Las bufandas de la selección española, los escudos de los equipos de la Liga en los azulejos de la barra, los bombos en la pared y las fotografías de los jugadores decoran todavía el local de Manolo el del Bombo, el máximo representante de la afición de la Roja, pero se desconoce por cuánto tiempo. Manolo dedicó 28 años de su vida a levantar su templo en las inmediaciones de Mestalla y, ahora, está a la venta.
El local valenciano, ‘Tu museo deportivo’, lleva un mes en comercialización y puede adquirirse por 190.000 euros (215.670 sumando impuestos y gastos). Aunque hasta la fecha se ha empleado como bar, el local puede adaptarse al negocio que el comprador desee, como indican en el anuncio de Idealista. Sin embargo, el deseo de Manuel Cáceres es mantener la decoración y esencia del local, aunque quien lleve el bar sea otra persona.
El establecimiento cuenta con una superficie total de 125 m2 (1.520 euros por metro cuadrado). La zona para los clientes, con la barra incluida, ocupa la mayor parte del local (70 m2). Además tiene dos baños, un pequeño almacén y una cocina (15 m2). El bar cuenta también con una amplia terraza que da a la plaza Valencia Club de Fútbol.
Manolo, que alquiló el local hace años, cree que ha llegado la hora de dejar el negocio. Sin embargo, pidió a la dueña del establecimiento que no lo vendiera, sino que lo traspasara para que su bar mantuviese su esencia. Y es que el local de Manuel Cáceres es fácilmente reconocible. En el anuncio de la inmobiliaria RE/MAX en Idealista no se menciona que se trata del famoso bar de Manolo el del Bombo, pero a través de las fotos no cabe duda.
Hasta el momento, la inmobiliaria ha recibido varias llamadas, pero Aghata Abellan, encargada de la venta del local, ha informado a EL ESPAÑOL de que no hay ninguna oferta cerrada. “La venta del local es prioritaria”, pero hasta ahora solo han recibido visitas de inversores. Todavía no han recibido ofertas de compradores que quieran llevar el bar ellos mismos y, aunque a Manolo le gustaría colaborar con el futuro dueño, ya está “mayor para llevarlo él solo”.
En 2011, el bar estuvo apunto de cerrar sus puertas. Con la prohibición de fumar en los locales y la de emitir partidos de fútbol en pantallas orientadas a las calles, el local perdió mucha clientela y, por lo tanto, menguaron sus ingresos. Sin embargo, consiguió mantener a flote el negocio. Ahora solo puede esperar que alguien que comparta su pasión desenfrenada por el fútbol le tome el relevo.