La instrucción del ‘caso Julen’ sigue su curso en el Juzgado número 9 de Málaga. Por el momento se encuentra bajo secreto de sumario. La Guardia Civil está realizando las diligencias previas. Una vez la magistrada instructora conozca todos los detalles del suceso, decidirá si llama a declarar a alguien o imputa a alguna persona.
El homicidio imprudente sobrevuela sobre dos figuras, la del dueño de la finca en la que estaba el pozo, David Serrano, y la del hombre que realizó la perforación, Antonio Sánchez, de la empresa Triben.
Este martes, a las 10.30 horas, David Serrano ha comparecido ante los medios de comunicación. Lo acompañaba Antonio Flores, su abogado, Jesús Flores, arquitecto, y otro letrado del bufete al que ha recurrido. A Serrano, por el momento, no se le imputa ningún delito. Aquí puede leer lo que han explicado.
La comparecencia ha servido para arrojar parte de luz al caso, aunque no ha despejado algunas dudas. Será la Justicia la encargada de darles respuestas. Los interrogantes que siguen presentes son los siguientes.
¿Dos ladrillos de hormigón de 13,5 kilos movidos por un niño?
Hasta el momento se sabía que Antonio Sánchez, dueño de la empresa que realizó la perforación en la finca de Totalán en la que murió Julen, había dicho que él hizo la prospección a mediados de diciembre de 2018, que no encontró agua, que al terminar su trabajo selló el pozo con una piedra y que dejó alrededor de seis toneladas de escombros -producto de la extracción de la tierra sobrante- en un montículo cercano.
Ese pozo no contaba con licencias. Ni las había solicitado el dueño de la finca ni el propio empresario le había entregado una documentación previa necesaria para su petición.
David Serrano, propietario de los terrenos, ha dado una versión contraria a la del empresario. Ha señalado que el pocero dejó la perforación abierta y que él tenía pensado sellarla por su cuenta con un talud de hormigón.
Pero el domingo 13 de enero, sobre la una de la tarde, cuando los padres de Julen, acompañados de David, su pareja y su hija llegan a la finca para hacer una paella, el pozo se encuentra abierto.
David Serrano ha explicado que él, al “advertir el peligro que había”, puso dos ladrillos de hormigón de 13,5 kilos en la boca de la cavidad. En total, 27 kilos. Quería evitar, según ha dicho, que alguien metiera una pierna o sufriera un accidente similar.
Dando veracidad a esa afirmación, él entiende que “el niño se escurrió entre los dos bloques”. Pero, ¿es posible que un niño de dos años y medio pudiera mover un material que, aproximadamente, doblaba su peso? Si el menor, como dijo el padre de Julen ante la Guardia Civil, cayó de pie con los brazos estirados hacia arriba, ¿apartó antes los dos bloques con sus propias manos? ¿Lo hizo con sus pequeños pies y por eso cayó?
¿Era imposible prevenir que el pozo se tragara a un niño?
Antonio Flores, el abogado de David Serrano, ha asegurado que “era imposible prevenir que un agujero pudiera tragarse a un niño”. Ha realizado esta aseveración para eludir de toda responsabilidad penal a su cliente. Aunque el letrado ha advertido que todavía nadie ha sido citado en calidad de investigado -imputado-, ha admitido que cree que el dueño de la finca “podría ser investigado en un futuro”.
En cambio, durante la comparecencia, Jesús Flores, hermano del abogado y arquitecto “especialista en construcciones”, ha cargado contra el pocero que realizó la perforación por la que cayó Julen.
Jesús Flores ha asegurado que el dueño de la empresa de prospecciones incurrió en una ilegalidad al realizar la perforación sin los permisos necesarios, por lo que, a su juicio, en caso de imputación por homicidio imprudente u otro tipo penal, ésta debería recaer sobre el pocero y no sobre David Serrano.
“Hay un quebranto de la ley por parte del profesional (...) Si hay responsabilidad penal, es la del profesional”, ha afirmado el arquitecto, quien ha realizado un análisis pericial de parte sobre cómo se pudo producir la caída del niño.
Es decir, para la defensa legal de David Serrano no se pudo prever la caída de un niño. Sin embargo, Julen murió al precipitarse hasta 71 metros de profundidad. A partir de ese hecho, creen que el único responsable penal sería el pocero, nadie más.
¿Por qué no pidió licencia para la obra posterior?
"Unos días después de que Antonio [el pocero] se fuera, llamé a un amigo para que retirara la montaña de arena en forma de volcán [que el pocero dejó alrededor del agujero] y hacer una pequeña zapata para un muro de contención. Ese material [varios palés de ladrillos como el que se supone que usó para sellar el pozo] no era para una casa, sino para el muro de contención. Y al fondo de la 'L' [la forma de la zanja] estaba el pozo, que iba a quedar tapado por el muro de hormigón”.
Antonio Flores, el arquitecto que ha acompañado a David Serrano y a su abogado este martes, ha admitido que ese movimiento de tierras posterior a la perforación del pozo tampoco contaba con licencia de obra. Es decir, la zona donde se encontraba el pozo al que cayó Julen se había rebajado y modificado con respecto a cómo la dejó el dueño de la empresa de prospecciones, Antonio Sánchez.
¿Convencido de que el pocero contaba con todas las licencias?
Antonio Flores, abogado de David Serrano, ha intentado desvincular de toda responsabilidad penal a su cliente en el ‘caso Julen’. Ha señalado que David “estaba convencido de que el pocero contaba con todas las licencias”.
En cambio, también ha admitido que su cliente no pidió la necesaria autorización ante la Administración para la apertura el pozo. El letrado ha dicho que no lo hizo porque el pocero no le entregó documentación sobre su empresa que era obligatorio presentar para la concesión administrativa.
Sin embargo, tampoco solicitó permisos para la obra menor que se realizó tras la apertura de la cavidad. “No tenía licencia ni para hacer el rebaje que hizo ni tampoco la zanja”, ha admitido el arquitecto que ha acompañado a David Serrano y a su abogado durante la comparecencia.
¿Solicitan el archivo de la causa pero señalan al pocero?
El abogado de David Serrano va a solicitar el archivo de la causa. Por el momento se han personado como parte interesada. No descarta que en breve imputen a su cliente. Entonces, ¿qué se buscaba con la comparecencia pública de hoy? ¿Por qué, si piensan que se trató de un mero accidente, de una desgracia, han hecho tanto hincapie en señalar al pocero como único responsable penal en caso de que se produzcan imputaciones?
Resulta contradictorio pedir que la causa queda archivada y, a su vez, comparecer ante los medios para inculpar al pocero. "La situación de riesgo se originó como consecuencia directa del pocero", ha dicho el arquitecto Jesús Flores. "Sellar [el pozo] con una piedra es una ilegalidad. Hay que rellenarlos y, en sus últimos metros, hormigonar".