Con la cuenta atrás para sacar a Julen en marcha, los mineros asturianos que se encargan de la labor se han topado con un nuevo obstáculo este viernes. Se trata de una roca de cuarcita extremadamente dura que impide que sigan avanzando y por lo que han solicitado ayuda al equipo de Tedax de la Guardia Civil para realizar una serie de detonaciones controladas.
La roca apareció tras avanzar 1,5 metros de los 3,8 que separan la galería paralela por la que bajan los mineros del tapón donde se cree que está el pequeño. Para sortear el obstáculo, los Tedax han relevado a los mineros para llevar a cabo tres microvoladuras. Esto consiste en colocar pequeñas cantidades de explosivo en unos agujeros que se han hecho previamente en la roca para detonarlas y así debilitarla, tal y como se puede ver en el vídeo. Esto, sin embargo, no supone un riesgo para la integridad de Julen.
Se han realizado un total de tres microvoladuras. Cuando los mineros ya no pueden avanzar, perforan agujeros en distintas partes de la roca y la Guardia Civil baja en la misma cápsula para colocar los explosivos. Cada detonación supone un trabajo de aproximadamente dos horas: 90 minutos en realizarla más otros 30 de espera para introducir aire limpio.