Patricia fue al médico pensando que saldría de allí entendiendo el porqué de sus desmayos. Llevaba unos días muy nerviosa y tampoco sentía los brazos. Se esperaba salir del centro de salud de Llano de Brujas (Murcia) con un diagnóstico razonable y unas cuantas recetas que le tranquilizasen. Pero fue peor el remedio que la enfermedad. Aquel verano de 2016 la joven, que entonces tenía 21 años, volvió a su casa con un papel firmado por el doctor Ramón Gallego Navarrete en el que resumía su problema de salud con tres palabras: "no bien follada".
Ella decidió denunciarle. El diagnóstico causó tal furor en el pueblo que a Patricia le daba miedo salir a la calle. Llano de Brujas se dividió en dos: unos la creyeron, pero otros la tacharon de provocadora con comentarios en las redes sociales como: “El hombre propone y la mujer predispone. Si tan ofendida se sintió por algo sería”. Tres años después, el doctor Gallego ha sido condenado a una suspensión de empleo y sueldo durante once meses. Esta vez, la broma le ha salido cara.
Este almeriense, de unos 60 años, nació y creció en el municipio de Albox. El doctor Ramón, como le llaman los que le conocen, es especialista en Medicina General y pasa consulta en el centro de salud de Alhama, un pequeño municipio murciano del interior donde todo el mundo le conoce.
“¿Y tu madre está más buena que tú?”
El prestigio del doctor Ramón se vio amenazado el 6 de septiembre de 2016, cuando Patricia fue remitida del Hospital General Reina Sofía de Murcia a su médico de cabecera. Allí se encontró con un “indeseable”. Así le definió en una publicación en Facebook. Estaba muy nerviosa. Se había tomado un Diazepam y necesitaba más recetas. “Era la primera vez que me atendía ese médico, me ha ofrecido un cigarrillo y lo he rechazado. A él no le ha importado y se ha puesto a fumar en la consulta”, relató en la red social.
Una amiga de la joven ha confesado a este periódico que el doctor acostumbraba a ofrecer cigarrillos: “Cuando pasaba consulta preguntaba ‘¿Quién fuma? ¿Tú? Pues pasa'”, expresa. La consulta prosiguió, y todo fue de mal en peor. “Lo peor ha sido cuando me ha dicho que no me iba a recetar lo que me habían mandado en urgencias porque me iba a poner gorda y ahora mismo tenía un cuerpazo según él”, expresó la murciana. Ella le confesó que discutía mucho y él le preguntó por la edad de su madre para saber si su desmayo podría deberse a problemas en casa.“¿Y tu madre está más buena que tú?”, preguntó el doctor.
Patricia estaba en shock. “Mi mente estaba rota y no sabía si lo que me estaba diciendo era de verdad”, contó en su momento en Facebook. Pero la guinda del pastel fue el diagnóstico final: “Su conclusión a mi problema es que estoy mal follada, tal cual, y que si no era yo la mal follada sería mi madre”.
La joven volvió a casa sin creerse lo que había pasado. No fue hasta cruzar el umbral de la puerta cuando rompió a llorar. Al día siguiente Patricia cogió fuerzas y decidió denunciar lo sucedido en el centro de salud. El siguiente paso fue publicar lo que pasó en Facebook.
Amenazada
Pero sus buenas intenciones acabaron con insultos e incluso amenazas. La joven tuvo que borrarse la cuenta de Facebook y cortarse el pelo. Mucha gente la tachó de provocadora. La misma fuente ha confirmado a este periódico que lo ocurrido “afectó muchísimo a Patricia. No vivía. Su intención era que le llegase a la gente del pueblo que había pasado por una situación similar”. La denunciante no era la primera que se ofendía por el diagnóstico del almeriense. "Le llegó a gritar a una embarazada por ir a Urgencias a causa de un desmayo. También le dijo a un paciente que su conjuntivitis era por fumarse unos porrillos”, confiesa una vecina del pueblo. El doctor Ramón advirtió a Patricia de que si no quitaba la denuncia, él también la denunciaría.
Fumó para crear un clima de confianza
El doctor se arrepintió de lo sucedido. Intentó quedar con ella para darle explicaciones, pero Patricia ya había tenido suficiente. No le volvió a ver. Además, el facultativo regresó a su consulta en el centro de salud de Alhama. La joven le denunció ante la Consejería de Sanidad y, en primera instancia, el Servicio Murciano de Salud solicitó para el facultativo almeriense dos años de suspensión. El Tribunal Superior de Justicia de Murcia ha desestimado el recurso de apelación presentado por el doctor Ramón, y finalmente ha sido suspendido de empleo y sueldo durante once meses.
EL ESPAÑOL ha intentado contactar con él sin éxito para conocer su versión. Según La Voz de Almería, en la apelación rechazada por la justicia, la defensa del médico consideró que las acusaciones son “totalmente falsas y exageradas” cuya intención es la de “perjudicar al médico por no haberle recetado directamente Diazepam como ella exigía”.
Además, también argumentó que la paciente no reaccionó en el momento, sino que volvió después a la consulta “probablemente por la influencia de algún tercero que convenciera a la usuaria que había sido tratada con comportamientos machistas”.
La razón por la cual el doctor Gallego fumó en consulta fue “para crear un clima de confianza” y le ofreció a Patricia un cigarrillo “para que se tranquilizase” y niega que esto ocurra de forma habitual.
“Mal follá”: solo una expresión
¿Cómo es posible defender el diagnóstico “no bien follada”? Pues bien, el doctor explicó que con sus palabras no quería referirse a nada de carácter sexual, sino que, como recoge el documento judicial, “por su procedencia andaluza, en su región de origen la expresión ‘mala follá’ “ se refiere a “un estado anímico de mal talante”.
Al doctor Ramón le esperan once meses llenos de cambios: sin sueldo, sin empleo y con un expediente manchado para siempre.