Y las aulas sin barrer: en Ibiza, los que saben catalán no quieren limpiar
- La exigencia de hablar catalán para los funcionarios de Baleares lleva a que haya problemas para cubrir las plazas de limpieza en institutos.
- El gobierno socialista estableció en 2016 la obligatoriedad de conocer el idioma y descartó con ello a gran parte de los candidatos.
- Armengol quiere que hablemos catalán en la intimidad
¿Es necesario saber catalán para barrer suelos? En Baleares sí, y por ese motivo los institutos de Ibiza empiezan a tener un problema: faltan efectivos de personal de limpieza. Hay plazas, pero no están todas cubiertas. El motivo es que el Govern balear exige a los candidatos que opten a fregar aulas y vaciar papeleras un único requisito: que hablen catalán. La gente que quiere esa plaza no domina el idioma y los que lo hablan no quieren ese trabajo.
Es el último episodio de la cruzada del gobierno balear en favor de la catalanización de la isla. Un proceso que está pasando factura en el sector público. Ya pasó con los médicos y con los profesores en Baleares: plazas sin cubrir porque no hay suficientes candidatos que dominen el catalán. Ahora, el sector más afectado por esta imposición es el del personal de la limpieza de los institutos insulares. Desde el año pasado hay carencias porque esta barrera idiomática descarta a la mayor parte de los candidatos a la oferta.
Antes era un mérito. Ahora, obligación
La obligatoriedad de que los funcionarios insulares hablen catalán fue impuesta en 2016. Hasta entonces, el conocimiento de ese idioma era “un mérito”, según lo había establecido el antiguo gobierno del PP. Pero el nuevo ejecutivo de la socialista Francina Armengol estableció la obligación de hablar catalán mediante la Ley 4/2016 de la Funció Pública.
No tardaron ni un año en llegar los primeros problemas centros como el IES Xarc, el Blanca Dona y el Santa María (Ibiza) adolecen de falta de efectivos de limpieza desde 2017. Y es que en 2016 se abrió una bolsa de trabajo para estas plazas a la que se apuntaron 101 personas. Muchas de ellas fueron descartadas por no cumplir el requisito de hablar catalán.
Plazas por cubrir
En 2017 había 19 plazas de trabajo de limpieza de los institutos de Ibiza, pero sólo había cubiertas 11. El problema se ha agravado. La falta de incorporaciones, sumada a varias bajas médicas del personal ya contratado ha llevado a que en centros como el IES Santa María ya falten más de la mitad de las plazas por cubrir, según cuenta El Mundo.
EL ESPAÑOL ha hablado con el Ayuntamiento de Ibiza, que ha desmentido esta información apuntando que “en el IES Santa María solamente queda una plaza por cubrir”. No obstante, remiten al Govern Balear, que es el que se encarga de llevar a cabo las contrataciones. El departamento competente, la Conselleria de Funció Pública, aún no se ha pronunciado.
De todos modos, lo que sí es patente es el obstáculo que está suponiendo la imposición del catalán en Baleares para cubrir plazas de empleo público. Porque si la ley aprobada en 2016 obligaba a todos los funcionarios de las islas a saber catalán, al año siguiente se extendió ese requisito al personal interino. Esa medida afectó a la gran mayoría de los candidatos de la bolsa de trabajo. Quedaron descartados para la plaza, pero no se les devolvieron los casi 7 euros que les había costado la inscripción.
Por otra parte, el personal de limpieza de los institutos se siente discriminado porque no se les concede la oportunidad de obtener el título de catalán en dos años, como sí que se les otorga, por ejemplo, a los trabajadores sanitarios.
La portavoz del sindicato CSIF en Baleares, Loli Guijarro, que emprendió una batalla contra el Govern para que se eliminase este requisito, ha declarado a El Mundo que no entiende esta imposición del catalán: “Si no se exige ningún título académico se entiende que no se exige ningún conocimiento de gramática española, por lo que no tiene sentido ahora se les exija de gramática catalana”, explica.
Por el momento, el Govern de Armengol solamente ha transigido en rebajar el nivel de exigencia. Antes pedían a los candidatos un nivel B1 en catalán (poder expresarse en ese idioma en las tareas más elementales) mientras que ahora piden un A2, que consiste básicamente en comprender el idioma. Entretanto, las aulas sin barrer.
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