Después de nueve días de vacaciones, los reyes volvieron a aparecer ayer en Barcelona para presidir el homenaje a las víctimas del brutal atentado que sufrió la Ciudad Condal hace ahora un año. Atrás han quedado ya los días de descanso que han disfrutado acompañados de sus dos hijas, la princesa de Asturias y la infanta Sofía. Pero, ¿cuál ha sido el destino elegido? Sólo lo saben sus familiares más cercanos: la madre de la reina Letizia y su hermana Telma -ya que puede que ellas les hayan acompañado en algún momento- y el Gobierno -ya que como Jefe de Estado, don Felipe tiene que dejar dicho dónde se encuentra en cualquier momento-.
Ni la reina Sofía y mucho menos don Juan Carlos saben el paradero de descanso de los Monarcas y sus hijas. No quieren ningún tipo de filtración: un solo comentario fuera de lugar podían arruinar a la reina Letizia sus días de descanso. Sus verdaderas vacaciones. Lejos de la isla del Mediterráneo, por la que muchos suspirarían para pasar unos días, Mallorca. Atrás ha quedado Marivent y su recinto, el club náutico, el Mercat de l’ Olivar, el cine… con la sensación del deber cumplido.
Las cosas han salido como estaban planeadas, con el guión marcado hecho, pero ¿quién escribió cada párrafo de este plan? Cada foto, cada salida, cada instantánea ha sido planeada por el equipo de Zarzuela, unas semanas antes de que la Familia Real, sin don Juan Carlos, aterrizara en la isla. La Operación Mallorca tenía tres objetivos claros:
1. Hacer olvidar el que don Juan Carlos no pudiera participar en la Copa del Rey de Vela, nadie o muy pocos se han creído la supuesta lesión de muñeca.
2. Que todos volvamos a creer que la relación entre las dos reinas es tan cordial como nos hacen creer.
3. Recuperar la imagen de relación de Letizia y la isla, que nadie pueda decir que a la reina no le gusta Mallorca y que lo da todo cuando está en ella.
El 19 de julio, jueves, en un despacho de las oficinas de Zarzuela parte del equipo del rey Felipe, entre los que se encontraba su jefe de comunicación, Jordi Gutiérrez y su jefe de planificación y gabinete, Emilio Tomé, su jefe de seguridad, Miguel Ángel Herráiz, el secretario de la reina, José Zuleta, el jefe de protocolo, Alfredo Martínez y el Secretario de don Juan Carlos, Alfonso Sanz de Portolés, se reúnen para montar la agenda que tendrá lugar en Mallorca para cumplir con todos los objetivos. Todos los sentados en la sala de reuniones tienen una cosa clara: si quieren tener unas vacaciones tranquilas -hablamos de las privadas- hay que salir airoso y triunfante de la primera semana de agosto en suelo balear. Todos tienen que dar el 100%, todos. Y es que lo que mucha gente no sabe es que cuando los reyes se trasladan a Marivent, todos los componentes de sus equipos de trabajo, se van con ellos a instalarse allí.
Objetivo 1: evitar la foto Juan Carlos-Felipe
Lo primero es intentar evitar la foto entre el rey Don Juan Carlos y don Felipe, sin causar más daños de imagen. Que el rey emérito no puede participar en la Copa del Rey de Vela es un hecho en el que todos están de acuerdo. Unos días antes, alguien le insinúo al anterior Monarca esta posibilidad y el enfado del rey Padre fue monumental. Desde ese día sus asesores más cercanos le han ido convenciendo poco a poco de que es lo mejor para la Corona y él ha ido aceptando la idea. El problema es plantearlo a la opinión pública sin que parezca un castigo. Entonces a alguien del equipo se le ocurre la idea, con una advertencia médica real, alegar la lesión de muñeca que sufre el emérito para anular su participación en la competición. Nadie se ha inventado la dolencia, la lesión provocada por el uso continuado de las muletas existe, pero también es cierto que aunque con dolor, don Juan Carlos hubiera querido participar en la Copa del Rey de Vela. En su nuevo velero, El Bribón tiene un sitio reservado especialmente diseñado para él al que la tripulación llama El Trono, en el que iba más bien como un espectador que como un compañero de marras.
El 27 de julio se hace oficial en forma de comunicado: "Esta lesión afecta a sus desplazamientos, el rey Juan Carlos ha decidido no acudir a Palma. El servicio médico de la Casa del Rey ha comunicado a don Juan Carlos que no debe realizar actividades físicas intensas debido a la reagudización, por sobrecarga de apoyo, de una antigua lesión en la articulación cubitocarpiana derecha que le ha generado problemas musculares asociados en regiones cervical y lumbar derecha, que en este momento podrían verse agravados".
