Muchas personas, cuando ven una llamada perdida en su teléfono, reaccionan llamando a ese número. Podría ser simplemente una teleoperadora. O por ejemplo, un cambio de fecha para una cita médica, o incluso podría ser la esperada entrevista de trabajo soñada. Pero también podría tratarse de una estafa telefónica.
Si el número va precedido de los prefijos 355, 225, 233, o 234, no llame a menos que se trate de algún conocido. La Guardia Civil alerta: detrás de estos números se esconden timadores.
Estos prefijos proceden de Albania, Costa de Marfil, Ghana y Nigeria, respectivamente. La trampa consiste en que los estafadores realizan llamadas cortas, de un tono, para que el destinatario no la escuche o no le de tiempo a responder. Al ver la llamada, muchos 'pican' y devuelven la llamada.
A través de su cuenta de Twitter han lanzado este mensaje, acompañado de una imagen en la que explican el engaño.
La llamada se reenvía a números tipo 806, 807, 906 o 907, los cuales aplican altos costes, de los que obtienen el beneficio.
Solo por descolgar pueden llegar a cobrar cuatro euros, sumado a un precio por minuto muy elevado. Aunque sea por unos segundos, una llamada nos puede salir realmente cara.