Tras los casos de Cristina Cifuentes, Pablo Casado y Carmen Montón, el gran arcano de los trabajos académicos dentro de la política española es la tesis doctoral de Pedro Sánchez. Durante años, ha sido el secreto mejor guardado del ahora Presidente del Gobierno, y ahora todas las miradas se vuelven hacia ese trabajo aparentemente oculto, de más de 300 páginas, que nunca ha visto la luz y que no está digitalizado. No es de acceso público y a él es más complicado acceder que a muchas otras investigaciones realizadas dentro de las universidades de este país.
La caída de Carmen Montón tras las irregularidades halladas tanto en su trabajo de fin de máster como en las notas de las asignaturas del máster mismo ha vuelto a poner en la palestra la connivencia entre la clase política y las universidades del país.
La misteriosa tesis de Pedro Sánchez es uno de los grandes tabúes sobre los que todavía sobrevuela la sombra de la sospecha desde hace algunos años, en gran medida por lo complicado que resulta acceder a ella.
La tesis doctoral del actual presidente del Gobierno se titula “Innovaciones de la diplomacia económica española: Análisis del sector público (2000-2012)” y consta de 342 páginas. Fue supuestamente presentada en lectura pública el 26 de noviembre del año 2012, dos años y nueve meses después de haber comenzado a realizarla. Recibió la máxima calificación: cum laude. Un detalle importante: hasta el mes de noviembre del año 2011, debió compaginar las labores de investigación con sus labores como parlamentario en el Congreso de los Diputados. O sea, mientras desempeñaba su trabajo en el ágora política, el entonces diputado se puso a investigar sobre la gestión económica de los gobiernos anteriores.
El período medio para una investigación de las características de una tesis no baja, por lo general, de los cinco años. He aquí una excepción y he aquí una duda razonable.
Una mañana en la Camilo José Cela
Es preciso remarcar lo complicado que resulta acceder por distintos cauces a la tesis de Pedro Sánchez. En Teseo, la base de datos pública de Tesis Doctorales, tan solo se puede hallar los datos básicos del extenso documento (número de páginas, dirección de tesis, año de consecución, etc.) y un resumen abreviado del contenido de la investigación de Sánchez. En la Universidad Camilo José Cela no lo tienen digitalizado. A lo máximo que se puede acceder es a través de Dialnet, uno de los mayores portales bibliográficos del mundo. En esa plataforma solo aparece, a modo de resumen del documento, el somero y escueto texto que les mostramos a continuación:
“La investigación aborda las innovaciones que en el terreno de la Diplomacia Económica han liderado los diferentes niveles del sector público español. La tesis parte de la elaboración de una definición de Diplomacia Económica para, posteriormente, investigar los avances que en la acción económica exterior se han producido en los Ayuntamientos, Regiones y, en especial, por el Gobierno de España. La investigación cuenta con una amplia investigación de casos prácticos que demuestran el compromiso del sector público español por la internacionalización de la economía española y el apoyo a su tejido empresarial”.
El único ejemplar físico que se puede consultar se encuentra en la biblioteca de la Universidad Camilo José Cela. Se trata de un tomo de tapa dura y de color azul cuyo acceso está, en buena parte, restringido. Como periodista, resulta prácticamente imposible llegar con facilidad hasta la tesis. De ahí el misterio.
Primero se ha de enviar un correo electrónico solicitando la petición a la universidad. Desde allí, contestan que ha de ser con el consentimiento expreso del propio autor. Es decir, del propio Sánchez. La gestión entra, en ese momento, en un bucle infinito y casi insalvable.
Sin embargo, hace algo más de dos años un alumno de una universidad española tuvo la ocasión de consultarla en la biblioteca de la propia universidad para un trabajo que estaba realizando sobre las tesis doctorales de distintos políticos españoles. Y como alumno universitario se ve que las puertas son algo menos restringidas. Desde la universidad contestan que debe rellenar una solicitud y luego, una vez allí, se otorga una hora de consulta sin posibilidad de utilizar el ordenador o el teléfono para anotar nada o para hacer fotografías.
En la sala, con decenas de estanterías repletas de libros y con algunos alumnos repasando sus apuntes, se ha de hojear el ejemplar de la tesis del presidente del Gobierno bajo la mirada de varias bibliotecarias, atentas a cualquier movimiento sospechoso.