El padre de Felipe VI ve así como le quitan uno de sus mayores deseos, para el que se había sometido a una fuerte e intensa rehabilitación tras su operación de rodilla el pasado mes de abril. Las cintas de Corinna publicadas por EL ESPAÑOL, le dejan en el dique seco. Para dar más peso a este argumento, don Juan Carlos también anula su presencia en la toma de posesión del nuevo presidente de Colombia, Iván Duque.
El emérito acepta el castigo, aunque su disgusto es enorme, pero decide que él no va a pisar Mallorca en todo el verano, no va a hacerse ni una sola foto ni con la familia real ni con ninguna otra.
Por eso la tradicional cena informal a la que solían acudir todos juntos, se celebra la noche del 5 de agosto con la reina Sofía, los reyes, sus hijas Leonor y Sofía, la infanta Elena y sus dos hijos, Felipe y Victoria. Todos disfrutan de una velada en un restaurante en el barrio de Portixol, al que se unió hasta la princesa Irene de Grecia, pero ni rastro de don Juan Carlos. El padre de Felipe VI ha pasado al bando de la infanta Cristina y su familia, los "llamamos los vampiros, porque están pero no salen en las fotos, por lo menos hasta que se pase un poco todo el tema de Corinna" asegura una persona que trabaja en la Casa.
Objetivo 2: recuperar la buena imagen Letizia-Sofía
Tras solucionar el primer tema hay que planear el segundo: recuperar la buena imagen de la reina Letizia y la princesa de Asturias como nuera y nieta de la reina Sofía. Desde que el pasado uno de abril saltara la Crisis de las Reinas en la Catedral de Palma de Mallorca, las encuestas internas de Zarzuela -se hacen dos veces al año para comprobar la valoración de los miembros de la Familia Real- lo han dejado claro: la reina Sofía es la única de todos que aprueba y con buena nota, los demás suspenden, incluida Leonor. Hay que aprovechar estos días en Mallorca para recuperarse.
Con don Felipe navegando todas las mañanas en el Aifos participando en la Copa del Rey de Vela, se dan las circunstancias perfectas para montar un plan de chicas. Algo que no sea ir a ver navegar al rey, algo pensado para ellas.
Se piensa en una actividad que guste a ambas reinas. El Mercat de l’ Olivar parece un buen sitio: a la reina Letizia le gusta por su relación con el tema de la salud y nutrición, y a la reina Sofía porque pocas cosas le gustan más que relacionarse con la gente de a pie, preguntarles por sus vidas y lucir su lado más cercano.
La fecha fijada es el 31 de julio por la mañana. Sonrisa, saludos, fotos con todos los mallorquines que quieran, gestos de cordialidad entre ambas reinas, muestras de cariño entre abuelas y nietas, en definitiva: una jornada de marketing perfecta.
Objetivo 3: Hacer creer que a Letizia le gusta Mallorca
Ahora sólo queda planificar como la reina Letizia va a volver a hacer creer a la gente que a ella le gusta Mallorca. De hecho a la esposa de Felipe VI le encanta la isla y cuando era soltera había estado en baleares en varias ocasiones. De lo que allí no disfruta la ex periodista es de vacaciones. Para días de supuesto descanso rodeada de su familia política y de fotógrafos y periodistas no es para ella un relajo ideal, para Letizia sigue siendo trabajo. Y como ella es una profesional, a trabajar y a darlo todo. Y ahí la entrega que ha demostrado este verano: cena familiar, visita a la Copa del Rey, al Mercat, al cine…
Con lo que no contaba la reina era con tener que trabajar un día más y tener que quedarse en la isla 24 horas. Ella tenía previsto abandonar baleares el día 6 de agosto, para preparar en Madrid sus vacaciones privadas. Pero la jornada anterior a viajar los reyes a Marivent, Presidencia del Gobierno avisa de que Pedro Sánchez acudirá al almuerzo con el rey en Mallorca acompañado de su esposa, Begoña Gómez. Una faena, la reina se ve obligada a quedarse. No es que el matrimonio Sánchez le caiga mal, ni mucho menos, pero no le hace ninguna gracias quedarse 24 horas más en la isla. Para eso era mejor la esposa de Mariano Rajoy, Elvira Fernández, una mujer discreta que sólo acudía a lo imprescindible y que nunca fue a la isla balear a comer con los reyes.
Los reyes han disfrutado de nueve días en algún lugar del planeta de descanso. Ahora vuelven al trabajo a medio gas, el rey seguirá en Madrid en sus jornadas de despacho, pero no habrá actos hasta los primeros días de septiembre.
Mientras, en Zarzuela, tras el Operativo de Mallorca esperan con ansia las próximas encuestas para saber si la Operación ha cumplido sus objetivos y pueden cerrar este verano 2018 con la misión cumplida.