La prisión de Herrera de la Mancha debe de ser lo más parecido al séptimo círculo del infierno de La Divina Comedia de Dante en España. En la obra, en ese último estadio eran castigados de por vida los violentos, aquellos que emplearon la malicia más oscura en sus acciones. Situada en el término municipal de Manzanares, en la provincia de Ciudad Real (Castilla la Mancha), esta prisión de máxima seguridad acoge al elenco de asesinos y violadores más peligrosos de las últimas décadas: Miguel Carcaño, Antonio Ángel Martín Rodríguez (conocido como el pederasta de Ciudad Lineal), José Bretón, Tony King, Santiago del valle, Juvenilson Da Silva (conocido como el violador de Pozuelo) y Sergio Morate comparten espacio en el mismo centro penitenciario.
Todos ellos han llenado centenares de páginas de las crónicas negras de las últimas décadas, han protagonizado los más execrables sucesos y realizado las mayores atrocidades. El tiempo ha venido a juntarlos a todos ellos, según ha podido saber EL ESPAÑOL, en un mismo centro penitenciario.
Herrera de La Mancha es una cárcel de máxima seguridad, una de los primeros construidos en España. Y sus funcionarios tienen ahora que vigilar, entre otros, a estas siete personas. Todos ellos están repartidos entre las 297 celdas (260 normales y 37 complementarias) con las que cuenta el centro.
Sus nombres son ya conocidos por todos. Sus caras, ocupan amplios espacios en los programas matutinos de televisión, incluso años después de haber cometido sus crímenes. De los más viles criminales, ellos son quienes más atención suscitan por la gravedad de sus casos: asesinatos de menores, violaciones en serie, rapto y asesinato, violaciones a menores... El reflejo más fidedigno del mal hecho carne.
Desde el principio, la cárcel tuvo una misión fundamental. El proyecto se elaboró durante el primer gobierno de la democracia, durante los tiempos de la UCD. Se terminó de construir en 1979 y desde entonces ha albergado en su interior a algunos de los más importantes asesinos de la organización terrorista ETA.
La prisión se encuentra enmarcada en el centro de la llanura manchega. Cuenta con una superficie de 20.000 metros cuadrados y una superficie de 1.347.234 metros cuadrados. Llegó a ser la cárcel que más etarras acogió a la vez. Allí llegaron a convivir, durante la época del reagrupamiento, hasta 200 internos detenidos o condenados por sus actividades en los comandos de la banda terrorista. Todavía algunos funcionarios, consultados por este periódico, recuerdan las mareas humanas de familiares de los etarras llegando de visita al centro penitenciario a mediados de los 80.
Aquellos tiempos pasaron. Ahora la prisión, entre decenas de internos, acoge a estos siete asesinos condenados por los crímenes más horribles. Algunos de ellos comparten los reducidos patios de la cárcel de máxima seguridad, las celdas de apenas siete metros cuadrados, el gimnasio y otras áreas del centro. Otro conocido nombre de las páginas más negras de la historia reciente de España que también pasó por allí es Miguel Ricart, el único condenado por el crimen de las niñas de Alcàsser. El 29 de noviembre de 2013, con 44 años, Ricart abandonó la prisión ciudadrealeña tras la derogación de la doctrina Parot. Había pasado los últimos 21 años de su vida en la cárcel. Ahora está en libertad.
1. Tony King
El asesino de Sonia Carabantes y Rocío Wanninkhof pasa allí sus días en solitario. Sólo está él en su celda, de 8 metros cuadrados. Vive en un Módulo de Régimen Cerrado de la cárcel manchega. Esa condición penitenciaria, según apuntan las mencionadas fuentes, sólo la tienen los condenados por terrorismo, los presos de peligrosidad extrema, quienes han cometido delitos contra la vida y la libertad sexual de manera especialmente cruenta y los miembros de grupos organizados. Así, los trabajadores que vigilan a King dicen de él que “mucha guerra, no da”. Siempre ha vivido en aislamiento. Incluso las comidas las hace dentro de su pequeño habitáculo.
King apenas sale 3 horas al día de su celda. Los patios y pasillos por los que se le permite deambular (siempre acompañado) cuando sale, hay pintados distintos senderos de colores en el suelo. En su día, se utilizaron para marcar los recorridos de los internos. King está marcado como preso de primer grado.
2. Pederasta de Ciudad Lineal
Entre 2013 y 2014, Antonio Ortiz secuestró y violó a cuatro niñas de entre 5 y 9 años en el barrio madrileño de Ciudad Lineal. Las secuestraba y luego las llevaba a su apartamento de la calle Santa Virgilia, el conocido como "piso de los horrores". Musculado, rapado casi al cero, el pederasta de Ciudad Lineal fue condenado a 70 años y seis meses de prisión. El pederasta había llegado a contratar a una empresa de limpieza para borrar todos los indicios, pero en un dormitorio, en el plástico que cubría un colchón, se halló una huella palmar, sangre y células de una de las víctimas, así como esperma del acusado. En otro recinto se hallaron restos de vómito de una de las víctimas. El violador entró hace años en Herrera de La Mancha, donde permanece todavía hoy.
