"¡Qué campechano!", "viva la República" o "a tope sin drogas" son sólo algunas de las burlas que el rey emérito Juan Carlos tuvo que escuchar hace unos días a la salida de un choco -taberna- del centro de Vigo, donde estuvo cenando junto a la Infanta Elena y Pedro Campos, el último amigo que le queda tras su jubilación forzosa. Entre gritos, risas y algún mensaje cariñoso el padre de Felipe VI avanza decrépito acompañado por su equipo de seguridad, el sobrino del expresidente Calvo Sotelo y una misteriosa mujer rubia que desaparece del plano del vídeo que está circulando.
El rey emérito sigue encontrando en Galicia su refugio ante su soledad. El pasado viernes cenó en una taberna de la calle Ronda de don Bosco, en Vigo, con su hija Elena, Pedro Campos -patrón del Bribón- y varios miembros de la Asociación Amigos de la Buena Mesa, quienes se reúnen en este lugar de manera habitual para citas gastronómicas. Allí, según publica El Faro de Vigo, disfrutaron de una "deliciosa cena" y recordaron anécdotas "en una velada llena de complicidad".
"Es en los momentos bajos, cuando todos te dan la espalda, cuando realmente se ve a los amigos. Y Pedro siempre ha estado a su lado". Así describía a EL ESPAÑOL una fuente de Zarzuela la relación entre don Juan Carlos (80 años) y su amigo, Pedro Campos Calvo-Sotelo (68 años). No sólo se aloja en su casa cuando va a Sansenxo, sino que es "su verdadero apoyo": quien lo anima ante su evidente soledad.
Esa idílica cena en Vigo -a unos 60 kilómetros de la casa de Campos- se vio arruinada por las burlas que tuvo que sufrir el emérito a la hora de abandonar el local situado en un callejón detrás de un conocido pub de la noche viguesa, Juakina. Es en esta cervecería donde se topa con un grupo que -teléfonos en mano- comienza a increparlo entre mofas, a la vez que el emérito -ayudado con una muleta y un miembro de su equipo de seguridad- avanza como bien puede.
Cabe recordar que en la última fotografía oficial tomada por la Casa Real -en el 80 cumpleaños de la reina Sofía- ya se evidenciaba el deterioro físico del emérito, quien tuvo que ser bajado casi en volandas por dos personas de seguridad a la escalera en la que se tomó la fotografía.
En el vídeo se puede escuchar cómo el grupo que se encuentra con Juan Carlos le grita "qué campechano", "viva la República, "viva España" y "viva la buena gente". También encuentran lugar para sacar pecho de su tierra con un "Galicia Calidade, Juancar". Y "a tope sin drogas".
"¿Puedo darte un besiño?", le pregunta una mujer quien se interesa por cómo llegó el rey Juan Carlos hasta el centro de Vigo en una noche de noviembre. "Caminando", le responde el emérito con una leve sonrisa. También le preguntan por dónde quedó Elenita, quien si bien estuvo acompañando a su padre en la velada, tal y como informa el medio regional, no se le puede ver en las imágenes grabadas.