Carbón para los reyes en Zarzuela: suspenden Felipe, Letizia y Juan Carlos; se salva Sofía
- Según una encuesta interna de la Casa Real conocida por EL ESPAÑOL, el rey se queda a las puertas del aprobado.
- El año 2018 ha sido especialmente malo para la reina, con el incidente de la Catedral, y para el emérito, con las cintas de Corinna.
- La madre del rey es el miembro de la Familia Real mejor valorado.
- Tenemos dos reyes pero ninguno irá a Brasil: Felipe VI, por vacaciiones; a Juan Carlos no le dejan
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Las notas del último trimestre han llegado a todos los hogares españoles antes de Navidad. El Palacio de la Zarzuela no es una excepción. Pero aquí las calificaciones vienen en forma de encuestas internas. Unos test que se realizan cada trimestre y que la Casa encarga a una empresa externa. De forma telefónica y aleatoria se le pregunta a un grupo de españoles su opinión sobre cada uno de los miembros de la Familia Real, sus actuaciones y algunos temas de actualidad. Con las calificaciones encima de la mesa, sólo una persona dentro del recinto de El Pardo puede estar contenta: la Reina Sofía.
Todos han bajado en sus calificaciones, pero es la primera vez en la que todos suspenden menos la madre del rey Felipe VI. Esto no es una novedad, hace muchos trimestres que la Reina Emérita es la más valorada, pero esta vez es la única que pasa del cinco. Su hijo, el rey se ha quedado a medio punto del suficiente, pero su marido, el rey Juan Carlos y su nuera, la reina Letizia, han sido los peor parados y no han pasado del tres.
Tampoco es una sorpresa que la actual soberana suspenda. Nunca saca buenas notas. Su imagen no acaba de encajar sociológicamente en la Familia Real, ni siquiera cuando comenzó su andadura como Princesa de Asturias en 2004. La mejor nota la sacó tras vivir un trágico momento en su vida familiar.
Las malas notas es de las pocas cosas que tienen en común suegro y nuera. Ambos se encuentran en la misma cifra, lo que demuestra que para ninguno de los dos 2018 ha sido un buen año.
No dan importancia al tres
Sin embargo, a ninguno de los dos parece importarles demasiado. Asumen que las cosas son así y ya está. "A la parte de la Secretaría de la reina le da exactamente igual. Ellos van a su bola. Deciden a qué va Letizia y a qué no. Su frase favorita es: 'La reina trabaja y no hace turismo’. Eso es lo que adujeron para no asistir, en París, al centenario de la Primera Guerra Mundial: ella o va a trabajar o no va a hacerse una foto con el resto de las Primeras Damas. No le afecta que las encuestan le den un tres que un 10, asumen que nunca va a sacar buena nota, por lo tanto…", cuenta una fuente desde Zarzuela.
Pero el 2018 ha tenido un antes y un después para la opinión pública con respecto a Letizia. Todo ocurrió el 1 de abril, Domingo de Resurrección en la Catedral de Palma de Mallorca. Allí se produjo el famoso rifirrafe entre la reina actual y la emérita, captado en un vídeo que acaparó portadas y colapsó las redes. En él, la reina trataba de impedir que su suegra se fotografiara con sus nietas, ante el malestar de Leornor, que se separaba de su abuela de forma poco delicada. Las palabras de la esposa de Felipe VI eran claras: "Ahora no, estamos trabajando".
El incidente desató una avalancha de indignación contra Letizia. La cosa llegó a su máximo grado de tensión cuando un grupo de ciudadanos la abuchearon e insultaron en su primer acto público tras el incidente. Por si no hubiese sido visto suficientemente por los españoles, TVE repitió el vídeo con el resumen de la actuación de la Familia Real previo al discurso de Nochebuena de Felipe VI.
Tal fue el escándalo que Zarzuela tuvo que escenificar una reconciliación increíble y de emergencia siete días después, en la puerta del hospital donde Juan Carlos había sido operado de la rodilla. La reina abrió solícita la puerta del coche a doña Sofía, una puesta en escena forzada en la que las reinas no se cruzaron la mirada.
"Letizia no disimula"
Tras la escena del hospital siguieron sucesivas muestras de cercanía entre suegra, nuera y nietas, nada frecuentes con anterioridad. Como el ir juntas a ver en mayo el musical de Billy Elliot. Aunque lo más llamativo tuvo lugar el agosto pasado en Mallorca, donde la madre del rey se convirtió en una más en la familia Borbón Ortiz, cosa que antes era completamente impensable.
Pero el choque de la Catedral supone una brecha entre la reina y la opinión pública que, por ahora, no parece que se vaya a cerrar. "Letizia tiene mucho genio y le cuesta mucho disimular. Si algo no le gusta, no lo esconde. Puede que a las demás tampoco les guste, pero son más falsas y lo disimulan, ella no lo puede evitar. Pero después de lo de Palma ha intentado no dar mucho que hablar, pero no por su interés, sino por el de su hija la Princesa de Asturias. Justo este año ha comenzado la andadura oficial de Leonor como heredera en Covadonga o cuando cumplió 13 años haciendo su primera intervención oficial leyendo la Constitución. La reina no quiere que nada de lo que haga o diga repercuta a su hija", comenta a EL ESPAÑOL una amiga de la esposa de Felipe VI.
