Francisco Mejías González está en busca y captura desde el pasado 27 de diciembre. Ese día, tras disfrutar de un permiso penitenciario, debía volver a la prisión canaria de Las Palmas II, donde cumplía condena por matar a su mujer en 2004. Con 39 años, el prófugo asesinó a cuchilladas a Fabiola González en su domicilio de Telde. Lo hizo delante de dos de sus tres hijos. Canarias Ahora informa que un día antes de darse a la fuga, un familiar del asesino telefoneó a la penitenciaría para alertar de que el reo le había expresado su decisión de no regresar y de matar a su actual pareja sentimental.
Mejías González tiene en vigor dos órdenes de alejamiento de otras dos exparejas, a las que amenazó de muerte durante anteriores salidas de la cárcel. Este nuevo permiso expiró el pasado jueves 27 de diciembre, cuando debía volver a la prisión canaria. Le fue concedido pese a los dictámenes en contra de la juez de vigilancia y de los informes psicológicos negativos de la propia cárcel, según informó este sábado la delegada del Gobierno en Canarias, Elena Máñez.
La juez de vigilancia penitenciaria advirtió al presidente de la Audiencia Provincial de Las Palmas, Emilio Moya, de la peligrosidad del condenado. 14 años después del crimen, Mejías González no reconoce los hechos y se niega a participar en cursos de reinserción.
Según informa Canarias 7, el preso recurrió la decisión de la juez de vigilancia. Fue entonces cuando la Sección Sexta de la Audiencia Provincial canaria, presidida por el propio Moya, le concedió el permiso para disfrutar de unos días en la calle.
"Se le busca con todos los medios"
La delegada del Gobierno en Canarias explicó que la policía ha establecido un dispositivo de búsqueda tras la "no comparecencia" de Mejías González el pasado 27 de diciembre. "Se le busca con todos los medios", dijo Elena Máez.
En julio de 2004, Mejías mató a su mujer delante de sus tres hijos menores de edad. Los testigos tenían nueve y 13 años. La mayor, de 15, estaba en un centro cultural del barrio.
Mejías González asestó a su mujer 30 puñaladas y la degolló. En octubre de 2005, la Audiencia Provincial de Las Palmas lo condenó a 19 años de cárcel y a la prohibición durante 25 de acercarse a sus hijos.
Fabiola González, de 32 años, había denunciado a su marido por malos tratos psicológicos en enero de 2001. La pareja había decidido separarse apenas dos semanas antes del crimen y ya no residían en la misma casa.