3. José Bretón
Desde que se intentó suicidar, José Bretón permanece en el módulo de mayor seguridad de la prisión: el de enfermería. Lleva dos años allí. Casi lo consigue: el condenado por asesinar a sus dos hijos en 2011 echó mano de una hoja de afeitar y se rajó la garganta por dos sitios distintos. Sobrevivió y hace dos años que está en aislamiento. No ve a ninguno de los otros 6 asesinos y violadores que conforman esta lista. De hecho, prácticamente no ve a casi nadie.
4. Miguel Carcaño
Es el asesino de la joven Marta del Castillo. Siete años han pasado ya de aquel caso. Carcaño fue condenado a 21 años y tres meses de cárcel tras confesar haber asesinado a la chica. El juez le exculpó del delito de violación. El cuerpo de Marta nunca ha aparecido, pese a los ciclópeos esfuerzos y las numerosas intentonas de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado por encontrarlo. Se trata de uno de los crímenes que más han conmocionado a la sociedad española en las últimas décadas. Carcaño comparte módulo con Sergio Morate, Tony King y Santiago del Valle. Come en su celda y apenas sale de allí.
5. Santiago del Valle
Santiago del Valle fue condenado a 22 años de cárcel por abusar sexualmente y después asesinar a la niña Mari Luz Cortés en Huelva. Tan solo tenía 5 años. Del Valle comparte módulo con Morate, King y Miguel Carcaño, en idénticas condiciones de vigilancia, considerado todavía como un preso de primer grado.
El 13 de enero de 2008, Mari Luz salió de casa a comprar unas gominolas en un quiosco cercano. Santiago del Valle la observó y la siguió con la mirada sigue desde la ventana de su domicilio. Cuando la niña volvía a casa, Del Valle bajó de su apartamento y, tras comprobar que no había nadie alrededor, le arrojó un peluche a la pequeña para llamar ssu atención. Mari Luz recogió el muñeco y se acercó al portal con la intención de devolvérselo a su dueño. Al subir las escaleras hasta el piso del asesino, Del Valle la sorprendió agarrándola por detrás. Trató de abusar de ella.
La pequeña se resistió, pero Santiago le tapó la boca y la golpeó varias veces en la cabeza con una fuerza considerable, hasta que consiguió introducirla en su apartamento. Mari Luz estaba inconsciente. Santiago decidió que tenía que deshacerse de ella, así que la metió en un carrito de la compra, la tapó con una manta y después despertó a su hermana, Rosa, que dormía allí, para que le ayudara a hacer desaparecer a la niña. La metieron en el coche y la llevaron a la zona conocida como las marismas. Ya allí, Santiago sacó a la niña del maletero del coche, y metió su cabeza en el agua, asfixiándola hasta la muerte. El cadáver de la menor fue hallado 54 días después flotando en un muelle de la ría de Huelva.
En concreto, Santiago del Valle ha sido condenado a 19 años por el delito de asesinato y tres años más por abusos, con el agravante de la reincidencia.
6. El violador de Pozuelo
Juvenilson da Silva, también conoicido como el violador de Pozuelo, confesó en junio de 2006 haber agredido sexualmente a 19 mujeres entre agosto de 2000 y septiembre de 2003 en las zonas de Conde de Casal y Pozuelo de Alarcón. Fue condenado a más de 300 años de cárcel por todos sus crímenes y continúa encerrado en la prisión de Herrera de La Mancha.
Da Silva utilizaba siempre el mismo método a la hora de perpetrar sus crímenes. Se quedaba acechando hasta localizar a una víctima, a la que luego abordaba poniéndole un cuchillo en el cuello. Luego la conducía hasta una zona arbolada, con poca afluencia de gente, y las obligaba a desnudarse. Luego las violaba sin separar su afilada arma del gaznate de las mujeres a las que violaba.
7. Sergio Morate
Después de asesinar con sus propias manos a su exnovia Marina Okarynska y a Laura del Hoyo el 6 de agosto del año 2015, Sergio Morate esperó a que se hiciera de noche. Metió los cadáveres en su coche y se dirigió a Palomera (Cuenca), su localidad natal. Mientras esperaba, y con los cuerpos de las jóvenes en el maletero del automóvil, el joven se puso a cenar. Esa noche las enterró a las dos en cal viva. Luego huyó a Rumanía.
Morate fue condenado a 48 años de prisión por ambos crímenes. Has ta el pasado mes de marzo, estuvo recluido en el centro penitenciario de Estremera, donde entró en septiembre de 2015. Hubo un detalle que hizo que lo trasladaran a la prisión de máxima seguridad de Ciudad Real: su incipiente amistad con Patrick Nogueira Gouveia, el conocido también como el descuartizador de Pioz, asesino confeso de sus dos tíos y de sus dos primos pequeños. Morate y Nogueira habían hecho buenas migas, como trascendió después a la prensa, así que Instituciones Penitenciarias decidió trasladarle de centro. Ahora comparte un módulo repleto de villanos, el séptimo círculo del infierno de las cárceles españolas.