Hace poco más de un lustro, cuando Estepona estaba destinada a convertirse en la capital sanitaria del sur de Europa, la actriz Maribel Verdú inauguró -ilusionada- el centro de lujo Premium. Ella misma -accionista junto a su marido Pedro Larrañaga- dio el discurso de inauguración de una clínica de la que ahora ya está completamente desvinculada: de la implicación plena, a la nada. Premium ahora es Cenyt. Y detrás de esta meca médica de la disfunción eréctil, de los trastornos de la eyaculación o de la incurvación de penes está el famoso Comisario Villarejo. Curiosamente, ubicado en el mismo edificio donde Villarejo disponía de un ático.
El día que se inauguró el proyecto sanitario (noviembre, 2011) el alcalde de Estepona, José Maria Urbano, agradeció la apuesta de los inversores por el municipio y señaló que Estepona iba a convertirse en la capital sanitaria del sur de Europa. Todos apostaban por este lugar modelo en altas tecnologías. La presentación de Premium fue todo un acontecimiento en la Costa del Sol. Sus accionistas ya tenían otra clínica en Marbella donde habían dado a conocer sus servicios.
Ahora -siete años después- algunos no caben en su sorpresa: donde se leía Clínica Premium se ha estampado el rotulo de Clínica Cenyt. Según ha sabido EL ESPAÑOL, desde el origen del centro, la participación de los socios de Villarejo estuvo presente en el complejo medico, pero los accionistas de Premium -entre ellos Verdú- eran los que la dirigían. El día de la apertura, la actriz -desde un podium- lo dejó muy claro: "Participaba como accionista ya que desde siempre le ha atraído el mundo de la salud”.
Así, todo fue bien hasta que “el otro lado [por Villarejo y sus socios]” empezó a presionar y “querer mandar” y los accionistas de Premium decidieron vender sus acciones y desligarse del proyecto. Hasta el punto que cambió de manos. Por eso, la clínica fue embargada al comisario Villarejo por el juez instructor de la operación Tándem en la Audiencia Nacional, Diego De Egea. El magistrado entendió que este inmueble procedía del blanqueo. Según documentos analizados, el ex policía blanqueaba dinero con Juan Carlos Escribano, gerente de este hospital de lujo, que originariamente nació como Clínica Premium.
Una clínica para el tratamiento del pene encorvado
Para muchos ha pasado inadvertido el cambio de Premium a Cenyt Hospital ya que hasta la rotulación es muy parecida. En sus dependencias siguen trabajando los mismos facultativos. Parte del personal se queja de que llevan meses sin cobrar. Y también de que las sociedades cambian a la hora de los pagos. La ultima en abonar es una sociedad de Sevilla. A pesar del embargo cautelar de agosto, la clínica no ha cerrado.
En estas instalaciones, según ha sabido este medio, se trató hasta el mismísimo Villarejo. El ex comisario vivía en la parte alta de la clínica, en un ático y era un asiduo a estas instalaciones. Cenyt lleva el nombre de una de sus sociedades. Es una infraestructura amplia y moderna de más de 3.000 m2, con una ubicación privilegiada frente al mar y dotada de las mejores instalaciones de la costa. Quirófanos equipados con la última tecnología y Unidad Radiológica Avanzada. También una Unidad Estética y especialistas en medicina sexual del varón con tratamiento de disfunción eréctil, trastornos de la eyaculación o incurvación de pene. Pacientes consultados dicen preferir a la directiva de Premium que “eran auténticos profesionales de la medicina y estaba dirigida por un facultativo que sabia como llevar un hospital”. De hecho Maribel Verdú entró en este proyecto como inversión ya que el director médico de entonces, era íntimo desde la infancia.
Así nos lo contaba ella misma a Jaleos cuando inauguraron: “Desde pequeñita me ha gustado todo lo relacionado con la medicina. Era como un sueño y este concepto de mi amigo Gonzalo, me ha parecido realmente fantástico para acercarme al mundo de la sanidad”. Entonces ella confiaba en situar en breve este negocio sanitario en el que participaba entre los mejores centros privados de Andalucía, y convertirlo en referente de prestigio y calidad en salud. A Maribel se la veía totalmente integrada entre los trabajadores del centro. Incluso más de uno comentaba que: “Solo le faltaba la bata”.