La ex presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes (1 de julio de 1964), ha comenzado una nueva vida. Así lo insinuó el pasado 17 de septiembre en Instagram con una evocadora imagen en la que contemplaba un amanecer desde un balcón y una concisa frase: “Comienza una nueva etapa, con nuevos proyectos y nuevas ilusiones”. Toda una declaración de intenciones, solo una semana después de pedir una excendencia de dos años en su puesto en la Universidad Complutense de Madrid. Pero esta excedencia no es temporal. Al menos estos no son sus planes. No quiere sentirse ni atacada ni abucheada. Quiere liberarse cuanto antes del lastre del famoso master de la URJC, donde ya solo está investigada por un supuesto delito de falsedad documental, junto a otros cuatro imputados.
Pretende comenzar una nueva etapa, lejos de la capital de España, pero siempre apoyada por los suyos, su gran refugio durante estos duros meses. El destino de esta nueva etapa es París, según ha podido saber EL ESPAÑOL. Su nouvelle vie radica en trabajar en la capital de Sena, donde vive ya su hija Cristina, su gran confidente, amiga y paño de lágrimas y también de alegrías. La ex política del PP pretende dedicarse a la organización de todo tipo de eventos a través de la empresa de una buena amiga suya que le ha brindado esta oportunidad.
Este pasado sábado 29 de septiembre dio ya su primer gran paso asistiendo a la gala de apertura de la temporada de Danza en el majestuoso Palacio Garnier de París. Fue algo más que un simple acto. Una carta de presentación ante la alta sociedad parisina. Una fiesta, en la que estuvo acompañada de estrellas como Keira Knightley y Marion Cotillard. Fue su primer paso para introducirse en el mundo de la jet set parisina e iniciar así su nueva carrera profesional como organizadora de eventos. De hecho, estuvo antes toda una semana en París “empapándose” de la que será su nueva faceta laboral.
La ilusión es tal que está mejorando su francés a marchas aceleradas en un curso intensivo que le sirve para poner al día los viejos conceptos aprendidos durante su formación escolar. La ex presidenta de la Comunidad de Madrid ya tenía nociones de la lengua de Molière de su etapa educativa, pero la falta de uso le ha llevado a retomar un idioma que tenía prácticamente olvidado. Todo para triunfar en una ciudad con muchas oportunidades y actos sociales.
Muy cerca de su hija 'Titi'
París es un destino perfecto para Cristina Cifuentes por varias razones. La principal, tener a su lado a uno de sus grandes apoyos: su hija Cristina, Titi como la conocen sus más íntimos. Nacida en 1990, estudió Derecho y Administración de Empresas en la Universidad Pontificia de Comillas. Meticulosa, brillante en sus estudios, es una apasionada de la moda, como su madre. Actualmente trabaja en la firma de lujo Loewe, por lo que pasa mucho tiempo en la capital del Sena. Con ella, Cristina sale de compras y actos por Paris. Les encanta pasear por los Campos Elíseos y acudir a los espectáculos de la nouvelle vie parisienne.
Otra razón de peso para elegir París es que la capital francesa está muy cerca de España, a dos horas escasas de vuelo de Madrid. Cristina Cifuentes vivirá a caballo entre las dos ciudades: si en la ciudad de la luz tiene a su hija, en Madrid seguirán desarrollando sus carreras profesionales su marido, el arquitecto Francisco Javier Aguilar Viyuela y su hijo Javier, graduado en Derecho y Administración y Dirección de Empresas por la Universidad Complutense de Madrid. Javier está especializado en Derecho Comunitario y ejerce de abogado en el bufete Eversheds Nicea, situado en el Paseo de la Castellana. Todos viven un buen momento profesional, sobre todo, su marido tras el grave receso que tuvo en su productividad como arquitecto. De hecho, estos últimos días los ha pasado Cristina Cifuentes junto a ellos en Madrid. Cristina reside en un piso alquilado cerca de las viviendas militares de la calle San Bernardo, en el castizo barrio madrileño de Malasaña.