No paso ni a saludar en Nochebuena
Pero esto es sólo en el ámbito público, en el privado la reina sigue con sus polémicas decisiones. Como ya adelantó EL ESPAÑOL, Letizia no pasó ni a saludar a su familia política en Nochebuena. ¿La razón? La presencia de su cuñada, la infanta Cristina, en la cena familiar. Tras asistir al Ballet en el Teatro de la Zarzuela, para celebrar el 40 aniversario del Ballet Nacional, dirigido por Antonio Naranjo. Leonor y Sofía se fueron con su padre, Felipe VI, a desear a sus abuelos, a sus tías y primos una feliz velada, mientras la reina permanecía en casa, en el Pabellón del Príncipe. Allí cenaron con la familia de la reina, su madre, Paloma Rocasolano; su hermana, Telma; y sus sobrinas, Amanda y Carla Vigo.
Tampoco acudieron a la comida de Navidad que este año volvió a ser en casa de la hermana del rey Juan Carlos, la infanta Pilar, en la urbanización Puerta de Hierro, donde las infantas Cristina y Elena, acompañadas de sus hijos, se mezclaron con todos sus primos, los Gómez-Acebo y los Zurita. El centro de atención de todos fue el nuevo bebé de la familia, Carlitos, el hijo que en solitario tuvo María Zurita, quien ya es todo un ‘influencer’ en redes sociales con más de 25.000 seguidores en Instagram.
Don Juan Carlos, lejos en Nochevieja
Tampoco ha dado su brazo a torcer con el tema de las vacaciones de Nochevieja. El rey ha estado trabajando hasta el día 24 de diciembre para luego poder irse unos días de descanso con su mujer, sus dos hijas y su suegra, Paloma Rocasolano, a algún lugar recóndito y discreto del planeta para recibir en la intimidad la llegada del 2019. Estas jornadas de relax se vieronamenazadas por la toma de posesión del nuevo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. El mandatario brasileño jurará su nuevo cargo el 1 de enero. En todas las anteriores ceremonias de designación de un nuevo mandatario iberoamericano, la presencia de la Corona española ha estado garantizada. Como ya informó EL ESPAÑOL está vez no acudirá ninguno de los dos reyes, ni Felipe VI ni el emérito. La reina Letizia se niega a que le estropeen los días de descanso en familia con la ausencia de su marido. Al rey Juan Carlos no le dejan viajar en Zarzuela alegando "problemas de salud".
Sin embargo, su supuesta mala salud no le va a impedir al rey emérito marcharse lejos para la llegada del año nuevo. Pasó la Nochebuena en Zarzuela, pero ya avisó que no pasará allí el último día de 2018. Fuentes bien informadas ponen en duda que asista a la Pascua Militar del próximo 6 de enero. No sería esta la primera vez que se la pierde, ya que desde que abdicó sólo ha asistido en dos ocasiones. Todas sus bajas tuvieron una razón de salud, con intervenciones quirúrgicas de por medio. Pero alegar esto este año carecería de sentido tras el intento de rehabilitación del pasado 6 de diciembre en el 40 aniversario de la Constitución, acto que tuvo lugar en el Congreso de los Diputados y en el que Juan Carlos aguantó sin problemas.
Juan Carlos, maltratado
Si la nota mala de Letizia en las encuestas internas parece complicada de levantar al equipo de Zarzuela, el tres del rey emérito resulta comprensible tras el año que lleva. Han sido 12 meses complicadísimos para las personas que trabajan en la Casa con respecto a don Juan Carlos. "El padre de Felipe VI ha sido olvidado y maltratado, todos estamos de acuerdo, pero lo cierto es que con su comportamiento tampoco ayuda. En muchas ocasiones se comporta como un niño chico. No se atreve poco a quejarse a su hijo, pero se desahoga con el primero que le pregunta, y claro, luego sale en todos lados. Pero lo cierto es que ha estado un poco descontrolado en estos meses y hemos recibido muchas bofetadas en la imagen de la institución por su culpa", cuenta la misma fuente desde Zarzuela. Y eso fue justo lo que ocurrió durante una comida a mediados de diciembre que se celebró en el restaurante El Paraguas de Madrid. Allí, acompañado de un grupo de amigos, el padre del rey se quejaba amargamente de la situación que estaba viviendo de reclusión en El Pardo y de lo maltratado que se sentía por la dirección de la Casa.
Y este malestar es el que probablemente no le deje volver a tiempo de su viaje para la Pascua Militar y menos para su cumpleaños, que se celebra un día antes, el 5 de enero. Juan Carlos soplará 81 velas, pero esta vez no lo hará en Zarzuela, como ocurrió el año pasado con una comida con familia y amigos. Ha decidido estar fuera de Madrid. Invitaciones no le faltan, tanto de sus amigos de Oriente Medio como de los que disfruta en su mini corte de las Rías Baixas, en Sanxenxo. Sólo tiene que elegir.
Para el equipo de Zarzuela la nota sacada por el padre del rey, un tres como Letizia, es sólo la consecuencia del año tan nefasto para su imagen. De hecho, el 2018 termina con la noticia de que la Fiscalía Anticorrupción ha abierto diligencias sobre el presunto pago de comisiones ilegales en la obra del AVE a la Meca, en Arabia Saudí, para poder decidir si presenta una querella por estos hechos por corrupción. Juan Carlos jugó un papel decisivo en la adjudicación de las obras a empresas españolas. Estos hechos aparecían en las famosas grabaciones del excomisario Villarejo durante su encuentro en Londres en 2015 con Corinna zu Sayn-Wittgenstein, amiga especial del padre del rey durante muchos años.
2019 comienza en El Pardo con suspensos para todos menos para la reina Sofía, que se va a tomar las uvas en Nochevieja acompañada de sus dos hermanos, Irene y Constantino, en la casa que este último tiene en su Atenas natal, en Grecia.