La médica de Familia agredida brutalmente este lunes mientras trataba de atender a un paciente en el hospital Virgen de Linarejos, en Linares (Jaén), lo tiene claro: el hombre, de nacionalidad pakistaní y en situación irregular, la atacó por el simple hecho de ser mujer. La profesional sanitaria ha explicado a EL ESPAÑOL cómo transcurrió el incidente: “Me siento desprotegida en todos los sentidos: como médico, como mujer y como persona”.
“Estaba en mi puesto de trabajo [ella atiende únicamente en Urgencias] cuando, sobre las 2.30 horas de la mañana, entró este varón con un acompañante a la sala de espera”, relata la doctora. “Venía gritando, estaba en el suelo con la mano en la cabeza. No sabían lo que le pasaba”. Cuando se acercó para intentar ayudar al paciente, le indicaron que hablaba algo de italiano y ella se dirigió a él en dicho idioma. Pero, de repente, le soltó un puñetazo en la cara. Tal fue la fuerza de la agresión que cayó de espaldas, al suelo.
Numerosos compañeros de la doctora no tardaron en reducir al hombre, evitando así que los golpes fuesen a más. Porque el ahora detenido “venía a por mí, a seguir pegándome más”, aduce la sanitaria. Le medicaron para que se calmase y le hicieron distintos exámenes toxicológicos que pudieran aclarar lo que acababa de suceder.
"No iba drogado ni nada"
Pero todo dio negativo. “Ni iba drogado ni nada: yo no dudo de que pueda haber sustancias que no se detecten en las pruebas, pero tampoco dudo del odio que siente este hombre hacia las mujeres, hacia mí”. Sin embargo, esa ha sido uno de los puntos que ha esgrimido la defensa del agresor para justificarlo.
El hombre fue detenido de inmediato por la Policía Nacional y reconoció los hechos ante el juez. Afirmó no “acordarse de nada”, pero también que su religión “no permite que las mujeres invadan mi espacio vital". Se siente indefensa e indignada: primero, por el Servicio Andaluz de Salud (SAS) por no poner los medios para frenar las agresiones a los médicos; después, por la Justicia al considerar que “la Fiscalía pidió pruebas para intentar rebajarle la posible pena al agresor, que era de 5 meses y ni siquiera iba a entrar en prisión”.
La doctora agredida, se encuentra actualmente de baja laboral debido, no solo a las lesiones físicas causadas, si no las secuelas psicológicas que suelen quedar después de este tipo de ataques. “¿Que hay gente mala en el mundo? Sí, y este tío lo es. La Justicia no está de mi lado, como víctima, sino de la del agresor. Estamos indignados”, zanja.