Vacaciones en forma y en familia
Este paso adelante lo ha dado tras unas largas vacaciones estivales, las primeras en ocho años. Un descanso deseado que ha pasado entre Menorca y su casa familiar en la localidad segoviana de Navas de Riofrío, conocida como Las Navillas por su pequeño tamaño. Tampoco Cris, como la llaman todos sus amigos, ha faltado a los eventos familiares, como las bodas de dos de sus sobrinas, que la llevaron A Coruña el 26 de agosto y el 22 de septiembre pasado.
Un tiempo de reflexión en el que recordó uno de los momentos más difíciles de su vida, como fue el pasado 20 de agosto, en el quinto aniversario de su grave accidente en motocicleta en el Paseo de la Castellana, que la tuvo al borde de la muerte. Como ella misma reconoció en su red social favorita: “Cambia la vida por completo”. Pero donde también realizó otra declaración de intenciones que quiere marcar su nueva vida: “Hoy miro el futuro con optismo”.
En estos meses, se ha puesto en forma. “Está muy guapa. Físicamente está mejor que nunca. Hace mucho ejercicio a diario y está delgada pero fibrosa. Ha recuperado la esbeltez y fuerza que perdió en los días tan duros que sufrió cuando salió a la luz el caso Master y su dimisión como presidenta de la Comunidad de Madrid”, aseguran sus amigos.
Uno de los mejores ejemplos de su mejor estado físico y anímico es que ha vuelto a aparecer en actos, la mayoría muy relacionados con el cine y las artes escénicas en general. En los primeros días de septiembre acompañó y se fotografió con Victor Ullate en su despedida como director de su compañía de ballet tras 30 años en su dirección en un espectáculo que se celebró en los Teatros del Canal de Madrid. Más recientemente, unos días antes de su escapada en París, estuvo en el preestreno de la película “El Reino”, fotografiándose con los protagonistas de una producción que, irónicamente, trata de la “corrupción económica, política y mediática” en España. Muchos ven en su mensaje en Instagram, acompañado de una foto con el actor Antonio de la Torre, una pulla a sus antiguos compañeros de aventura política en el Partido Popular, “la tropa” como ella los define. De hecho, el actor lo dejó claro también en unas recientes declaraciones: “Cifuentes ha sido más leal con su partido que algunos miembros de su partido con ella”.
Ruptura con su pasado
Cristina Cifuentes quiere abandonar su pasado político. En su familia casi todos han abandonado el Partido Popular y han devuelto sus carnés, salvo ella. “Lo último que quiere y desea es volver a la actividad política”, afirman sus amigos. Este es otro de los puntos claves para su ruptura con el pasado: desentenderse de la vida política. Muchos que la rodeaban desaparecieron. Compañeros de Partido y de Gobierno de la Comunidad de Madrid con los que se siente profundamente decepcionada y defraudada, de los que curiosamente fue su gran valedora. Hoy solo tiene a su lado a su familia y a su círculo de amigos más íntimos, los que ella define con asiduidad como “los de verdad”, con los que sigue compartiendo comidas y veladas. Una de sus grandes amigas sigue siendo la que fuera su jefa de Prensa, Marisa González, con la que tiene una estrecha relación. González ahora trabaja en la Federación Española de Fútbol.
Por el momento no tiene intención de conceder ninguna entrevista. Lo que sí desea es que acabe pronto el procedimiento judicial por el caso Máster, que está pendiente de nuevas pruebas, como las posibles comparecencias del consejero de Educación de la Comunidad de Madrid, Rafael van Grieken, y de la que fue su directora de comunicación, Marisa González. Se pretende determinar si hubo presión o no hacia la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) sobre una posible manipulación de las actas presentadas durante la comparecencia pública de su rector, Javier Ramos, y del director del Instituto de Derecho Público, Enrique Álvarez Conde. Cifuentes quiere que se archive cuanto antes la pieza sobre ella que todavía investiga la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Carmen Rodríguez Medel, por el presunto delito de falsificación en documento público. Desea dejar todo zanjado en un momento en el que trabaja y lucha por construir una nueva etapa.
Ahora, en París podrá olvidarse de los problemas y cambiar el ruido mediático a otro muy distinto, rodeado de glamour, del mundo de la moda que tanto le apasiona y dar comienzo a una nueva etapa que la haga olvidar los problemas de su más reciente y doloroso pasado.