El trauma de Arantxa, la ladrona del bebé de Guadalajara: perdió al niño que iba a tener
Vive como okupa desde agosto en Cabanillas del Campo (Guadalajara). Allí la localizó la policía junto al bebé que acababa de sustraer
2 febrero, 2019 20:24La mujer de 47 años, bajita y morena, entró en la habitación del hospital vestida con una bata. Allí había un recién nacido y ella les dijo a los padres del crío que era pediatra, que si le habían hecho al bebé la prueba del talón. Como los padres le dijeron que sí, fue enumerando varias pruebas hasta que nombró una que no le habían practicado. Pues me lo llevo, les dijo. Y agarró al pequeño Daniel, de dos días, y se lo llevó.
Así empezaba esta rocambolesca historia que pasó la mañana del sábado en el Hospital de Guadalajara. La mujer que se llevó a Daniel, ni era pediatra ni quería hacerle ninguna prueba al niño. Es una vecina de Cabanillas del Campo que se llama Arantxa Gutiérrez y había ido a robar un recién nacido, porque a ella se le murió su bebé hace unos días.
El suceso, por fortuna, se ha resuelto rápido y sin lamentar más daños que el miedo que han pasado esos padres primerizos. Pero durante unas horas ha tenido en vilo a toda Guadalajara. “Esto es una ciudad pequeña y la gente se ha asustado con el despliegue policial”; explicaba el subdelegado de Gobierno de Castilla La Mancha después de que la policía recuperase al niño.
Primeras sospechas
La cronología de los hechos ha sido la que describimos a continuación: a media mañana del sábado 2 de enero, una impostora vestida de doctora ha entrado en la habitación de Daniel, un niño con sólo dos días de vida. Allí estaban sus padres, que sospecharon de la mujer desde el momento en el que entró por la puerta de la habitación.
¿Qué hacer si un facultativo quiere practicarle una prueba a tu hijo en el hospital? A priori permitirlo. Pero el padre del crío no se quedó muy convencido con las explicaciones que le dio esa mujer. Se la quedó mirando mientras ella huía con el niño por los pasillos. Se dio cuenta de que algo no iba bien y llamó a la policía.
El dispositivo de seguridad se puso en marcha de inmediato. Se cerró el hospital y sus salidas. Se llevó a cabo un filtro policial, donde los agentes identificaban a toda persona que salía o entraba del edificio. Pero la mujer que robó al niño fue más rápida. Las cámaras de seguridad del hospital la captaron llevándose al niño en brazos. Tocaba ampliar el dispositivo.
La farmacia, clave para encontrarla
Las indagaciones policiales llegaron hasta Cabanillas del Campo, un pueblo de 10.000 habitantes a 8 kilómetros de Guadalajara. Ahí también se puso en marcha una especie de operación jaula que controló a toda la gente que entraba y salía del pueblo. Una de las primeras directrices de los investigadores fue avisar a las farmacias. Sospechaban que la mujer iría a comprar alimentos para el bebé robado. Y así sucedió.
Arantxa se plantó en la única farmacia del pueblo que permanecía abierta el sábado a mediodía. Pidió leche para el bebé, pero a los trabajadores que la atendieron les extrañó que no supiese qué leche necesitaba su bebé. Después recibieron el aviso de la policía. Desde la farmacia confirmaron que una mujer que coincidía con la descripción había pasado por la farmacia a comprar alimentos infantiles. Su colaboración fue fundamental para encontrar al crío.
Ni tres horas después de que la mujer hubiese secuestrado al pequeño Daniel, la policía daba con su paradero. Se encontraba en la vivienda de la mujer; dormido y tranquilo, ajeno a todo. La mujer, por su parte, fue detenida por los agentes y el bebé devuelto al hospital con sus padres.
La principal motivación que se le supone a Arantxa para haber cometido este acto es la reciente muerte de su hijo recién nacido. Sucedió hace unos días, según confirmó el portavoz de la policía de Guadalajara. El trauma que le debió de provocar la llevó a querer hacerse con otra criatura recién nacida cuanto antes, y tuvo la brillante ocurrencia de ir a robar uno al Hospital de Guadalajara.
De hecho, EL ESPAÑOL se ha puesto en contacto con un comerciante de Cabanillas que conoce a la mujer detenida. Dice que es una clienta habitual, porque ella tiene un bar y él le sirve fruta. Que, en efecto, ella estaba embarazada. Ella mismo le informó que el embarazo era de alto riesgo porque tenía un problema en los ovarios. El pasado jueves volvió a habñar con Arantxa, que le explicó que el niño ya había nacido, pero como era sietemesino estaba en la incubadora y se lo iban a dar el sábado. Precisamente el día en el que ella esperaba hacerse con un niño nuevo.
Arantxa vive con un gato
¿Quién es Arantxa, la persona que ha intentado robar al pequeño Daniel. Es una mujer de 47 años natural de Navarra. Llegó al pueblo el pasado verano. El 15 de agosto se coló en una vivienda vacía propiedad de un banco. Entró con un cerrajero y se instaló ilegalmente. Varios vecinos avisaron a la Guardia Civil, pero ella alegaba tener un contrato y no pudieron echarla.
Arantxa vive sola con un gato. A veces viene a visitarla “un tipo de aspecto muy desaliñado; a veces tienen broncas muy fuertes”, resume uno de sus vecinos, que la define escuetamente: “Es una mentirosa compulsiva”, sentencia. “Cuando ocupó la casa ya soltó una sarta de mentiras. Que si tenía contrato, que si estaba empadronada… Hace unos días la vimos con tripa. Que estaba embarazada o simulaba estarlo”, duda. La cuestión es que la misma mañana en la que se fue a robar al niño, estuvo hablando por teléfono con alguno de sus familiares, según declara un vecino. “Les decía que ya tenía al niño, que se lo enseñaba por videoconferencia para que no fuese tan frío”.
En ese instante, dicho vecino ha recibido el vídeo de la farmacia en el que se ve a Arantxa intentando comprar leche. El rapto del menor ya era público y los vecinos facilitaron información a la policía. “A los pocos minutos aparecieron en su casa unos agentes que le preguntaron si ella tenía un crío. Les dijo que sí, que su hijo nació el 23 de enero”. Otra mentira más que los policías no se creyeron.
No se creen ni su embarazo
Vistos los antecedentes de la detenida, los vecinos ni siquiera se creen que Arantxa estuviese embarazada. Piensan que también pudo ser un ardid para intentar justificar que la viesen con un niño una vez lo robase. Pero el embarazo fue real y que perdió al bebé también. Así lo confirmó el comisario de Guadalajara que dio las explicaciones pertinentes en rueda de prensa.
Los padres de Daniel, por su parte, respiran aliviados. El padre ha comparecido junto a la policía en la rueda de prensa en la que se ha anunciado la recuperación del crío. De momento no han hecho declaraciones, pero el alivio y la alegría que sienten son sólo comparables a la sensación que tuvieron hace dos días cuando nació el bebé. Su hijo, dos días después de venir al mundo, ha vuelto a nacer.