a los 62 años habiendo recibido los Santos Sacramentos”. Es mentira, María Isabel fue asesinada en su hogar. Será enterrada en la localidad berciana de Librán, de donde era natural, en presencia de sus hijos: Iván, que reside, según fuentes cercanas a la familia en el extranjero, y una hija, Laura, que vive en Astorga y es madre de una niña de un año y medio, Triana.
Mientras tanto, el presunto asesino se encuentra detenido en dependencias policiales donde también está el arma de fuego intervenida. Arias podrá permanecer hasta 72 horas en el calabozo antes de pasar a disposición judicial. Por su parte, la localidad de Astorga ha declarado dos días de luto oficial por el asesinato machista. Durante este tiempo se mantendrán las banderas a media asta. “En nombre de toda la ciudadanía, nuestro estupor, nuestra tristeza y nuestro rechazo a este caso de violencia de género; un mal que asola nuestro país y que hoy se ha cobrado una vida en nuestra ciudad”, declaró el alcalde de Astorga, Arsenio García.