La Policía Nacional ha detenido a Manuel Alonso Quiñones, el menor de los cinco hijos de Manuel Alonso Rivas, el anciano que fue asesinado en la parroquia de Sárdoma de Vigo y cuyo cadáver fue encontrado el pasado lunes. Así lo ha indicado Europa Press, que ha informado de que la detención se produjo después de que Pontillón declarara ayer en la comisaría de Vigo.
Agentes de la Policía reconocieron a EL ESPAÑOL que las relaciones en esa familia eran algo distintas y que les había llamado la atención que la familia denunciara tanto tiempo después la desaparición de Rivas.
Supuestamente, el anciano desapareció a finales de diciembre y la familia no interpuso la denuncia hasta el día 5 de enero, a pesar de que el hijo vivía en la misma finca que su padre. Los agentes aseguraron a este diario que aunque no todos vivían ahí, el que sí lo hacía lo echaría de menos.
El hijo fue además el que aseguró a prensa que su padre andaba con fajos de billetes de hasta 15.000 euros, lo que desató la teoría del robo con violencia. Sin embargo, los investigadores lo descartaron y encontraron múltiples contradicciones en el testimonio del hijo, entre ellas la desaparición.
Alonso argumentó en su momento que la familia había estado buscando a Rivas por su cuenta y que por eso demoraron tanto en poner la denuncia, algo que la Policía valoró como extraño desde el primer momento y aseguraron a este diario que había muchas contradicciones.
Según informa La Voz de Galicia, la policía científica registró hasta en tres ocasiones la finca donde vivían ambos. La vivienda podría ser el escenario del crimen antes de que el cadáver fuera transportado al Camino Pontillón donde apareció camuflado entre unos matorrales con los pies atados con un cinturón y una bolsa de plástico cubriéndole la cabeza.
"Siempre iba solo por ahí y veía que estaba muy abandonado por los hijos", comentó, antes de la detención del hijo, un vecino de la calle donde vivían ambos y que pidió mantenerse en el anonimato. "A mí lo que me estraña es que nadie viniera preguntando por él después de su desaparición", aseguró también el dueño del bar Fargosiño de la localidad donde Rivas iba a diario y que se extrañó de su ausencia el 1 de enero cuando el anciano no apareció a cobrar su participación en un décimo de lotería en el que le tocó lo jugado.
El cadáver de Rivas fue descubierto por un vecino que salió a buscarle y que lo encontró entre los matorrales cubierto con un plástico y con ramas, lo que dificultó que las autoridades lo encontraran cuando estuvieron buscándole con un helicóptero, la mañana del 6 de enero. La autopsia, que se realizó en el hospital Nicolás Peña, desveló que había muerto a causa de varios golpes, aunque ha tenido dificultad en esclarecer cuántos días llevaba muerto Rivas debido a que el cadáver estaba a la interperie.
El hijo de Rivas puede estar detenido dos días antes de pasar a disposición judicial en el Juzgado de Guardia número 8 que lleva el caso desde sus inicios. De momento, se desconocen más detalles al respecto ya que el juzgado decretó ayer, tras detener al hijo de Rivas, el secreto de sumario.