En sus 29 años de vida, Sheila Chazarra Moyano nunca había parado de hacer cosas. Trabajó como actriz. Se fue a vivir a Calafell, en la provincia de Tarragona. La contrataron en Barcelona, en People, agencia de modelos publicitarios. En su Alcoy natal (Alicante), estudió en la Escola d'Art i Superior de Disseny d'Alcoi. Se tituló en peluquería y, cuando podía, entraba en el mundo del cine y en el mundo de la publicidad.
Pero Sheila ya nunca podrá continuar y con esa voluntad de trabajo con la que desempeñaba los diversos empleos con los que se inició en este sector. No podrá porque Jorge, su pareja, la asesinó en la noche del pasado domingo en su propia casa.
El bebé de ambos, un crío de apenas tres meses, lloraba cuando llegó a la casa la Guardia Civil y se encontró con el cuerpo inerte de su madre. Sheila llevaba tatuado su nombre desde hacía poco en la clavícula.
El cadáver fue hallado cuando despuntaba el día en un chalé de Planes, un pueblo situado en el interior de la provincia de Alicante. La primera hipótesis manejada por los agentes era la del suicidio, pero pronto fue descartada.
La mujer presentaba distintas heridas que resultaban incompatibles con un suceso de esas características. Tenía una cuchillada en el cuello. Ese era el signo que a los agentes les llevó a pensar en un primer momento en que la mujer se había quitado la vida. Pero había que hacer la autopsia.
Ahí fue cuando aparecieron diversos traumatismos craneoencefálicos. Esta confirmación arrojada por el examen del cuerpo descartaba la primera hipótesis, la de que la mujer, natural de Alcoy, se había suicidado. Alguien había acabado con su vida.
Este fue el indicio que llevó a los agentes a fijar sus ojos en Jorge, la pareja de Sheila. Su declaración había sido la base con la que los agentes de la Guardia Civil asumieron el móvil suicida como motor del trágico suceso. Solo con la autopsia supieron que estaba mintiendo y procedieron a detenerle como presunto autor del crimen.
La noche del crimen
La casa que Sheila y Jore compartían se encuentra en el barrio de La Ceba, situada a cinco kilómetros del centro de Planes, un pequeño ayuntamiento cercano a Benimarful. Alejada del dentro del pueblo, allí apenas había quien les conociese. El alcalde de Planes, Javier Sendra, explicó a Efe que la pareja hacía "muy poca vida" en el pueblo.
Tampoco se pasaban apenas por Benimarful. Aún y todo, la cercanía del suceso mantiene conmocionadas a ambas localidades en el que es el primer caso de violencia machista del año en la Comunidad Valenciana.
Jorge Balaguer Catalá, la pareja de Sheila y el presunto autor del crimen, tiene 34 años de edad y también es oriundo de Alcoy. Poco después de comenzar a salir, ambos se mudaron a la apartada y tranquila casa en la que sucedieron los hechos.
Desde su llegada a la casa en la noche del domingo, los agentes no se cerraron a otras líneas de investigación, por lo que mantuvieron también a Jorge en su punto de mira.
La falsa versión de Jorge
La pareja explicó en su primera declaración cómo fue la sucesión de hechos de la madrugada del domingo. Así, su versión sería la siguiente: Jorge se levanta las seis de la madrugada, desvelado al escuchar los gritos y el llanto del bebé. El pequeño había nacido tres meses atrás. Luego, dice, baja a la parte inferior de la casa. Allí se encuentra a su pareja degollada y junto a ella el cuchillo con el que se habría cortado el cuello.
Cualquier parecido de esa versión con la realidad resulta pura coincidencia. Las heridas en el cuello de Sheila impedían tomar este relato como bueno. Solo se las podía haber infligido alguien, y dentro de la casa solo estaban tres personas: un bebé, una víctima y un hombre que mintió.
La Subdelegación del Gobierno en Alicante mostró su absoluta repulsa por el primer asesinato de violencia machista de la Comunidad Valenciana este año. Además convocó un minuto de silencio este martes a las doce del mediodía en la puerta de la Subdelegación del Gobierno "como muestra de este rechazo y de solidaridad con la familia de la víctima". Jorge está ya en la cárcel
Sheila Chazarro Moyano, 29 años, es la octava mujer asesinada por su pareja o ex pareja en el año 2019. En España, en 2019, también han sido asesinadas Daría Oliva Luna, 20 años; Rosa María Concepción Hernández, 60 años; Rosa Romero Rueda, 69 años; Rebeca Santamalia, de 47 años; Romina Celeste, de 28 años; Leonor Múñoz González, de 47 años; Rebeca Alexandra Cadete, de 26 años. La serie 'La vida de las víctimas' contabilizó 47 mujeres asesinadas en 2018 y 53 mujeres en 2017.