José María Salguero ha militado en el PSOE, se ha presentado a la alcaldía de El Bosque con IU y tiene tatuado al Che Guevara en el brazo. Es bombero forestal y “defensor de los trabajadores”. Su perfil responde a los cánones de cualquier militante de izquierdas. Ese es su pasado, del que no se arrepiente. Él creía en esos ideales. “Pero todos nos equivocamos y cometemos errores”, admite. Por eso, ahora, pasado el tiempo, ha cambiado de parecer. “Votaría a VOX. Si me quieren, aquí estoy.”, se ofrece en conversación con EL ESPAÑOL. “Que me llamen facha o lo que quieran”, remata.



Su conversión ha llegado con los años. Puede resultar, a priori, chocante. Pero sólo a priori. A posteriori, él tiene claros los motivos. “No creo en el pensamiento, sino en la gente que defiende lo que dice. La vida te va marcando”. Y, para José María Salguero, la izquierda no ha sido fiel a sus consignas. Él ha virado alejado de políticos que no cumplían lo que pregonaban. “Yo tenía una idea distinta de lo que era el comunismo. Cuando te metes en un partido de izquierdas, crees que las políticas serán diferentes, pero después te das cuenta de que son sectarios y que eres su enemigo si no estás con ellos”.



Ese desencanto lo ha llevado a recalar en el partido liderado por Santiago Abascal. El pasado 12 de octubre, este gaditano amante de los toros, no dudó en confirmar su viraje: “Viva España, viva la legión y viva VOX. Esto es consecuencia de ser engañado una y otra vez por los partidos que están llevando a este país a la ruina y que sólo defienden los intereses de sus amigotes. Ni de izquierdas ni de derechas, español y realista por encima de todo. El único partido que dice las cosas claras. Es simple: primero los españoles y después todo lo demás. Ahora me podréis tachar de todo menos de cobarde”, escribió en su página personal de Facebook.



Cronología de un desencanto



José María se apartó primero del PSOE para recalar en Izquierda Unida. “Confiaba en que fuera una alternativa”. Pero algunos miembros del grupo lo “traicionaron”. A partir de ahí, surge su desencanto. ¿Uno de los motivos? las dos asociaciones que preside (la taurina y la de caza) ya no reciben ninguna subvención. “Entonces pienso que no defienden España y que lo que hacen es dividirlo”, reconoce. Esto, sumado a otras muchas cosas que no entran dentro de sus esquemas: “El enchufismo, las injusticias, el amiguismo...”.



Antes de eso, se hizo un tatuaje del Che Guevara porque representaba “la revolución de la clase trabajadora”. Eso era lo principal. Pero poco a poco fue cambiando de parecer. Descubrió VOX. Fue a un congreso y decidió que los votaría en las próximas elecciones. De hecho, se fotografió con Santiago Abascal. “Estoy a favor de ellos porque defienden a los españoles por encima de todo”, explica. “No son lo que dice la gente de la calle. Al contrario, muchos están de acuerdo con lo que defienden, pero no se atreven a contarlo. Eso es lo que me ha hecho decantarme por ellos”, avanza.



Y su cambio de parecer, en muchos sectores, “ha dolido”, confiesa. “Algunos parece que se han cabreado bastante”. Otros, en cambio, lo han 'apoyado'. Es más, han iniciado una campaña en la plataforma change.org para que se cambie el tatuaje del Che por el de Franco. “Pedimos firmas que apoyen que cualquier administración pública le pague un cover del tatuaje para que pueda sustituir a Ernesto Guevara por Paquito Pantanos”, rezan los impulsores, en tono jocoso y de broma. “No seas cruel. Firma y difunde”, cierran.

José María Salguero Pozo



“Lo he visto un poco de pitorreo”, reconoce José María, riéndose. Sin embargo, aunque no piensa cambiar el tatuaje del Che Guevara por otro, sí que se lo va a quitar del brazo. Lo que no piensa borrar de su piel es el tatuaje de la legión que lleva 35 años en el brazo derecho. Y con él, si deciden aceptarlo, se ofrece a formar parte de las listas de VOX para las próximas elecciones.

Tatuaje de la legión.



Su ideología, al fin y al cabo, la comparte. No reniega de su política de inmigración ni tampoco de su idea de España. Reconoce que el Gobierno tendría que haber sido más “duro” con Cataluña y apoya la desaparición de los partidos nacionalistas y la equiparación de los salarios de los cargos públicos. Y, ya de paso, aprovecha para ‘atacar’ a Rufián: “Lo que no es lógico es que tengamos a personas como él que se ríen de todos los españoles. Ni tampoco que tengamos a un presidente manipulado por Podemos”, afirma.



¿Y esto no lo puede cambiar votando a PP o Ciudadanos? “Yo soy del pensamiento de que son de la derechita cobarde. El PP tenía que haber actuado más duramente con Cataluña y Ciudadanos unas veces dice una cosa y otros días otra”, explica. Sin preocuparle si le llaman “facha o cualquier otra cosa”. Lo que no se permite es que le digan que es un “cobarde”. Ha cambiado de ideología, sí, pero no lo oculta. “No me ofende que hablen de mí, aunque sea mal. Eso significa que estoy vivo. Les preocupa un partido que está subiendo como la espuma, que está diciendo lo que está ocurriendo y lo que a otros parece que no les interesa”. Y punto y final.

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