Este es, en concreto, el párrafo que inicia el capítulo 5 de la tesis de Sánchez. Este apartado se titula, según ha podido saber EL ESPAÑOL, “La diplomacia económica de los actores subestatales (II): las ciudades”:
“La heterogeneidad en la composición del sistema de relaciones internacionales ha disparado la creación de espacios de cooperación institucional multinivel, al que las ciudades no han permanecido ajenas. Como hemos señalado en capítulos anteriores, los Estados comparten la gestión de las relaciones económicas internacionales con nuevos actores, algunos de ellos de naturaleza pública (como las CC.AA. Y los Ayuntamientos) y otros de carácter privado (como las ONG y las empresas)”.
Muchos de los apartados del libro se limitan a realizar un somero repaso de las políticas del gobierno de Zapatero.
En la tesis, la disertación de Sánchez versa sobre el resultado de la aplicación de diversas leyes y órdenes ministeriales, en buena parte del Ministerio de Industria, al frente del cual estaba Miguel Sebastián.
Al final del libro, en unas cincuenta páginas Sánchez reproduce tal cual proyectos de ley y reales decretos de aquella época.
Tras apenas una hora en el lugar, la bibliotecaria apremia al visitante para que vaya recogiendo. En esos 60 minutos apenas se logran anotar algunos de los detalles más relevantes sobre lo que versa el texto elaborado (que sepamos) por el político socialista.
La versión de Miguel Sebastián
Hace algo más de un año, el periódico Voz Pópuli publicó una versión que explicaría el prolongado silencio del líder socialista sobre su tesis doctoral. Explicaría eso y también su reticencia a exhibirla, a hacerla pública a la prensa. En abril de 2017, el periodista Segundo Sanz relató que uno de los primeros mentores de Sánchez, Miguel Sebastián, ministro de Industria entre 2008 y 2011, habría confesado en un foro privado que el grueso del libro en el que está la tesis del actual Presidente del Gobierno habría sido realizado con papeles de aquel departamento del Gobierno.
“El 90 % del libro se lo hicimos en el Ministerio (de Industria)”, habría asegurado Sebastián en aquella reunión. Sí que es cierto que el contenido de la tesis aparece plagado de toda clase de referencias a esas etapas de gobierno de la primera década de los 2000, en especial a la fase de la presidencia de José Luis Rodríguez Zapatero.
El exsecretario general del PSOE matriculó la tesis el 10 de febrero de 2010 y ahí comenzó su investigación. Su redacción y presentación se prolongó durante solo 33 meses. De todos ellos, precisamente, los primeros 22 coincidieron con Sebastián al frente del Ministerio de Industria.
Todo esto resulta aún más chocante cuando se revisa el Real Decreto 99/2011, de 28 de enero, por el que se regulan las enseñanzas oficiales de doctorado. En él se subraya que "una vez aprobada la tesis doctoral, la universidad se ocupará de su archivo en formato electrónico abierto en un repositorio institucional y remitirá, en formato electrónico, un ejemplar de la misma así como toda la información complementaria que fuera necesaria al Ministerio de Educación a los efectos oportunos".
La obra le permitió obtener a Sánchez el título de doctor en Economía y Empresa por la Universidad Camilo José Cela en noviembre del año 2012. En aquel momento, la tesis quedó recluida en un amplio volumen que fue colocado en las estanterías de una pequeña biblioteca del centro. Nunca ha vuelto a salir de allí.
Veto del PSOE a la publicación de trabajos
Las reticencias de Sánchez a hacer pública su tesis doctoral vuelven al ojo del huracán del debate político justo con la dimisión de la ministra Montón. En concreto, este mismo lunes, después de conocer las primeras irregularidades en el TFM de la que era ministra de Sanidad, el gobierno socialista vetó una proposición de ley de Ciudadanos que exigía la publicación online de trabajos de fin de grado, trabajos de fin de máster y tesis doctorales de todos los políticos. No se trata de un veto cualquiera. Es el primero que el nuevo Ejecutivo ejerce en los apenas 100 días que lleva en el poder.
La proposición de Ciudadanos sugería la implantación de unas medidas más estrictas de control sobre este tipo de trabajos para evitar más casos como los conocidos en lo que va de año. El veto se comunicó a la formación naranja días atrás pero se dio a conocer en el hemiciclo la misma jornada que quedaban al descubierto las irregularidades de la ya exministra en su trabajo de fin de máster.
Entre las medidas contempladas por la proposición de Ciudadanos estaba la creación de una entidad independiente que ejerciese el control de los expedientes académicos y de la expedición de títulos. Podemos apoyó la propuesta de ciudadanos. El PP, junto al PSOE, votó en contra de la iniciativa.
La tesis del líder del PSOE continúa siendo un misterio. En ella, prácticamente se limita a describir las actuaciones de los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, la última etapa de José María Aznar y los primeros compases del ejecutivo de Mariano Rajoy en 2011-2012. Y poco más.