"Está fastidiado. Tenías muchas ganas de venir, pero los médicos le han recomendado no moverse mucho". Con estas palabras el rey Felipe VI excusaba -hace poco más de un mes- la ausencia de su padre Juan Carlos en la Copa del Rey Vela, el evento anual preferido del rey emérito. Cuestiones estrictamente médicas por su supuesta lesión de muñeca era la versión oficial para justificar su no presencia en Mallorca, precisamente días después de destaparse el escándalo de las cintas de Corinna. Pues bien, en tan sólo seis semanas la milagrosa curación parece haberse obrado: Juan Carlos vuelve a regatear.
Después de todo un verano alejado de los focos mediáticos como castigo impuesto por su propio hijo Felipe VI, tal y como publicó EL ESPAÑOL, el rey emérito ha vuelto a aparecer en escena en Francia. Hasta allí se ha trasladado para ponerse a los mandos del Bribón, el barco con el que no pudo participar en la Copa del Rey de Vela de Palma de Mallorca por su supuestos problemas de salud.
En la localidad francesa de La Trinité-sur-Mer, Juan Carlos está compitiendo en el Campeonato de Europa de la clase seis metros, junto al resto de tripulación, tal y como ha avanzado Vanitatis. Una de las citas más importantes de la temporada después de haberse proclamado campeones del mundo en septiembre del pasado año. Una competición que empezó el lunes y a punto de acabar tiene al equipo del rey emérito al frente de las posiciones. Un puesto que demuestra el alto rendimiento del equipo -incluido el rey lesionado hace un mes-.
¿Es normal la pronta recuperación del monarca o esta vuelta a la actividad deportiva demuestra -como ha venido publicando este periódico- que tras la supuesta lesión hay un intento de lavado de imagen impulsado por la Casa Real?
Felipe VI aseguró en Palma que la lesión de muñeca de su Padre -que también le había generado problemas musculares en la zona cervical y lumbar- había impedido que este se trasladara a la isla y por tanto, no estaría presente en la tradicional foto de familia. Algo que, al parecer, le apenaba al actual monarca de España. Sin embargo, aquellas palabras eran la escenificación de una campaña para evitar a toda costa la foto entre el rey Don Juan Carlos y Don Felipe para no causar más daño a la Familia Real.
El castigo de Felipe VI a su padre
La divulgación del contenido de las cintas de Corinna por EL ESPAÑOL fue un auténtico escándalo y fueron una bomba de relojería en la Familia Real al inicio del verano. Y Felipe VI no estaba dispuesto a que la imagen de la Corona se siguiera dañando. Así, días antes de que comenzara la competición en Palma, alguien le insinúo al anterior monarca la posibilidad de quedarse en tierra. El enfado del rey padre fue monumental.
Desde ese día sus asesores más cercanos le convencieron poco a poco de que es lo mejor para la Corona y él aceptó la idea. El problema era plantearlo a la opinión pública sin que pareciese un castigo. Entonces a alguien del equipo se le ocurrió la idea, con una advertencia médica real, alegar la lesión de muñeca que sufre el emérito para anular su participación en la competición.
Nadie se ha inventado la dolencia, la lesión provocada por el uso continuado de las muletas existe, pero también es cierto que aunque con dolor, don Juan Carlos hubiera querido participar en la Copa del Rey de Vela. En su nuevo velero, El Bribón tiene un sitio reservado especialmente diseñado para él al que la tripulación llama El Trono, en el que iba más bien como un espectador que como un compañero de marras.
El 27 de julio se hace oficial en forma de comunicado: "Esta lesión afecta a sus desplazamientos, el rey Juan Carlos ha decidido no acudir a Palma. El servicio médico de la Casa del Rey ha comunicado a don Juan Carlos que no debe realizar actividades físicas intensas debido a la reagudización, por sobrecarga de apoyo, de una antigua lesión en la articulación cubitocarpiana derecha que le ha generado problemas musculares asociados en regiones cervical y lumbar derecha, que en este momento podrían verse agravados".
Entonces, el emérito acepta el castigo, aunque su disgusto es enorme, pero decide que él no va a pisar Mallorca en todo el verano, no va a hacerse ni una sola foto ni con la familia real ni con ninguna otra.
Y ahora, un mes después de la polémica el barco del rey don Juan Carlos tiene muchas probabilidades de ganar el campeonato en Francia. Durante esta semana ha ido escalando posiciones y a falta de la última jornada que se celebra en la tarde de este jueves, el Bribón se sitúa favorito. Salvo contratiempo de última hora: de quedarse en tierra por su muñeca a subirse a lo más alto del podio continental en apenas un mes.