Ana Julia Quezada, autora confesa de la muerte de Gabriel Cruz, se libra de uno de los tres delitos que se presumían sobre ella. El juez instructor del caso, Rafael Soriano, a su llegada a los juzgados de Almería ha señalado que no va a imputarle el delito de detención ilegal. En cambio, sí lo hará por asesinato y contra la integridad moral.
El magistrado instructor no ha querido dar más explicaciones al respecto sobre la retirada de este delito. Sí ha afirmado que espera que "antes de final de año" se pueda dar por cerrada la instrucción del caso.
Ana Julia Quezada comparece desde las 12 horas del mediodía en sede judicial para, en representación de las partes, escuchar los delitos a los que se enfrentará en juicio, cuya sentencia será señalada por un jurado popular formado por nueve miembros.
En la vista de hoy, las partes podrán solicitar nuevas diligencias de la investigación que estimen convenientes.
Por cuarta vez, Ana Julia, quién mantenía una relación sentimental con el padre de Gabriel Cruz, comparece ante el juez. Ha salido en furgón policial de la prisión almeriense de El Acebuche, donde permanece interna desde el pasado mes de marzo a la espera de juicio, hasta la Audiencia Provincial de la capital almeriense.
La primera vez que declaró fue en marzo de este año, tras ser detenida en la Puebla de Vícar con el cadáver de Gabriel en el interior del maletero de su coche.
La acusada habría urdido un "macabro plan", donde se aprovechó de la confianza del pequeño de ocho años para asfixiarlo y acabar con su vida.
Gabriel Cruz desapareció el 27 de febrero en la barriada nijareña de Las Hortichuelas, cuando iba de casa de su abuela paterna a la vivienda de unos familiares a apenas 100 metros de distancia. Durante 13 días se desplegó un dispositivo sin precedentes en España con la participación de cuerpos de seguridad, emergencias y miles de voluntarios.