Ni el amor, ni la violencia, ni el dinero, ni siquiera los libros de autoayuda. Aquí en España, el método más eficaz para conseguir que alguien haga algo es picarle con la ancestral fórmula: “A que no hay huevos…”. Y exactamente así ha sido como un paisano de León acaba de conseguir algo inédito en nuestro país: convertirse en el primer español que sale en su foto del DNI con un palillo entre los dientes.
Se llama Sergio Álvarez, pero le apodan Panita. Tiene 25 años, trabaja en un taller mecánico y es de La Vecilla de Curuello, un pequeño pueblo leonés de menos de 500 habitantes. Sergio es “el mayor personaje de esta zona”. Él mismo lo reconoce, porque siempre está de bromas con su hermano. Pero la última se le ha ido de las manos. Ojo a la genialidad:
“Pasó el miércoles pasado; fui al notario con mi hermano, mi tía y mi tío para arreglar un asunto de la herencia de la abuela. Allí me di cuenta de que tengo el DNI caducado. Cuando salimos de la oficina, decidí llamar para pedir cita y renovármelo cuanto antes. Y en ese momento, mi tía me afeó que hubiese entrado al notario con un palillo entre los dientes”, le resume Sergio a EL ESPAÑOL. No se imaginaba su tía que esa frase suya lo iba a detonar todo.
“A mí ya se me ocurrió en cuanto lo dijo, pero el primero en proponerlo fue mi hermano. A que no tienes huevos de salir en la foto del DNI con un palillo en la boca, me picó. Mi tío se sumó enseguida. A que no hay huevos… y Dios sabe la de problemas que ha traído esa frase en España”, recuerda divertido. Pero traiga o no problemas, Sergio aceptó la apuesta de inmediato: una cena le pagaban si lograba colar el mondadientes en el documento nacional de identidad.
Enganchado al mondadientes
Vale hacer aquí un inciso para explicar la íntima (y extraña) relación que tiene Sergio Álvarez con los mondadientes. Reconoce estar enganchado a ellos desde hace unos 5 años. Es el primer palilloinómano reconocido: “A mí me gustan mucho. En la cartera siempre llevo 7 u 8 por si me apetece. Y en el coche tengo instalado un palillero de barro que cogí de un bar, para tenerlos siempre a mano. Van muy bien. Siempre estoy con el palillo en la boca. Unos tienen el vicio de fumar… y yo tengo este”, reconoce.
Así, con una adicción por atender, una apuesta por ganar y el valor por demostrar, Sergio se plantó en el fotomatón de un centro comercial y se sacó 4 fotos con su inseparable palillo entre los dientes. Como una extremidad más de su cuerpo. Como si el Panita y el Palillo fuesen un único ser.
“Al día siguiente me planté con esas fotos en la oficina donde renuevan el DNI, que esto es pequeño y aquí no tenemos ni siquiera comisaría donde lo expidan”, cuenta Sergio, que reconoce que iba un poco nervioso por si lo pillaban. Más que nada por haber perdido la mañana.
Pero coló. Contra todo pronóstico, coló. “Me llegó el turno, entregué las fotos, confirmé los datos, me hicieron pasar la huella dactilar, firme usted aquí… y aquí tiene su DNI”. Prueba superada. “Imagínate, salí de allí eufórico”, reconoce Sergio, que todavía no se lo acaba de explicar: “Supongo que se imaginaría que era una mancha, porque ahora las fotos son en blanco y negro. O a lo mejor es que esa persona tenía mucho trabajo, iba muy liada y ni siquiera se dio cuenta. Imagino que tampoco es normal que venga gente con un palillo en la foto”, explica conteniendo la carcajada.
Sea como fuere, la cosa es que coló, convirtiéndose así Sergio en la primera persona de la que se tenga constancia en España que aparece en su DNI con su mondadientes. Más que nada porque es ilegal. En la foto no está permitido llevar complementos como gorros, gafas de sol… o palillos de dientes. Por ese motivo, reconoce que está un poco tenso: “Es que no sé qué va a pasar sé si van a venir a por mí, si me van a hacer renovarlo otra vez… “..
Pocas cosas hay más españolas que la estampa de un tipo con un palillo entre los dientes: “Y en León más todavía. Vas a un bar con 100 personas y lo menos 30 o 40 llevan uno en la boca”, asegura Sergio, reivindicando la tradición local palillera: “Es que incluso a los buenos bares de aquí se les entrega un premio que es el “Palillo leonés”. Forma parte de nuestra cultura”. Ahora él lo ha inmortalizado.
Pikachu y el Corpus Christi
“Mi hermano y yo somos muy personajes”, acaba resumiendo Sergio para justificar la broma. Es su día a día: la guasa por delante. Como cuando corrió la carrera de San Silvestre vestido de Pikachu gigante y acabó bailando él solo en el escenario de las fiestas del pueblo. O como cuando, ante la ausencia de pareja, decidió acudir a la boda de un amigo con un mono rosa de peluche como acompañante. O como aquel Corpus Christi, que se agarró una merla tan grande que acabó durmiendo la mona debajo del altar y lo acabaron barriendo del suelo. “Si no lo hacemos ahora que somos jóvenes… ¿Cuándo lo vamos a hacer?”, ríe.
Lo que sí que ha hecho es historia. Colgó la imagen del DNI en sus redes sociales y se ha viralizado. Algunos lo llaman para preguntarle si no es un fake´. “Yo lo que temo es que me llame la policía por este asunto. Pero los que tienen que llamar son los que han perdido la apuesta, que todavía no me han pagado la cena”: Hubo huevos; a partir de ahora, el Panita ya será para siempre El Rey Palillo.
El DNI se puso en marcha a través de un decreto en 1944, aunque hasta 1951 Franco no estrenó el suyo, que tenía el número uno. Franco reservó el número dos para Carmen Polo y el tres para su hija. La familia real tiene asignados del 10 al 99, salvando el 13. El número 10 le corresponde al rey emérito Juan Carlos Borbón, el 11 es para Doña Sofía, el 12 para la infanta Elena y el 14 para la infanta Cristina. El DNI con número 15 le corresponde al Rey Felipe VI, y los números 16 y 17 a las Infantas Leonor y Sofía.